/ jueves 2 de septiembre de 2021

El Valor del Agua

La semana pasada tuvo lugar el Foro Mundial del Agua, de manera virtual, y con el lema El Valor del Agua, desde el punto de vista económico, social, natural, cultural, entre otros aspectos. Quedó puesto sobre la mesa que es determinante contar con financiamiento para alcanzar las metas planteadas.

La temática del agua es crucial para garantizar la vida en la Tierra; la cantidad de problemas asociados a dicho líquido son tales, que no hay una sola bolsa de recursos financieros que alcance para darles solución. Por lo tanto, incorporar recursos privados, públicos y de cooperación internacional se convierte en la estrategia imperate para poner en marcha las propuestas de acciones y tecnologías que den solución a varios de estos problemas, estrategia enmarcada en un proceso de planeación con metas en el corto, mediano y largo plazo.

En el concierto internacional, los siguientes cinco problemas son los que más preocupan: a) creciente demanda del agua y los impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos, que afectan principalmente su distribución; b) incremento en la escasez del agua superficia, principalmente debido al problema de su mala calidad; c) conflictos sociales relacionados con la disponibilidad del agua; d) disponibilidad de agua subterránea; y

e) alternativas de solución a los mismos en el marco de la justicia hídrica.

Justicia entendida como la posibilidad de dotar de agua potable de buena calidad a toda la población.

La agenda hídrica es muy completa y al mismo tiempo muy compleja porque necesitamos hacer uso de este recurso absolutamente para todas las actividades del ser humano, las económicas, sociales, recreativas, culturales y más hoy, en el marco de la pandemia, ya que se ha convertido en el líquido indispensable para prevenir el contagio.

Cuando me refiero a la complejidad de la agenda, me refiero a la cantidad de temas específicos que integran dicha agenda, y a que, en cada uno de ellos, se puede revisar el status, analizar y entender su propia evolución. Es decir, revisar el tema del agua como fuente de vida, su institucionalida, el tipo de uso de agua, la ciencia, la tecnología, la cultura, la gobernanza, el contexto internacional y la justicia hídrica.

Por lo anterior, la gestión hídrica es fundamental para alcanzar el desarrollo humano sostenible.

En México contamos actualmente con el Programa Nacional Hídrico (1919-2024) y los Programas Hídricos Regionales. Hoy la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) divide al país en 13 regiones hídricas y su gestión se da a través de 27 consejos de cuenca, y prácticamente todas las cuencas del país presentan un fuerte problema de contaminación y de sobrexplotación. El World Resources Institute (WRI) califica la situación de que “México vive en stress hídrico”.

En nuestro país, el principal uso del agua lo hace el sector agrícola con casi 80%, pero al mismo tiempo es el sector que presenta mayor pérdida de agua por ineficiencias, más del 50% es líquido se pierde, además de la péridida natural por infiltración y la evaporación.

En el marco jurídico, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que se debe de garantizar el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento, sin embargo, en la práctica, muchos de los problemas públicos están relacionados con temas de injusticia, es decir, es decir que el acceso a los servicios de agua potable es inequitativo, así como a las acciones de saneamiento.

Por todo lo anterior, coincido plenamente con lo que señala el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) al afirmar que solo se podrá tener un país más justo si se reconoce la transversalidad en el uso eficiente del agua. Ahí es donde el conocimiento, innovación, tecnología, ciencia, ética, gobernanza, se entrecruzan.

La gobernanza hídrica, también debe de ser atendida, porque los problemas resultan de la mala calidad del recursos y de la falta de abastecimiento, y con ello se violentan los derechos humanos a un medio ambiente sano y al saneamiento.

Pero también hay noticias buenas, la semana pasada se presentó que está por publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la actualización de la Norma Oficial Mexicana NOM 001 sobre calidad del agua, que seguía manteniendo vigentes los niveles de contaminación determinados desde 1994; ello hacía que los límites permitidos de residuos contaminantes fueran obsoletos.

Esperemos que el tema de gobernanza y justicia hídrica incentive a los legisladores que inician la nueva legislatura a que tengamos finalmente actualizada la Ley de Aguas Nacionales (LAN) y a que incrementen recursos presupuestales para la gestión hídrica.

Es un imperativo de justicia y derechos humanos: sin agua, no hay vida