/ miércoles 29 de noviembre de 2017

El observador parlamentario | Expectativas del Nuevo príncipe como artífice del Congreso

La revelación del Nuevo príncipe·, por fin, la dio a conocer el presidente de gobierno, Enrique Peña Nieto, eligió a su candidato, José Antonio Meade Kuribreña, falta aún sea su sucesor La transmisión del poder se ha modificado.

El virtual candidato del Partido Revolucionario Institucional no es el mejor posicionado en las encuestas de popularidad, arranca con desventaja, sin embargo, dispone de medios para avanzar en la posibilidad de potenciar su competitividad, se enfrenta a un doble esfuerzo: acreditar a su partido rezagado en la tercera fila y conquistar el galardón presidencial en 2018.

Entre las ventajas / desventajas exhibidas destaca la de su origen, no proviene del establo tradicional de un político clásico, no es un militante del partido tricolor, cuya vetusta mala fama de autoritario, corrupto y antiautoritario es un verdadero obstáculo para convencer a la ciudadanía de propiciar el cambio.

Para amplias capas de la sociedad Meade Kuribreña, es un tecnócrata que aplicará la misma receta de la globalización; la oposición lo calificará de representar el continuismo, la pasión se desborda y se clama la revancha del Pacto por México, una campaña donde él debe mostrar ser competitivo.

Los rasgos que se destacarán con el fin de recuperar su competitividad son: su filiación religiosa católica, su función pública como eficaz y honesto servidor público, alejado del ritual político de operación electoral adicta a la componenda y fraude en los comicios, su capacidad de negociador de conflictos cuya habilidad se demostrara en los debates donde debe desarticular la réplica ofensiva con la persuasión, más el conocimiento con cual pueda desarmar al adversario sin renunciar a la crítica y a la vez obtener el consenso; no privilegiará la confrontación, al contrario se inclinará a la negociación del convencimiento. Es un candidato persuasivo, fortalecido por su cultura y civilidad.

Los límites del continuismo son la creciente deuda pública, la caída del TLCAN, la corrupción, la violencia generalizada auspiciante de la crisis humanitaria, la inflación y la desigualdad profunda que enfrentan los mexicanos.

Este escenario será modificado o atenuado en las relaciones cercanas con los centros de poder, como ocurrió con el frenado de la deuda pública en su inclusión en el Presupuesto federal de 2018, la cual no se incrementó posiblemente para su uso retorico de la próxima campaña. Su capacidad de negociar con centros de poder de la globalización son óptimos, pero debe convencer que esa es la vía correcta.

Es muy difícil ocultar el rechazo creciente a la impunidad ante los excesos electorales del PRI en las pasadas elecciones, avaladas por el Tribunal electoral garante de los intereses de quienes los nombraron, así como la militarización del país son regresiones autoritarias aumentan la parafernalia del destape, es el intento de regresar al viejo autoritarismo y la impunidad.

LA CONFORMACIÓN DEL NUEVO CONGRESO, entre los recursos que dispone el virtual candidato del PRI son la plataforma electoral y las candidaturas que postulará a la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. En la primera se abre el espacio a un programa de gobierno de participación ciudadana y responsabilidad de los servidores públicos, con la condicionante de cumplirse.

En la conformación de la nueva Legislatura se advierte la falta de vínculo directo del candidato con el poder de representación, no es totalmente ajeno, sus lazos familiares disponen de antecedentes que lo acercan indirectamente a las experiencias del Congreso, como es la presencia de Dionisio Meade y García de León, quien fuera diputado en la LVII Legislatura del Congreso y posteriormente Subsecretario de enlace legislativo en la Secretaría de Gobernación, de alguna manera la integración del Congreso no será improvisada ni ocurrente, también se ha visto rodeado de expertos que provienen de la lejana XLVII Legislatura con lo que se cierra y aproxima una experiencia legislativa mejor valorada.

La revelación del Nuevo príncipe·, por fin, la dio a conocer el presidente de gobierno, Enrique Peña Nieto, eligió a su candidato, José Antonio Meade Kuribreña, falta aún sea su sucesor La transmisión del poder se ha modificado.

El virtual candidato del Partido Revolucionario Institucional no es el mejor posicionado en las encuestas de popularidad, arranca con desventaja, sin embargo, dispone de medios para avanzar en la posibilidad de potenciar su competitividad, se enfrenta a un doble esfuerzo: acreditar a su partido rezagado en la tercera fila y conquistar el galardón presidencial en 2018.

Entre las ventajas / desventajas exhibidas destaca la de su origen, no proviene del establo tradicional de un político clásico, no es un militante del partido tricolor, cuya vetusta mala fama de autoritario, corrupto y antiautoritario es un verdadero obstáculo para convencer a la ciudadanía de propiciar el cambio.

Para amplias capas de la sociedad Meade Kuribreña, es un tecnócrata que aplicará la misma receta de la globalización; la oposición lo calificará de representar el continuismo, la pasión se desborda y se clama la revancha del Pacto por México, una campaña donde él debe mostrar ser competitivo.

Los rasgos que se destacarán con el fin de recuperar su competitividad son: su filiación religiosa católica, su función pública como eficaz y honesto servidor público, alejado del ritual político de operación electoral adicta a la componenda y fraude en los comicios, su capacidad de negociador de conflictos cuya habilidad se demostrara en los debates donde debe desarticular la réplica ofensiva con la persuasión, más el conocimiento con cual pueda desarmar al adversario sin renunciar a la crítica y a la vez obtener el consenso; no privilegiará la confrontación, al contrario se inclinará a la negociación del convencimiento. Es un candidato persuasivo, fortalecido por su cultura y civilidad.

Los límites del continuismo son la creciente deuda pública, la caída del TLCAN, la corrupción, la violencia generalizada auspiciante de la crisis humanitaria, la inflación y la desigualdad profunda que enfrentan los mexicanos.

Este escenario será modificado o atenuado en las relaciones cercanas con los centros de poder, como ocurrió con el frenado de la deuda pública en su inclusión en el Presupuesto federal de 2018, la cual no se incrementó posiblemente para su uso retorico de la próxima campaña. Su capacidad de negociar con centros de poder de la globalización son óptimos, pero debe convencer que esa es la vía correcta.

Es muy difícil ocultar el rechazo creciente a la impunidad ante los excesos electorales del PRI en las pasadas elecciones, avaladas por el Tribunal electoral garante de los intereses de quienes los nombraron, así como la militarización del país son regresiones autoritarias aumentan la parafernalia del destape, es el intento de regresar al viejo autoritarismo y la impunidad.

LA CONFORMACIÓN DEL NUEVO CONGRESO, entre los recursos que dispone el virtual candidato del PRI son la plataforma electoral y las candidaturas que postulará a la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. En la primera se abre el espacio a un programa de gobierno de participación ciudadana y responsabilidad de los servidores públicos, con la condicionante de cumplirse.

En la conformación de la nueva Legislatura se advierte la falta de vínculo directo del candidato con el poder de representación, no es totalmente ajeno, sus lazos familiares disponen de antecedentes que lo acercan indirectamente a las experiencias del Congreso, como es la presencia de Dionisio Meade y García de León, quien fuera diputado en la LVII Legislatura del Congreso y posteriormente Subsecretario de enlace legislativo en la Secretaría de Gobernación, de alguna manera la integración del Congreso no será improvisada ni ocurrente, también se ha visto rodeado de expertos que provienen de la lejana XLVII Legislatura con lo que se cierra y aproxima una experiencia legislativa mejor valorada.