/ jueves 9 de noviembre de 2023

Escuchando a las nuevas dueñas de la industria musical 

Twitter: @cons_gentil


La lista del Hot 100 de Billboard de esta semana entró a la historia por segunda vez ya que los 10 primeros lugares fueron ocupados por mujeres. Dentro de estos 10 lugares, 8 de ellos están ocupados por Taylor Swift, a raíz del lanzamiento de su más reciente regrabación: el álbum 1989 (Taylor’s version). En la semana del 31 de octubre de 2022 Taylor Swift también hizo historia pues ocupó la totalidad de los 10 primeros lugares del Hot 100 de Billboard con canciones de su más reciente álbum de estudio Midnights que tenía pocos días de ser lanzado. Estos son logros sumamente notables que ninguna otra artista femenina ha logrado alcanzar en la historia. Y aunque ya hemos dedicado este espacio a hablar sobre la gran influencia de Taylor Swift, esta vez iremos más allá.

Estos indicadores son la consecuencia de un cambio considerable en la presencia de las mujeres en el mundo de la música a comparación de décadas anteriores. Durante los años noventa y una buena parte de los 2000s podíamos ver que bandas como Kings Of Leon, The Killers, Kasabian, The Kooks, One Direction, Busted, Foo Fighters, Backstreet Boys, The Strokes y Coldplay eran quienes ocupaban los primeros lugares en las listas de popularidad. No es que durante estas épocas no hubiera mujeres en la música, sino que no era tan común que dominaran de la manera en la que lo hacen ahora. Y a pesar de que presenciamos a íconos como Britney Spears, Whitney Houston y Avril Lavigne, muchas de ellas fueron objetificadas a pesar de su talento.

Lo que estamos presenciando es un fenómeno importante en la industria de la música y en la cultura pop en general. Artistas como Taylor Swift, Beyoncé, Lizzo, Billie Eilish, Karol G, Miley Cyrus, Doja Cat, Dua Lipa, Rosalía, Olivia Rodrigo y Cardi B son testimonio de un papel cambiante de las mujeres en la industria musical. Su presencia nos muestra una metamorfosis importante en el que ya no solo vemos a las mujeres como musas sino como artistas creadoras también, pasando así de un papel pasivo a uno activo. Una de las partes más importantes de esto es que las mujeres pueden controlar su propia narrativa y contar su propia historia. Presenciamos un cambio importante de pasar de ser objetos sexuales y/o amorosos en videos y canciones para ser compositoras, cantantes, productoras e intérpretes respetadas en la industria.

Una característica de cómo las mujeres eran vistas en la industria durante los 90s y 2000s era la constante manera en la que los medios las ponían a competir entre ellas (un mal hábito que muchos tienen hasta el día de hoy). Ahora es común que veamos que refieren una a la otra como alianzas, mentoras, inspiraciones y no cómo competencia. Al mismo tiempo las temáticas de las canciones ya no solo hablan sobre motivos amorosos (que muchas veces tienen que ver con hombres) sino de los retos de su propia existencia, su libertad, el amor propio, temáticas sociales como el machismo y el racismo, la presión de no ser suficiente, abusos emocionales, entre otros.

Este cambio es un producto de la cultura y por lo tanto es consecuencia de otros cambios también. Sin embargo, el testimonio más importante del nuevo papel de las mujeres en la industria musical es lo redituable que se ha vuelto apostar por el talento femenino a través de varios géneros. A pesar de que todavía falte que la industria en su totalidad refleje esta igualdad (también en roles como productoras y compositoras) esta es sin duda alguna una ganancia que, a través de la música, uno de los productos culturales más importantes que el ser humano ha creado en la historia, podamos escuchar -literalmente- la voz de las mujeres clara y fuerte.

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La lista del Hot 100 de Billboard de esta semana entró a la historia por segunda vez ya que los 10 primeros lugares fueron ocupados por mujeres. Dentro de estos 10 lugares, 8 de ellos están ocupados por Taylor Swift, a raíz del lanzamiento de su más reciente regrabación: el álbum 1989 (Taylor’s version). En la semana del 31 de octubre de 2022 Taylor Swift también hizo historia pues ocupó la totalidad de los 10 primeros lugares del Hot 100 de Billboard con canciones de su más reciente álbum de estudio Midnights que tenía pocos días de ser lanzado. Estos son logros sumamente notables que ninguna otra artista femenina ha logrado alcanzar en la historia. Y aunque ya hemos dedicado este espacio a hablar sobre la gran influencia de Taylor Swift, esta vez iremos más allá.

Estos indicadores son la consecuencia de un cambio considerable en la presencia de las mujeres en el mundo de la música a comparación de décadas anteriores. Durante los años noventa y una buena parte de los 2000s podíamos ver que bandas como Kings Of Leon, The Killers, Kasabian, The Kooks, One Direction, Busted, Foo Fighters, Backstreet Boys, The Strokes y Coldplay eran quienes ocupaban los primeros lugares en las listas de popularidad. No es que durante estas épocas no hubiera mujeres en la música, sino que no era tan común que dominaran de la manera en la que lo hacen ahora. Y a pesar de que presenciamos a íconos como Britney Spears, Whitney Houston y Avril Lavigne, muchas de ellas fueron objetificadas a pesar de su talento.

Lo que estamos presenciando es un fenómeno importante en la industria de la música y en la cultura pop en general. Artistas como Taylor Swift, Beyoncé, Lizzo, Billie Eilish, Karol G, Miley Cyrus, Doja Cat, Dua Lipa, Rosalía, Olivia Rodrigo y Cardi B son testimonio de un papel cambiante de las mujeres en la industria musical. Su presencia nos muestra una metamorfosis importante en el que ya no solo vemos a las mujeres como musas sino como artistas creadoras también, pasando así de un papel pasivo a uno activo. Una de las partes más importantes de esto es que las mujeres pueden controlar su propia narrativa y contar su propia historia. Presenciamos un cambio importante de pasar de ser objetos sexuales y/o amorosos en videos y canciones para ser compositoras, cantantes, productoras e intérpretes respetadas en la industria.

Una característica de cómo las mujeres eran vistas en la industria durante los 90s y 2000s era la constante manera en la que los medios las ponían a competir entre ellas (un mal hábito que muchos tienen hasta el día de hoy). Ahora es común que veamos que refieren una a la otra como alianzas, mentoras, inspiraciones y no cómo competencia. Al mismo tiempo las temáticas de las canciones ya no solo hablan sobre motivos amorosos (que muchas veces tienen que ver con hombres) sino de los retos de su propia existencia, su libertad, el amor propio, temáticas sociales como el machismo y el racismo, la presión de no ser suficiente, abusos emocionales, entre otros.

Este cambio es un producto de la cultura y por lo tanto es consecuencia de otros cambios también. Sin embargo, el testimonio más importante del nuevo papel de las mujeres en la industria musical es lo redituable que se ha vuelto apostar por el talento femenino a través de varios géneros. A pesar de que todavía falte que la industria en su totalidad refleje esta igualdad (también en roles como productoras y compositoras) esta es sin duda alguna una ganancia que, a través de la música, uno de los productos culturales más importantes que el ser humano ha creado en la historia, podamos escuchar -literalmente- la voz de las mujeres clara y fuerte.