/ lunes 31 de mayo de 2021

Yo votaré por el PRD

Quienes votaron por AMLO lo hicieron de manera genuina, no se puede negar. Las promesas contra la corrupción fueron enfáticas. Hubo quienes creyeron habría un proceso hacia la justicia transicional para reparar las violaciones a los derechos humanos. Muchas personalidades le creyeron realmente priorizaría políticas a favor de los pobres.


Pero la corrupción no sólo no se corrigió, sino que ha habido mayor discrecionalidad y asignaciones directas como nunca. Desapareció el incipiente sistema anticorrupción que se venía construyendo desde el sexenio antepasado. Nunca se había politizado los presupuestos para salud, sin embargo el partido del presidente y sus aliados, trastocaron toda la política presupuestal en materia de salud con resultados criminales. No se volvió a hablar de justicia para las víctimas, por el contrario derogaron los fondos para proteger a periodistas, personas defensoras de derechos humanos, víctimas de delitos, y las leyes en materia de tortura, derechos de la niñez, violencia contra las mujeres, para los centros de privación de la libertad, de cultura, de justicia penal acusatoria, contra la desaparición forzada y más leyes en materia de derechos humanos han quedado como letra muerta.


Y lo que se alertó todo el sexenio de Peña, lo logró con la mano en la cintura el Presidente: la militarización. Solo por recordar algunos hechos que evidencian no hay gobernanza en el país. El Presidente se dedica prioritariamente cada día a una sola actividad: las mañaneras. Se levanta muy temprano, platica con sus empleados, va al podium, y desde su ronco pecho dice lo que le viene en gana a preguntas a modo. Una gran puesta de escena. Y pone a todo mundo a analizar o a reaccionar sobre sus dichos. Ya hay cierta curiosidad morbosa sobre a quién le va a pegar ese día, o cuál va a ser la cortina de humo que distraiga para no tocar algún desatino. Todo esto logró algo que parecía imposible: unir a la oposición PRI, PAN y PRD en un acuerdo estratégico: la Coalición VA POR MÉXICO en todo el país.


Para la agenda legislativa se concretaron diez puntos: Establecer la función de control constitucional y de gobernabilidad democrática que tiene la Cámara de Diputados. Configurar una Cámara responsable que restablezca el equilibrio entre los poderes de la unión y que no avale reformas constitucionales a capricho del ejecutivo. Análisis colegiado incluyente del proyecto de ley de ingresos con una política fiscal equitativa, ingresos públicos transparentes, asimismo programas sociales que permitan salir de la pobreza a sus beneficiarios y no usarlos como clientela electoral. Respeto a la independencia de los órganos autónomos constitucionales. Respeto a la sociedad civil, medios de comunicación y promoción de la unidad nacional. Dignificar y enfocar la labor de las fuerzas armadas, cuyas labores marcadas en la Constitución han sido desvirtuadas. Respeto a la legislación electoral, una mayoría no debe significar totalitarismo. Estrategia de inversión, crecimiento económico y desarrollo nacional con la participación de todos los sectores. Cuidado del medio ambiente, recuperar la transición hacia energías limpias y renovables en cumplimiento al Acuerdo de París y la agenda 2030. La consolidación de una agenda de género inclusiva que evite y sancione la violencia y se logre la igualdad sustantiva. Por esto, yo votaré por el PRD.

Defensora de Derechos humanos

Quienes votaron por AMLO lo hicieron de manera genuina, no se puede negar. Las promesas contra la corrupción fueron enfáticas. Hubo quienes creyeron habría un proceso hacia la justicia transicional para reparar las violaciones a los derechos humanos. Muchas personalidades le creyeron realmente priorizaría políticas a favor de los pobres.


Pero la corrupción no sólo no se corrigió, sino que ha habido mayor discrecionalidad y asignaciones directas como nunca. Desapareció el incipiente sistema anticorrupción que se venía construyendo desde el sexenio antepasado. Nunca se había politizado los presupuestos para salud, sin embargo el partido del presidente y sus aliados, trastocaron toda la política presupuestal en materia de salud con resultados criminales. No se volvió a hablar de justicia para las víctimas, por el contrario derogaron los fondos para proteger a periodistas, personas defensoras de derechos humanos, víctimas de delitos, y las leyes en materia de tortura, derechos de la niñez, violencia contra las mujeres, para los centros de privación de la libertad, de cultura, de justicia penal acusatoria, contra la desaparición forzada y más leyes en materia de derechos humanos han quedado como letra muerta.


Y lo que se alertó todo el sexenio de Peña, lo logró con la mano en la cintura el Presidente: la militarización. Solo por recordar algunos hechos que evidencian no hay gobernanza en el país. El Presidente se dedica prioritariamente cada día a una sola actividad: las mañaneras. Se levanta muy temprano, platica con sus empleados, va al podium, y desde su ronco pecho dice lo que le viene en gana a preguntas a modo. Una gran puesta de escena. Y pone a todo mundo a analizar o a reaccionar sobre sus dichos. Ya hay cierta curiosidad morbosa sobre a quién le va a pegar ese día, o cuál va a ser la cortina de humo que distraiga para no tocar algún desatino. Todo esto logró algo que parecía imposible: unir a la oposición PRI, PAN y PRD en un acuerdo estratégico: la Coalición VA POR MÉXICO en todo el país.


Para la agenda legislativa se concretaron diez puntos: Establecer la función de control constitucional y de gobernabilidad democrática que tiene la Cámara de Diputados. Configurar una Cámara responsable que restablezca el equilibrio entre los poderes de la unión y que no avale reformas constitucionales a capricho del ejecutivo. Análisis colegiado incluyente del proyecto de ley de ingresos con una política fiscal equitativa, ingresos públicos transparentes, asimismo programas sociales que permitan salir de la pobreza a sus beneficiarios y no usarlos como clientela electoral. Respeto a la independencia de los órganos autónomos constitucionales. Respeto a la sociedad civil, medios de comunicación y promoción de la unidad nacional. Dignificar y enfocar la labor de las fuerzas armadas, cuyas labores marcadas en la Constitución han sido desvirtuadas. Respeto a la legislación electoral, una mayoría no debe significar totalitarismo. Estrategia de inversión, crecimiento económico y desarrollo nacional con la participación de todos los sectores. Cuidado del medio ambiente, recuperar la transición hacia energías limpias y renovables en cumplimiento al Acuerdo de París y la agenda 2030. La consolidación de una agenda de género inclusiva que evite y sancione la violencia y se logre la igualdad sustantiva. Por esto, yo votaré por el PRD.

Defensora de Derechos humanos