/ miércoles 8 de abril de 2020

Me quedo en casa, pero sin violencia

Por: Lorenia Valles

La permanencia en el hogar para prevenir la propagación del COVID-19, popularizado con la frase de “Quédate en casa”, ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de la violencia de género, principalmente la que sufren mujeres y niñas en el ámbito doméstico.

La respuesta a la emergencia sanitaria obliga a los tomadores de decisiones a diseñar medidas de prevención, mitigación y control con perspectiva de género. Reportes oficiales que aluden al estado de la violencia de género en el país, demuestras que muchas mujeres son agredidas en sus propios hogares por parte de un miembro de la familia. Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2018, una de cada cuatro mujeres mayores de 15 años en el país, se siente insegura en su casa (26.7%).

Asimismo, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, muestra que en 2016 alrededor del 10.3% de las mujeres de 15 años y más, fueron víctimas de violencia emocional, física, sexual, económica o patrimonial por parte de algún integrante de su familia, sin considerar a su esposo o pareja.

Los principales agresores son los hermanos, el padre y la madre. Pero los principales agresores sexuales son los tíos y los primos. En promedio, cada mujer declaró haber sido objeto de 1.6 agresiones.

La ENDIREH 2016 también reporta que casi siete de cada diez de las agresiones de violencia familiar ocurren en casa de la mujer (67.1%), y una de cada cuatro en casa de otro familiar (26.3%). Las agresiones que más ocurren en casa son: emocional (59.6%), económica o patrimonial (17.5%), física (16.9%) y sexual (6%).

Sin embargo, nueve de cada diez de las mujeres que experimentaron violencia familiar (90.6%), no solicitaron apoyo a alguna institución ni presentaron una queja o denuncia ante alguna autoridad; es decir, nueve de cada diez mujeres.

Es fundamental pensar con perspectiva de género y dar prioridad a la atención de la violencia contra las mujeres en el hogar, especialmente porque una de las principales medidas para evitar la transmisión del COVID-19 es que las personas se resguarden en sus casas. No obstante que el aislamiento social será temporal, es necesario que se prevean los recursos institucionales, administrativos y financieros para contener los riesgos de que haya mujeres violentadas durante el tiempo del confinamiento.

Diputada Federal por MORENA.


@LoreniaValles


www.loreniavalles.mx

Por: Lorenia Valles

La permanencia en el hogar para prevenir la propagación del COVID-19, popularizado con la frase de “Quédate en casa”, ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de la violencia de género, principalmente la que sufren mujeres y niñas en el ámbito doméstico.

La respuesta a la emergencia sanitaria obliga a los tomadores de decisiones a diseñar medidas de prevención, mitigación y control con perspectiva de género. Reportes oficiales que aluden al estado de la violencia de género en el país, demuestras que muchas mujeres son agredidas en sus propios hogares por parte de un miembro de la familia. Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2018, una de cada cuatro mujeres mayores de 15 años en el país, se siente insegura en su casa (26.7%).

Asimismo, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, muestra que en 2016 alrededor del 10.3% de las mujeres de 15 años y más, fueron víctimas de violencia emocional, física, sexual, económica o patrimonial por parte de algún integrante de su familia, sin considerar a su esposo o pareja.

Los principales agresores son los hermanos, el padre y la madre. Pero los principales agresores sexuales son los tíos y los primos. En promedio, cada mujer declaró haber sido objeto de 1.6 agresiones.

La ENDIREH 2016 también reporta que casi siete de cada diez de las agresiones de violencia familiar ocurren en casa de la mujer (67.1%), y una de cada cuatro en casa de otro familiar (26.3%). Las agresiones que más ocurren en casa son: emocional (59.6%), económica o patrimonial (17.5%), física (16.9%) y sexual (6%).

Sin embargo, nueve de cada diez de las mujeres que experimentaron violencia familiar (90.6%), no solicitaron apoyo a alguna institución ni presentaron una queja o denuncia ante alguna autoridad; es decir, nueve de cada diez mujeres.

Es fundamental pensar con perspectiva de género y dar prioridad a la atención de la violencia contra las mujeres en el hogar, especialmente porque una de las principales medidas para evitar la transmisión del COVID-19 es que las personas se resguarden en sus casas. No obstante que el aislamiento social será temporal, es necesario que se prevean los recursos institucionales, administrativos y financieros para contener los riesgos de que haya mujeres violentadas durante el tiempo del confinamiento.

Diputada Federal por MORENA.


@LoreniaValles


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