/ jueves 12 de agosto de 2021

Los pobres como escudo (Segunda parte)

No consiste la pobreza en poseer pocas cosas, sino en dejar de poseer muchas otras.

Séneca


Ya habíamos advertido las contradicciones de la política social del gobierno de López Obrador. Mostramos algunos rasgos del engaño extendido y publicitado. No perdamos de vista que uno de los lemas en que descansa el proyecto de la 4T es el de: “primero los pobres”. El abordaje de este vector es clave para desmitificar a un gobierno que se ostenta como “antineoliberal”.

Los hallazgos del informe del Coneval, provenientes de la ENIGH, levantada por el INEGI, con datos robustos y representativos de cien mil hogares, muestran lo contrario. Veamos: las cifras comparativas nos ayudan a ejemplificar los contrastes. De entrada, de 2018 a 2020, aumentó la pobreza extrema de 8.7 a 10.8 millones. En ese mismo periodo, los rezagos y marginación en salud, educación y seguridad social representan una especie de radiografía de la grave circunstancia por la que atraviesa el país, hoy subestimada por el oficialismo.

La población sin acceso a los servicios de salud pasó de 16.2% a 28.2%; en rezago educativo de 19% a 19.2%; y, en carencia de alimentación retrocedió de 22.2% a 22.5%. Por supuesto, lo anterior pudo estar impactado por los efectos de la pandemia, pero también por la política oficial típicamente “neoliberal”, de dejar a la suerte del mercado a miles de pequeños y medianos empresarios, junto con los millones de desempleados y subempleados expulsados de sus fuentes de trabajo.

Pero, un elemento que desnuda la política de la llamada 4T, son los apoyos monetarios de programas sociales y de becas gubernamentales, que se derivan de la ENIGH. Gonzalo Hernadez Licona, anterior Secretario Ejecutivo de Coneval (Reforma, 3/8/21), realizó una síntesis de la simulación: los apoyos que recibían en 2018 los hogares más pobres, el primer decil, cayeron 32% para 2020; en contraste, los hogares más ricos, el décimo decil, incrementaron en 93%, el noveno lo incrementó en 148% y el octavo en 145%. Es decir, concluye Hernadez Licona, al 35% de las familias más ricas se les incrementó en 129% las transferencias monetarias.

Las cifras son contundentes y desmontan la narrativa demagógica y “pobrista” del inquilino de Palacio Nacional. Días después, AMLO declaró que “tenía otros datos”. Sin presentar, como siempre, uno sólo. Lo trascendente de los números es el proceso de precarización expansiva, especialmente en los jóvenes y las mujeres. Sin duda, el bloque económico dominante está cómodo con este presidente. Les da mendrugos a las clases subalternas, las controla socialmente y no toca la orgía de ganancias. El cambio cosmético.


pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz


No consiste la pobreza en poseer pocas cosas, sino en dejar de poseer muchas otras.

Séneca


Ya habíamos advertido las contradicciones de la política social del gobierno de López Obrador. Mostramos algunos rasgos del engaño extendido y publicitado. No perdamos de vista que uno de los lemas en que descansa el proyecto de la 4T es el de: “primero los pobres”. El abordaje de este vector es clave para desmitificar a un gobierno que se ostenta como “antineoliberal”.

Los hallazgos del informe del Coneval, provenientes de la ENIGH, levantada por el INEGI, con datos robustos y representativos de cien mil hogares, muestran lo contrario. Veamos: las cifras comparativas nos ayudan a ejemplificar los contrastes. De entrada, de 2018 a 2020, aumentó la pobreza extrema de 8.7 a 10.8 millones. En ese mismo periodo, los rezagos y marginación en salud, educación y seguridad social representan una especie de radiografía de la grave circunstancia por la que atraviesa el país, hoy subestimada por el oficialismo.

La población sin acceso a los servicios de salud pasó de 16.2% a 28.2%; en rezago educativo de 19% a 19.2%; y, en carencia de alimentación retrocedió de 22.2% a 22.5%. Por supuesto, lo anterior pudo estar impactado por los efectos de la pandemia, pero también por la política oficial típicamente “neoliberal”, de dejar a la suerte del mercado a miles de pequeños y medianos empresarios, junto con los millones de desempleados y subempleados expulsados de sus fuentes de trabajo.

Pero, un elemento que desnuda la política de la llamada 4T, son los apoyos monetarios de programas sociales y de becas gubernamentales, que se derivan de la ENIGH. Gonzalo Hernadez Licona, anterior Secretario Ejecutivo de Coneval (Reforma, 3/8/21), realizó una síntesis de la simulación: los apoyos que recibían en 2018 los hogares más pobres, el primer decil, cayeron 32% para 2020; en contraste, los hogares más ricos, el décimo decil, incrementaron en 93%, el noveno lo incrementó en 148% y el octavo en 145%. Es decir, concluye Hernadez Licona, al 35% de las familias más ricas se les incrementó en 129% las transferencias monetarias.

Las cifras son contundentes y desmontan la narrativa demagógica y “pobrista” del inquilino de Palacio Nacional. Días después, AMLO declaró que “tenía otros datos”. Sin presentar, como siempre, uno sólo. Lo trascendente de los números es el proceso de precarización expansiva, especialmente en los jóvenes y las mujeres. Sin duda, el bloque económico dominante está cómodo con este presidente. Les da mendrugos a las clases subalternas, las controla socialmente y no toca la orgía de ganancias. El cambio cosmético.


pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz


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