/ sábado 23 de julio de 2022

La moviola | La gran libertad. La asfixia del melodrama político

@lamoviola

Un ambiente de opresión y asfixia domina en la narrativa de La gran libertad (Sebastián Meise, Austria , Alemania, 2021). Por un lado la fotografía de Cristal Fournier de tono gris que prevalece en el ambiente, con tomas cerradas que por momentos inquietan, logran trasladar al espectador el ambiente que viven los personajes, pocos, lo que también da una sensación de soledad.

Por otro lado está una historia dura, sin casi concesiones sentimentales para dar paso a una metáfora política y social contada con soltura y sencillez sin eludir cierta complejidad y paradoja en la que se encuentran los personajes principales.

El filme fue seleccionado para competir en la Sección Un Certain Regard 2021 y de hecho ganó el Premio del Jurado. Además fue preselección de Austria para competir en la más reciente entrega del Oscar. Tal vez le faltó corrección política para avanzar en esta carrera.

En 1968, Hans un hombre homosexual (Franz Rogowski, certero y discreto en su papel, como el personaje demanda), es detenido y encarcelado en Alemania por faltas a la moral ya que tal condición se considera un delito. En su encierro, recuerda toda las veces que ha sido detenido y condenado. La primera en 1945, la segunda en 1957 y la actual que es donde parte la historia.

Las condenas que le imponen, en medio además de un ambiente de prejuicio y discriminación, son muy duras ya que además es señalado y tratado como paria por el sistema penitenciario. No sabemos en realidad a qué se dedica o quién es, los ojos del espectador sólo lo ven en el encierro. Hans, recuerda sus diferentes relaciones en medio de la monotonía e injusticia. Algunas de ellas, determinantes en su historia sentimental y otras asuntos pasajeros que lo llevan a prisión.

Desde la primera condenada conoce a Viktor ( Georg Friedich), un asesino convicto que es homofóbico y para colmo con él le toca compartir celda. A lo largo de sus ingresos a la cárcel, Hans se reencuentra con Viktor, adicto a la heroína y un personaje complejo de capas y matices, que de hecho, es el eje central de la historia, aunque esto, no es evidente en una lectura parcial.

En una escena, los dos hombres en 1969, platican la llegada a la Luna, que les ha sido permitido ver por televisión y comentan que el hecho parecía ser más emocionante que lo que presenciaron.

El filme resulta una metáfora del ejercicio de la libertad y la condición de está en un ambiente opresivo. Es incluso, una mirada a la espiritualidad y condición insumisa de los personajes en un mundo de represión política y social. En este punto, el planteamiento de Meise, resulta claro e incluso accesible y hábil. Hans, es un hilo conductor y Viktor, la paradoja con la que el director puede tener cierto tropiezo. Adicto a la heroína , encerrado desde hace varias décadas , su condición, no elude cierta moral del cineasta.

En todo caso, La gran libertad, vale por su manufactura y más que ser un cine de género evidente, lo cual es simplista, es un melodrama político.

Busque en la cartelera, es lo mejor de esta semana.


@lamoviola

Un ambiente de opresión y asfixia domina en la narrativa de La gran libertad (Sebastián Meise, Austria , Alemania, 2021). Por un lado la fotografía de Cristal Fournier de tono gris que prevalece en el ambiente, con tomas cerradas que por momentos inquietan, logran trasladar al espectador el ambiente que viven los personajes, pocos, lo que también da una sensación de soledad.

Por otro lado está una historia dura, sin casi concesiones sentimentales para dar paso a una metáfora política y social contada con soltura y sencillez sin eludir cierta complejidad y paradoja en la que se encuentran los personajes principales.

El filme fue seleccionado para competir en la Sección Un Certain Regard 2021 y de hecho ganó el Premio del Jurado. Además fue preselección de Austria para competir en la más reciente entrega del Oscar. Tal vez le faltó corrección política para avanzar en esta carrera.

En 1968, Hans un hombre homosexual (Franz Rogowski, certero y discreto en su papel, como el personaje demanda), es detenido y encarcelado en Alemania por faltas a la moral ya que tal condición se considera un delito. En su encierro, recuerda toda las veces que ha sido detenido y condenado. La primera en 1945, la segunda en 1957 y la actual que es donde parte la historia.

Las condenas que le imponen, en medio además de un ambiente de prejuicio y discriminación, son muy duras ya que además es señalado y tratado como paria por el sistema penitenciario. No sabemos en realidad a qué se dedica o quién es, los ojos del espectador sólo lo ven en el encierro. Hans, recuerda sus diferentes relaciones en medio de la monotonía e injusticia. Algunas de ellas, determinantes en su historia sentimental y otras asuntos pasajeros que lo llevan a prisión.

Desde la primera condenada conoce a Viktor ( Georg Friedich), un asesino convicto que es homofóbico y para colmo con él le toca compartir celda. A lo largo de sus ingresos a la cárcel, Hans se reencuentra con Viktor, adicto a la heroína y un personaje complejo de capas y matices, que de hecho, es el eje central de la historia, aunque esto, no es evidente en una lectura parcial.

En una escena, los dos hombres en 1969, platican la llegada a la Luna, que les ha sido permitido ver por televisión y comentan que el hecho parecía ser más emocionante que lo que presenciaron.

El filme resulta una metáfora del ejercicio de la libertad y la condición de está en un ambiente opresivo. Es incluso, una mirada a la espiritualidad y condición insumisa de los personajes en un mundo de represión política y social. En este punto, el planteamiento de Meise, resulta claro e incluso accesible y hábil. Hans, es un hilo conductor y Viktor, la paradoja con la que el director puede tener cierto tropiezo. Adicto a la heroína , encerrado desde hace varias décadas , su condición, no elude cierta moral del cineasta.

En todo caso, La gran libertad, vale por su manufactura y más que ser un cine de género evidente, lo cual es simplista, es un melodrama político.

Busque en la cartelera, es lo mejor de esta semana.