/ martes 27 de junio de 2023

Ahora todos quieren escuchar la versión de Taylor

A lo largo de las últimas semanas, y si somos más específicos, de los últimos meses, se ha vuelto un poco difícil escapar de Taylor Swift. Parece que, sin importar si nos consideramos sus fans o no, la cantante originaria de Pennsylvania está en todos lados.

Independientemente si escuchemos su música o no, vale la pena detenernos a analizar el fenómeno cultural de Taylor Swift en la actualidad y cómo ha llegado a construir un nivel sin precedentes de éxito e impacto, que parecen aumentar con cada anuncio que hace. En octubre, la cantautora, de 32 años, pasó de provocar la caída de Spotify el día del lanzamiento de su décimo álbum de estudio, 'Midnights', a batir récords de streaming y ventas, arrasar en las listas y emerger como la primera artista en historia ocupando los 10 primeros lugares en el Billboard Hot 100, todo en un lapso de 10 días. Posteriormente, durante la venta de boletos de The Eras Tour en Estados Unidos, la demanda fue tanta y las controversias al no conseguir boletos fueron tan grandes que la historia llegó a los titulares internacionales y condujo a una audiencia en el Congreso de Estados Unidos sobre los procesos de Ticketmaster.

Pero, ¿qué es lo que hace que, en una época de tantos desacuerdos, tantos millones de personas de diferentes generaciones tengan en común el amor por Taylor Swift y su música? Hay muchas razones que podrían explicarlo, pero considero que una de las más importantes ha sido reivindicar y revalorizar la narrativa del punto de vista femenino a toda costa. De pasar de ser considerada una adolescente más cantando canciones de amor sin mucha relevancia, se ha convertido una de las cantantes más condecoradas y respetadas internacionalmente gracias a su autenticidad y creatividad.

Hubo un tiempo que, muchas veces, los álbumes que escribió cuando era adolescente y la lanzaron a la fama, injustamente se reducían a sobre cuál de sus ex novios famosos se trataban. Hoy en día las regrabaciones de esos mismos álbumes son ejemplos históricos del derecho de los artistas a ser dueños de su propia música.

Ante el lanzamiento de la regrabación de su álbum Red (Taylor’s version) en noviembre de 2021 y la nueva versión de 10 minutos de la canción All Too Well, el NY Times dijo que esta versión de la canción sobre una ruptura amorosa de 2012 se deleita en sus detalles y su enorme duración, corrigiendo un desequilibrio de poder en la relación que describe. Y es éste justo uno de sus más grandes logros: el no solo encontrar un espacio para una visión honesta y puramente femenina de los hechos en la música comercial (cosa que probablemente no hubiera podido suceder en 2012), sino el lograr comercializarlos y generar una huella sin precedentes en la industria musical, en la cultura, y en la industria del entretenimiento. Pasar del famoso gaslighting a esto es, sin duda alguna, un gran logro.

La gran habilidad musical como cantautora de Taylor Swift le ha ganado un lugar privilegiado en la música, pero ha sido el momento cultural del empoderamiento femenino que también ha permitido que tuviera este nivel de éxito. Y más allá de si nos guste o no su música, es de reconocerse que después de tantos años de incredulidad hacia las mujeres como figuras públicas, ahora haya tantas personas ansiosas para escuchar la versión de los hechos desde el punto de vista de Taylor (mejor conocida como Taylor’s version).

A pesar de todo el camino que queda por recorrer, es increíblemente valioso saber que las nuevas generaciones de niñas crecerán en un mundo en el que una figura como Taylor Swift seguirá revalorizando la versión de las mujeres en un mundo que estaba acostumbrado a no escucharlas.

A lo largo de las últimas semanas, y si somos más específicos, de los últimos meses, se ha vuelto un poco difícil escapar de Taylor Swift. Parece que, sin importar si nos consideramos sus fans o no, la cantante originaria de Pennsylvania está en todos lados.

Independientemente si escuchemos su música o no, vale la pena detenernos a analizar el fenómeno cultural de Taylor Swift en la actualidad y cómo ha llegado a construir un nivel sin precedentes de éxito e impacto, que parecen aumentar con cada anuncio que hace. En octubre, la cantautora, de 32 años, pasó de provocar la caída de Spotify el día del lanzamiento de su décimo álbum de estudio, 'Midnights', a batir récords de streaming y ventas, arrasar en las listas y emerger como la primera artista en historia ocupando los 10 primeros lugares en el Billboard Hot 100, todo en un lapso de 10 días. Posteriormente, durante la venta de boletos de The Eras Tour en Estados Unidos, la demanda fue tanta y las controversias al no conseguir boletos fueron tan grandes que la historia llegó a los titulares internacionales y condujo a una audiencia en el Congreso de Estados Unidos sobre los procesos de Ticketmaster.

Pero, ¿qué es lo que hace que, en una época de tantos desacuerdos, tantos millones de personas de diferentes generaciones tengan en común el amor por Taylor Swift y su música? Hay muchas razones que podrían explicarlo, pero considero que una de las más importantes ha sido reivindicar y revalorizar la narrativa del punto de vista femenino a toda costa. De pasar de ser considerada una adolescente más cantando canciones de amor sin mucha relevancia, se ha convertido una de las cantantes más condecoradas y respetadas internacionalmente gracias a su autenticidad y creatividad.

Hubo un tiempo que, muchas veces, los álbumes que escribió cuando era adolescente y la lanzaron a la fama, injustamente se reducían a sobre cuál de sus ex novios famosos se trataban. Hoy en día las regrabaciones de esos mismos álbumes son ejemplos históricos del derecho de los artistas a ser dueños de su propia música.

Ante el lanzamiento de la regrabación de su álbum Red (Taylor’s version) en noviembre de 2021 y la nueva versión de 10 minutos de la canción All Too Well, el NY Times dijo que esta versión de la canción sobre una ruptura amorosa de 2012 se deleita en sus detalles y su enorme duración, corrigiendo un desequilibrio de poder en la relación que describe. Y es éste justo uno de sus más grandes logros: el no solo encontrar un espacio para una visión honesta y puramente femenina de los hechos en la música comercial (cosa que probablemente no hubiera podido suceder en 2012), sino el lograr comercializarlos y generar una huella sin precedentes en la industria musical, en la cultura, y en la industria del entretenimiento. Pasar del famoso gaslighting a esto es, sin duda alguna, un gran logro.

La gran habilidad musical como cantautora de Taylor Swift le ha ganado un lugar privilegiado en la música, pero ha sido el momento cultural del empoderamiento femenino que también ha permitido que tuviera este nivel de éxito. Y más allá de si nos guste o no su música, es de reconocerse que después de tantos años de incredulidad hacia las mujeres como figuras públicas, ahora haya tantas personas ansiosas para escuchar la versión de los hechos desde el punto de vista de Taylor (mejor conocida como Taylor’s version).

A pesar de todo el camino que queda por recorrer, es increíblemente valioso saber que las nuevas generaciones de niñas crecerán en un mundo en el que una figura como Taylor Swift seguirá revalorizando la versión de las mujeres en un mundo que estaba acostumbrado a no escucharlas.