México es el paraíso para MasterCard

Que la gente esté en la banca no es suficiente, falta convencerla para que pague electrónicamente, dice Jorge Noguera

Juan Luis Ramos / Enviado

  · viernes 22 de marzo de 2019

El ejecutivo, quien lleva más de 25 años en la industria de pagos, tomó desde enero la presidencia de MasterCard en México y Centroamérica / Foto: Archivo | Martín Gómez

Acapulco. Pienso que llegué al paraíso, dice Jorge Noguera, el colombiano que hace dos meses llegó a México para dirigir desde aquí las operaciones de MasterCard tanto en el país como en Centroamérica.

En entrevista con El Sol de México, en el marco de la 82 Convención Bancaria, el directivo destaca que los objetivos de la empresa están alineados con los del gobierno para alcanzar una mayor inclusión financiera a través de programas sociales.

MasterCard manufactura las Tarjetas para el Bienestar. Según informó Rabindranath Salazar, el titular del Bansefi, que será el Banco del Bienestar, a finales de febrero inició la entrega de los primeros plásticos oficiales de los apoyos a los beneficiarios de distintos programas del gobierno federal.

Para Noguera no es sólo trabajar con Bansefi para la ejecución, sino trabajar de la mano con el gobierno para crear un ecosistema de pagos.

En su opinión, un error en el pasado fue sólo apostar por la inclusión, que ya está, pero no existe transaccionalidad.

“Prueba de eso es que 40 por ciento de la población usa la banca, pero sólo genera 15 por ciento de los pagos mediante procedimientos que no involucran el uso de efectivo, debería ser más”.

El paso siguiente es generar un crecimiento incluyente, es decir, que quien está participando en el ecosistema se beneficie. MasterCard, dice, tiene herramientas como un centro que ayuda a las pymes a desarrollar su negocio, e instrumentos de educación financiera: “Si no traemos todo esto al ecosistema no vamos a lograr que aquel que hoy utiliza el efectivo empiece a sentir la confianza en un producto digital”.

Con Bansefi y con el gobierno directamente hay mucho que podemos hacer. Lo primero, precisa, es aprender de la “economía de las sombras”, de la informalidad.

Foto: Martín Gómez

También, señala, se buscará presentar una hoja de ruta de lo que debe ser un ecosistema abierto de formas de pago para desplazar el uso de efectivo, cuyo costo puede ser de hasta tres por ciento del PIB de un país.

Sobre la dispersión de apoyos del gobierno mencionó que si bien el Bansefi es un jugador fundamental es el gobierno el que determina a quién quiere que le lleguen y para ello define a los bancos que distribuirán las tarjetas.

“Nosotros vemos cómo trabajamos con estos jugadores para traerles los productos que ellos van a necesitar para hacer la distribución, como con Bansefi, y además vemos cómo llevamos a ese usuario a que tranquilamente, de una manera segura, utilice su tarjeta en más puntos de venta”.

El gobierno habla de 28 millones de beneficiarios para sus programas sociales, aunque no a todos se les puede dar una tarjeta, lo que queremos es buscar soluciones de distribución y de pago.

“Nuestro socio más cercano es Bansefi, que lleva varios de los programas, pero no hay un número de tarjetas emitidas aún”.

¿Ven viable crecer al cuatro por ciento al reducir los pagos en efectivo?

Si el efectivo le cuesta a un país hasta tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB) y el país está creciendo al dos por ciento, se le puede sumar un punto más al menos con eliminar el efectivo.

Pero el dinamismo que le da a una economía los pagos digitales, la inclusión digital, el ahorro del tiempo, la mayor inclusión y penetración digital, ayudan sin duda a conseguir esas metas del crecimiento del PIB.