/ domingo 11 de febrero de 2024

Entre piernas y telones / Las meninas, mucho más que diversión

Son tan, tan, tan divertidas que en muchas ocasiones eso hace que se pasen por alto los muchos valores teatrales que tiene cada uno de los montajes de Las meninas, que una vez más están en cartelera con un espectáculo sensacional: Hernán Cortés, nuestro primer villano.

Las Meninas (originalmente novohispanas), es un concepto nacido hace más de una década, y es ejemplo de creatividad y preparación exhaustiva (más de 25 montajes así lo prueban) que se ha convertido en un éxito absoluto.

Para quienes aún no las ubiquen Las meninas son tres mujeres que habitaron en México en el siglo XVIII, y que fueron acusadas por la Santa Inquisición, de la que pudieron escapar gracias a un hechizo, que las dejó plasmadas en una pintura. Ahora, el hechizo se ha roto y las tremendas féminas están de vuelta para contar diversos episodios de la historia de México, desde su muy agudo y jocoso punto de vista.

Hoy, toca el turno a una nueva versión actualizada de Hernán Cortés, que cuenta las aventuras (o desventuras) del conquistador de la gran Tenochtitlán hace poco más de 500 años.

El primer gran mérito es el libreto. ¡Qué maravilla! Sus autores Hugo Serrano, quien es también el productor, y Luis Huitrón, director y protagonista del montaje. El logro enorme del libreto es fundamentar cada escena en datos históricos, verídicos, documentales, aderezados por ingenio, humor, irreverencia, lo que da como resultado puestas en escena geniales. Los momentos musicales son realmente soberbios y a esto hay que sumar la brillante caracterización (vestuario, maquillaje, pelucas…). Cada vestuario es una joya creada por Marina Orozco, que parte de diseños originales de la época colonial.

Se explica en el programa de mano que el personaje de ‘Alma María’ “porta un traje de lienzo blanco pintado a mano con motivos de talavera poblana. Las aves y los mosaicos están basados en diseños reales de azulejería virreinal. Entreverado en el vestido se encuentra escrito en hebreo el rezo del Shejeyanu, de gran valor y simbolismo judío.

“La tía Cecilia porta un vestido inspirado en los murales de Cacaxtla. Se resalta la importancia prehispánica de la grana cochinilla y del azul maya. El peto se conforma por plumas de pavorreal naturales cosidas entre sí; y Bárbara viste un traje con tontillo, en el que el textil de elaboración es una bella tela italiana con un brocado que inspira el demasquinado, antigua técnica utilizada en el medioevo y que consiste en bordar manualmente hilos metálicos de oro sobre una piedra negra”.

A esto hay que agregar la iluminación, escenografía, videos, todo estupendo, pero sobre todo el trabajo actoral. ¡bravo, bravo, bravo!

Una vez más Luis Huitrón, Christian Escorcia y Gina Gran B estupendos en los roles centrales. Al ya de por sí genial libreto hay que sumarle las breves, pero más que efectivas improvisaciones.

A ellos tres hay que sumar las actuaciones de Norma López, Marvin Ortega, Carlos Rodea, César Baqueiro, Natalia Quiroz y Alain Peñaloza.

Son ya tres años de arrollador éxito de Las meninas en el teatro Milán; tres años de funciones agotadas, de público enloquecido, de clases de historia, de ingenio desbordado, de teatro en su más alta expresión.

Hernán Cortés. Nuestro primer villano se presenta los jueves hasta el 7 de marzo a las 20:45 horas.

Son tan, tan, tan divertidas que en muchas ocasiones eso hace que se pasen por alto los muchos valores teatrales que tiene cada uno de los montajes de Las meninas, que una vez más están en cartelera con un espectáculo sensacional: Hernán Cortés, nuestro primer villano.

Las Meninas (originalmente novohispanas), es un concepto nacido hace más de una década, y es ejemplo de creatividad y preparación exhaustiva (más de 25 montajes así lo prueban) que se ha convertido en un éxito absoluto.

Para quienes aún no las ubiquen Las meninas son tres mujeres que habitaron en México en el siglo XVIII, y que fueron acusadas por la Santa Inquisición, de la que pudieron escapar gracias a un hechizo, que las dejó plasmadas en una pintura. Ahora, el hechizo se ha roto y las tremendas féminas están de vuelta para contar diversos episodios de la historia de México, desde su muy agudo y jocoso punto de vista.

Hoy, toca el turno a una nueva versión actualizada de Hernán Cortés, que cuenta las aventuras (o desventuras) del conquistador de la gran Tenochtitlán hace poco más de 500 años.

El primer gran mérito es el libreto. ¡Qué maravilla! Sus autores Hugo Serrano, quien es también el productor, y Luis Huitrón, director y protagonista del montaje. El logro enorme del libreto es fundamentar cada escena en datos históricos, verídicos, documentales, aderezados por ingenio, humor, irreverencia, lo que da como resultado puestas en escena geniales. Los momentos musicales son realmente soberbios y a esto hay que sumar la brillante caracterización (vestuario, maquillaje, pelucas…). Cada vestuario es una joya creada por Marina Orozco, que parte de diseños originales de la época colonial.

Se explica en el programa de mano que el personaje de ‘Alma María’ “porta un traje de lienzo blanco pintado a mano con motivos de talavera poblana. Las aves y los mosaicos están basados en diseños reales de azulejería virreinal. Entreverado en el vestido se encuentra escrito en hebreo el rezo del Shejeyanu, de gran valor y simbolismo judío.

“La tía Cecilia porta un vestido inspirado en los murales de Cacaxtla. Se resalta la importancia prehispánica de la grana cochinilla y del azul maya. El peto se conforma por plumas de pavorreal naturales cosidas entre sí; y Bárbara viste un traje con tontillo, en el que el textil de elaboración es una bella tela italiana con un brocado que inspira el demasquinado, antigua técnica utilizada en el medioevo y que consiste en bordar manualmente hilos metálicos de oro sobre una piedra negra”.

A esto hay que agregar la iluminación, escenografía, videos, todo estupendo, pero sobre todo el trabajo actoral. ¡bravo, bravo, bravo!

Una vez más Luis Huitrón, Christian Escorcia y Gina Gran B estupendos en los roles centrales. Al ya de por sí genial libreto hay que sumarle las breves, pero más que efectivas improvisaciones.

A ellos tres hay que sumar las actuaciones de Norma López, Marvin Ortega, Carlos Rodea, César Baqueiro, Natalia Quiroz y Alain Peñaloza.

Son ya tres años de arrollador éxito de Las meninas en el teatro Milán; tres años de funciones agotadas, de público enloquecido, de clases de historia, de ingenio desbordado, de teatro en su más alta expresión.

Hernán Cortés. Nuestro primer villano se presenta los jueves hasta el 7 de marzo a las 20:45 horas.