Rumbo al 8 de marzo, conversamos con mujeres de distintos campos del entretenimiento acerca de los retos que enfrentan profesionalmente. Hoy, Natalia Sosa, actriz, cantante y productora. Con una larga carrera en musicales, protagonizó Bésame mucho y estrenará el 21 de marzo Tick, tick... Boom!
¿Qué significa ser mujer en tu ámbito profesional?
Poder aportar una sensibilidad, una textura en los escenarios, creo que la acotación de la fuerza femenina en los escenarios es algo vital. Significa también una lucha triple para abrirte camino sola, como lo fue en mi caso.
¿En algún momento te has sentido discriminada por ser mujer dentro de tu trabajo?
He sido víctima de cierto bullying y del abuso de poder en mi trabajo, cuando no estamos de acuerdo en la manera de trabajar y hay personas con el poder de cerrarte las puertas, he tratado de levantar la voz y hacerlo evidente , pero tal parece que cuando una mujer lo denuncia, se difumina la voz, el mismo medio hace que eso se borre.
¿Cómo lo has enfrentado?
Trabajando, no ha sido nada fácil buscar nuevos caminos, seguir por otro lado. Es difícil, porque de pronto a mi edad y con tanta competencia de nuevos talentos, cada vez es más difícil lograrlo, pero no hay de otra, no puedo detenerme porque alguien me cierre la puerta, procuro aprender la lección y cuando tenga un pequeño poder, incluso de levantar la voz, sea siempre con respeto.
¿Ha cambiado algo en favor de la equidad en tu ámbito?, ¿cómo lo percibes?
No lo sé, al menos en los musicales veo muy pocas mujeres protagonistas, las obras que vienen al país son los personajes masculinos los que sobresalen, somos el papel de la boba, de la enamorada, pero no personajes fuertes y vitales que cuenten una historia más interesante, no por demeritar lo que se hace actualmente, pero creo que la visión del personaje de una mujer, muy pocas veces es una líder. Yo trato de buscar otro tipo de personajes, precisamente por eso, porque quiero expresar otras cosas.
¿Quiénes han sido las mujeres referentes en tu ámbito como inspiración?
Curiosamente no ha sido una mujer. Fue un compañero gay que murió hace muchos años, tenía un enorme talento, hizo de todo, estuvo en Televisa, grabó sus discos, fue parte de un grupo de cantantes, hizo teatro, puso su escuela, para mí fue una gran inspiración, porque no se detuvo por un productor, un empresario, ni siquiera por una televisora, siempre tuvo la libertad de hacer como artista lo que deseaba. Eugenia León, que no depende de un estilo que la disquera le exija, ella canta lo que quiere; Lila Downs, que es tan auténtica y sencilla, esas mujeres que han encontrado su autenticidad, han sido como mis estandartes.
¿Qué propuesta tienes para abrir caminos hacia la equidad de género en tu ambiente profesional?
Tener buenos sueldos. A veces piensan que nos hacen un favor en contratarnos, siempre debemos tener la conciencia de que es una negociación, 50-50, la empresa nos necesita y viceversa, nadie es más, nadie es menos, sobre todo cuando uno ha probado su talento y su disciplina. Cuando yo sé que a un compañero le pagan cierta cantidad, de ahí parto y tal parece que las mujeres no tenemos la fortuna de lograr esas negociaciones, no sé por qué. Y cuando platico esto con mis compañeras, me toman a loca, porque procuran ser políticamente correctas para no perder el trabajo, cuando exigir tus derechos no tiene que ser algo que tenga ningún tipo de represalia.