Una mujer, el desamor y un termómetro se han convertido en la sensación de las redes sociales en estos tiempos de coronavirus.
Durante los filtros para acceder a las albercas en diferentes centros deportivos de la Ciudad de México, un reportero de Televisa entrevistó a Marlene, quien en ese momento le tomaban la temperatura con un termómetro infrarrojo.
Pero de entre sus recuerdos soltó una frase que pasará a la posteridad: “Mátame ese recuerdo de ese amargo amor”, haciendo referencia a la leyenda urbana de que estos aparatos matan las neuronas o borran los recuerdos.
La escena no pasó desapercibida en las redes, por lo que la avalancha de comentarios y memes no ha cesado.
Algunos se reflejan en Marlene:
Otros lo relacionaron la película de Jim Carrey y Kate Winsley, Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, del director Michel Gondry, en 2004.
Hablando en serio, el termómetro infrarrojo no es una "pistolita de temperatura mata neuronas", ni la medición directamente en la cabeza se asemeja a "realizar rayos X" y puede desencadenar en la muerte de neuronas, por lo que es falso que cause problemas en el sistema nervioso.
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Estos termómetros están siendo utilizados en todo el mundo para establecer si una persona tiene una temperatura mayor a 37 grados, con el fin de reconocer quién puede tener o no síntomas relacionados con el nuevo coronavirus y no hay que confundir con el aparato que lee radiación.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) señala que es falso que estos termómetros sean dañinos para el cuerpo ni causen ninguna enfermedad porque no desprenden radiación infrarroja.
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