/ viernes 17 de agosto de 2018

El rol de la juventud en el desarrollo

Por Mónica Trigos, Asociada del Programa de Jóvenes de COMEXI

El pasado 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud, que busca crear conciencia sobre el rol, problemas y retos que enfrenta este sector de la sociedad. Actualmente, muchos jóvenes alrededor del mundo viven en aislamiento y no pueden ser partícipes en la vida cívica y política de sus países debido a los contextos sociales y económicos particulares de cada país.

En México existen iniciativas que promueven la participación y el involucramiento de los jóvenes con una visión de un mundo mejor y con la premisa principal de “no dejar a nadie atrás”, amparados bajo la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La naturaleza de los ODS es multidimensional y transversal, pues contemplan el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente.

Si bien la Agenda es un compromiso de Estado, implica una responsabilidad compartida y una colaboración integral para su cumplimiento. Por tanto, se contempla el involucramiento de actores de la sociedad civil que, al representar causas y sectores específicos de la población, cooperan e inciden en los vacíos que el Estado a veces no puede cubrir.

De esta manera, la participación de la sociedad civil mexicana joven ha sido muy importante en la Agenda 2030. Un caso especial es MY World México, una iniciativa apoyada por la Campaña de Acción de los ODS de la ONU desde 2016, que funciona como una red y alianza con gran representación conformada por 40 organizaciones (sociedad civil, academia, sector privado, sector público y movimientos sociales) y 80 jóvenes voluntarios.

Con más de 5,000 acciones implementadas, se ha logrado tener un impacto en la vida de más de 50,000 personas en 28 estados de la república mexicana. Su alcance ha sido tal que sus miembros han representado a México en más de 50 procesos de incidencia de la ONU en diversas áreas.

Por ejemplo, han dedicado esfuerzos en temas ambientales, como la limpieza de las costas; de fomento a la educación, con más de 87 talleres y seminarios; o de incidencia en la toma de decisiones, mediante la aplicación de 58,000 muestras de la Encuesta Global de las Naciones Unidas para un Mundo Mejor.

En consecuencia, una plataforma como ésta es benéfica para la sociedad ya que, por un lado, es incluyente, sostiene una coordinación organizada, genera un diálogo constructivo con diferentes puntos de vista y le da voz a todos aquellos que muchas veces no la tienen.Asimismo, este tipo de espacios se muestran como una alternativa frente a problemas actuales de violencia y salud pública en México.

Sin lugar a dudas, es constructivo y conveniente para la sociedad mexicana tener ciudadanos jóvenes comprometidos con un mundo donde sea posible satisfacer las necesidades del presente, sin comprometer las del futuro, tales como fomentar mayor igualdad de género,terminar con la pobreza y el hambre, y promover la paz y la justicia.

Los jóvenes mexicanos están capitalizando su ciudadanía; con su renovado papel protagónico buscan incidir activamente en la toma de decisiones y en el proceso de transformación del país.

Por Mónica Trigos, Asociada del Programa de Jóvenes de COMEXI

El pasado 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud, que busca crear conciencia sobre el rol, problemas y retos que enfrenta este sector de la sociedad. Actualmente, muchos jóvenes alrededor del mundo viven en aislamiento y no pueden ser partícipes en la vida cívica y política de sus países debido a los contextos sociales y económicos particulares de cada país.

En México existen iniciativas que promueven la participación y el involucramiento de los jóvenes con una visión de un mundo mejor y con la premisa principal de “no dejar a nadie atrás”, amparados bajo la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La naturaleza de los ODS es multidimensional y transversal, pues contemplan el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente.

Si bien la Agenda es un compromiso de Estado, implica una responsabilidad compartida y una colaboración integral para su cumplimiento. Por tanto, se contempla el involucramiento de actores de la sociedad civil que, al representar causas y sectores específicos de la población, cooperan e inciden en los vacíos que el Estado a veces no puede cubrir.

De esta manera, la participación de la sociedad civil mexicana joven ha sido muy importante en la Agenda 2030. Un caso especial es MY World México, una iniciativa apoyada por la Campaña de Acción de los ODS de la ONU desde 2016, que funciona como una red y alianza con gran representación conformada por 40 organizaciones (sociedad civil, academia, sector privado, sector público y movimientos sociales) y 80 jóvenes voluntarios.

Con más de 5,000 acciones implementadas, se ha logrado tener un impacto en la vida de más de 50,000 personas en 28 estados de la república mexicana. Su alcance ha sido tal que sus miembros han representado a México en más de 50 procesos de incidencia de la ONU en diversas áreas.

Por ejemplo, han dedicado esfuerzos en temas ambientales, como la limpieza de las costas; de fomento a la educación, con más de 87 talleres y seminarios; o de incidencia en la toma de decisiones, mediante la aplicación de 58,000 muestras de la Encuesta Global de las Naciones Unidas para un Mundo Mejor.

En consecuencia, una plataforma como ésta es benéfica para la sociedad ya que, por un lado, es incluyente, sostiene una coordinación organizada, genera un diálogo constructivo con diferentes puntos de vista y le da voz a todos aquellos que muchas veces no la tienen.Asimismo, este tipo de espacios se muestran como una alternativa frente a problemas actuales de violencia y salud pública en México.

Sin lugar a dudas, es constructivo y conveniente para la sociedad mexicana tener ciudadanos jóvenes comprometidos con un mundo donde sea posible satisfacer las necesidades del presente, sin comprometer las del futuro, tales como fomentar mayor igualdad de género,terminar con la pobreza y el hambre, y promover la paz y la justicia.

Los jóvenes mexicanos están capitalizando su ciudadanía; con su renovado papel protagónico buscan incidir activamente en la toma de decisiones y en el proceso de transformación del país.