/ lunes 6 de marzo de 2023

Historia de la CDMX. El barrio bravo de Tepito

Desde la época prehispánica se tienen indicios donde la actividad comercial de los primeros pobladores de esta zona de la hoy Ciudad de México fue primordialmente comercial, donde entonces se realizaban las actividades primarias del comercio como hoy lo conocemos, es decir, a través del trueque de mercancías.

El nombre del barrio tiene origen náhuatl. El nombre es un derivado de teocal-tepiton que significa “pequeño templo”. En este sitio, en la época colonial, hubo también un templo católico llamado San Francisco Teocaltepiton. La palabra se fue acortando hasta dar lugar solamente a “Tepito”.

Dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc, en la colonia Morelos, el barrio bravo de Tepito concentra primordialmente algunos de los mercados públicos como el de Granaditas especializado en calzado; el mercado de la Lagunilla donde se pueden encontrar muebles y antigüedades principalmente. También se encuentran el pasaje Tepito, el Ribera Arturo, o el Mercado 23 de tenis. Siendo ésta la zona neurálgica comercial y económica de toda la Ciudad de México, y centro de distribución nacional de todas estas mercancías.

Aquí han visto más de 5 generaciones la herencia del comercio popular reflejado no solo en el interior de los mercados públicos, sino en los comerciantes en vía pública y tianguis, fijos y semifijos. También sin duda, desde hace más de 70 años, la venta de productos de primera necesidad, electrodomésticos, electrónicos, provenientes principalmente de los Estados Unidos conocidos como “fayuca” encontraron también aquí una oferta y demanda que fue el origen de la riqueza de miles de familias. La comercialización de productos ilícitos forma parte también de la realidad de esta zona y otras más de la Ciudad de México. Drogas psicoactivas, armas y otras mercancías que se han sofisticado en la conformación de grupos delictivos que se concentran jurisdiccionalmente, pero con presencia en todo el territorio de la ciudad e incluso más allá de sus fronteras.

Es injusto y falso pensar que el barrio bravo de Tepito se reduce a la presencia de grupos de la delincuencia organizada. La aportación cultural, su iconografía, su importancia política y el aporte a la identidad chilanga están muy por encima de la estigmatización de esta zona de la ciudad.

En Tepito viven aproximadamente 50 mil personas. La discriminación y persecución injusta que ha habido por parte de medios de comunicación, políticas públicas ignorantes y de parte de la sociedad, no han impedido que el barrio bravo se mantenga siempre en lucha con personajes tan representativos como el exfutbolista y hoy gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco quien vivió algunos años en el barrio bravo; el boxeador Raúl “el Ratón” Macías y Rubén “el Púas” Olivares quien se forjó en sus inicios en el emblemático barrio; luchadores como el Santo y el Huracán Ramírez, y más recientemente el Místico; Adalberto Martínez “Resortes” y Mario Antonio Campos mejor conocido como “Viruta”; o Lourdes Ruiz Baltazar alias “la Verdolaga enmascarada” y también conocida como la “Reina del albur”.

Tepito por su historia, Tepito por su presente y su valiosísimo espíritu guerrero, existe porque resiste.


Desde la época prehispánica se tienen indicios donde la actividad comercial de los primeros pobladores de esta zona de la hoy Ciudad de México fue primordialmente comercial, donde entonces se realizaban las actividades primarias del comercio como hoy lo conocemos, es decir, a través del trueque de mercancías.

El nombre del barrio tiene origen náhuatl. El nombre es un derivado de teocal-tepiton que significa “pequeño templo”. En este sitio, en la época colonial, hubo también un templo católico llamado San Francisco Teocaltepiton. La palabra se fue acortando hasta dar lugar solamente a “Tepito”.

Dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc, en la colonia Morelos, el barrio bravo de Tepito concentra primordialmente algunos de los mercados públicos como el de Granaditas especializado en calzado; el mercado de la Lagunilla donde se pueden encontrar muebles y antigüedades principalmente. También se encuentran el pasaje Tepito, el Ribera Arturo, o el Mercado 23 de tenis. Siendo ésta la zona neurálgica comercial y económica de toda la Ciudad de México, y centro de distribución nacional de todas estas mercancías.

Aquí han visto más de 5 generaciones la herencia del comercio popular reflejado no solo en el interior de los mercados públicos, sino en los comerciantes en vía pública y tianguis, fijos y semifijos. También sin duda, desde hace más de 70 años, la venta de productos de primera necesidad, electrodomésticos, electrónicos, provenientes principalmente de los Estados Unidos conocidos como “fayuca” encontraron también aquí una oferta y demanda que fue el origen de la riqueza de miles de familias. La comercialización de productos ilícitos forma parte también de la realidad de esta zona y otras más de la Ciudad de México. Drogas psicoactivas, armas y otras mercancías que se han sofisticado en la conformación de grupos delictivos que se concentran jurisdiccionalmente, pero con presencia en todo el territorio de la ciudad e incluso más allá de sus fronteras.

Es injusto y falso pensar que el barrio bravo de Tepito se reduce a la presencia de grupos de la delincuencia organizada. La aportación cultural, su iconografía, su importancia política y el aporte a la identidad chilanga están muy por encima de la estigmatización de esta zona de la ciudad.

En Tepito viven aproximadamente 50 mil personas. La discriminación y persecución injusta que ha habido por parte de medios de comunicación, políticas públicas ignorantes y de parte de la sociedad, no han impedido que el barrio bravo se mantenga siempre en lucha con personajes tan representativos como el exfutbolista y hoy gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco quien vivió algunos años en el barrio bravo; el boxeador Raúl “el Ratón” Macías y Rubén “el Púas” Olivares quien se forjó en sus inicios en el emblemático barrio; luchadores como el Santo y el Huracán Ramírez, y más recientemente el Místico; Adalberto Martínez “Resortes” y Mario Antonio Campos mejor conocido como “Viruta”; o Lourdes Ruiz Baltazar alias “la Verdolaga enmascarada” y también conocida como la “Reina del albur”.

Tepito por su historia, Tepito por su presente y su valiosísimo espíritu guerrero, existe porque resiste.