/ domingo 23 de febrero de 2020

Dimensión social en el campo mexicano

En dias pasados el Consejo Coordinador Empresarial lanzó la iniciativa “Dimensión Social de las Empresas”, a la cual el Consejo Nacional Agropecuario como parte del organismo cúpula empresarial y sumados a las empresas y organizaciones del sector, respaldamos esta iniciativa y sus principios, reafirmando el compromiso de replantear el sentido de las empresas, para trabajar en la consolidación de un país más justo, inclusivo, responsable y sostenible.

El tema de la responsabilidad social de las empresas y particularmente en las del campo no es algo nuevo, hemos sido testigos de la existencia de unidades de producción agrícola en algunos lugares del país donde se cuenta con infraestructura para dormitorios, albergues, comedores, consultorios médicos, en algunos casos escuelas, instalaciones deportivas y áreas recreativas para los jornaleros agrícolas y sus familias, sin duda estas empresas son un ejemplo a nivel nacional, no obstante, se trata de que en esta nueva dimensión social se puedan generalizar este tipo de prácticas, acciones e inversiones, en donde las personas sean el centro de la empresa, lo que se busca es que estas acciones vayan permeando en esta nueva dimensión, pues es el rol que deben jugar las empresas, para impulsar crecimiento, desarrollo y bienestar.

Los principios que debemos adoptar como empresas en esta nueva dimensión social considera un decálogo cuyos objetivos son: construir una relación de confianza y credibilidad con la sociedad; oportunidades de empleo formal, crecimiento y desarrollo para nuestros colaboradores y sus familias; ser ejemplo de integridad y ética, cumplir con todas las obligaciones contributivas; modernizar la cultura empresarial, para tener empresas mejor organizadas y más competitivas, de todos los tamaños, acorde a las tendencias internacionales; establecer un compromiso de las grandes empresas con las MiPyMes, con la creación de cadenas productivas; demostrar nuestra obligación moral con la sociedad; asumir y promover la inclusión, la diversidad, y el respeto irrestricto a los derechos humanos; privilegiar la sustentabilidad en nuestras actividades económicas ; insertar a nuestras empresas en la era digital; impulsar una relación responsable y propositiva con las autoridades.

La nueva dimensión social de las empresas, que también involucra al campo, debe tener como principio fundamental el hecho de que, si las empresas crecen, de igual manera lo hagan las personas; las empresas son parte de la sociedad, solo si la sociedad progresa, los negocios también lo harán.

No se trata solo de que las empresas y sus empresarios cumplan con las obligaciones establecidas por la ley o de lo que los mercados exijan, se trata de una nueva dimensión, en la cual éstas adopten un compromiso formal, y un nuevo sentido y en donde también las autoridades y el propio el Gobierno cumpla con su rol y con las funciones establecidas en la propia Constitución.

En México, ya existen muchas empresas en cuyos procesos se han incorporado acciones en beneficio de sus trabajadores, de sus familias y del entorno en donde se desarrollan.

El sector agroalimentario nacional asume este compromiso conjuntamente con el sector empresarial; seguramente la unidad y la coordinación de esfuerzos con el Gobierno en todos los niveles y enfocados en este fin común, se verá traducido en mayor crecimiento, desarrollo y bienestar para todos los mexicanos.

Director General

Consejo Nacional Agropecuario.



En dias pasados el Consejo Coordinador Empresarial lanzó la iniciativa “Dimensión Social de las Empresas”, a la cual el Consejo Nacional Agropecuario como parte del organismo cúpula empresarial y sumados a las empresas y organizaciones del sector, respaldamos esta iniciativa y sus principios, reafirmando el compromiso de replantear el sentido de las empresas, para trabajar en la consolidación de un país más justo, inclusivo, responsable y sostenible.

El tema de la responsabilidad social de las empresas y particularmente en las del campo no es algo nuevo, hemos sido testigos de la existencia de unidades de producción agrícola en algunos lugares del país donde se cuenta con infraestructura para dormitorios, albergues, comedores, consultorios médicos, en algunos casos escuelas, instalaciones deportivas y áreas recreativas para los jornaleros agrícolas y sus familias, sin duda estas empresas son un ejemplo a nivel nacional, no obstante, se trata de que en esta nueva dimensión social se puedan generalizar este tipo de prácticas, acciones e inversiones, en donde las personas sean el centro de la empresa, lo que se busca es que estas acciones vayan permeando en esta nueva dimensión, pues es el rol que deben jugar las empresas, para impulsar crecimiento, desarrollo y bienestar.

Los principios que debemos adoptar como empresas en esta nueva dimensión social considera un decálogo cuyos objetivos son: construir una relación de confianza y credibilidad con la sociedad; oportunidades de empleo formal, crecimiento y desarrollo para nuestros colaboradores y sus familias; ser ejemplo de integridad y ética, cumplir con todas las obligaciones contributivas; modernizar la cultura empresarial, para tener empresas mejor organizadas y más competitivas, de todos los tamaños, acorde a las tendencias internacionales; establecer un compromiso de las grandes empresas con las MiPyMes, con la creación de cadenas productivas; demostrar nuestra obligación moral con la sociedad; asumir y promover la inclusión, la diversidad, y el respeto irrestricto a los derechos humanos; privilegiar la sustentabilidad en nuestras actividades económicas ; insertar a nuestras empresas en la era digital; impulsar una relación responsable y propositiva con las autoridades.

La nueva dimensión social de las empresas, que también involucra al campo, debe tener como principio fundamental el hecho de que, si las empresas crecen, de igual manera lo hagan las personas; las empresas son parte de la sociedad, solo si la sociedad progresa, los negocios también lo harán.

No se trata solo de que las empresas y sus empresarios cumplan con las obligaciones establecidas por la ley o de lo que los mercados exijan, se trata de una nueva dimensión, en la cual éstas adopten un compromiso formal, y un nuevo sentido y en donde también las autoridades y el propio el Gobierno cumpla con su rol y con las funciones establecidas en la propia Constitución.

En México, ya existen muchas empresas en cuyos procesos se han incorporado acciones en beneficio de sus trabajadores, de sus familias y del entorno en donde se desarrollan.

El sector agroalimentario nacional asume este compromiso conjuntamente con el sector empresarial; seguramente la unidad y la coordinación de esfuerzos con el Gobierno en todos los niveles y enfocados en este fin común, se verá traducido en mayor crecimiento, desarrollo y bienestar para todos los mexicanos.

Director General

Consejo Nacional Agropecuario.