El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, acusó que los empresarios harineros, a través de sus intermediarios, fueron quienes incitaron a los agricultores para que tomaran el aeropuerto de Culiacán por casi tres días y los llamó a que, "en un acto de elemental justicia, mejoren razonablemente el precio del maíz que compran".
"El Estado debe intervenir en justicia para los agricultores, frente a la voracidad del Mercado y los industriales, que no tienen la mínima reciprocidad con las 27 mil familias de productores de maíz blanco de Sinaloa", señaló el mandatario estatal a través de un mensaje en redes sociales.
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Los productores de maíz exigen que se les compren las casi seis millones de toneladas del grano que se producen en el estado a un precio de siete mil pesos por tonelada. Como medida de presión, tomaron desde el martes el aeropuerto de Culiacán, el cual liberaron el jueves cuando el gobierno del estado aceptó negociar.
"Yo tengo la convicción de que esas acciones ellos las impulsan, ellos y otros productores grandes que quieren que les consigamos nosotros mejor precio", afirmó Rocha Moya.
También señaló que su administración auspicia y protege "la inversión de las empresas con utilidades razonables, pero censuramos la rapacidad quieres devoran la modesta ganancia que merecen nuestros productores del campo".
Ello luego que Rubén Rocha llamó a los productores del maíz a tomar las plantas del sector industrial, como Gruma, Minsa y Cargill, a las que acusó de boicotear el mecanismo de compra de granos del Gobierno y pagarlo por debajo del precio de garantía.
“Quieren que ajustemos a Gruma, a Cargill, díganme dónde está la planta para ir a tomar, y yo voy a encabezarlos”, señaló el miércoles Rubén Rocha a los productores que mantenían bloqueado en ese momento el aeropuerto.
Este exhorto del gobernador de Sinaloa provocó que la Confederación de Camaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) y la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami) exigieran respeto al Estado de Derecho.
“El gobernador de la entidad, Rubén Rocha Moya, llamó a los productores del maíz a tomar las instalaciones del sector industrial, lo que es un acto en contra de la propiedad privada, sin tomar en cuenta el riesgo para la seguridad alimentaria del país y para los trabajadores de las empresas”, señalaron la Concamin y Canami en un comunicado conjunto.
Este sábado, el gobernador refrendó otra vez su apoyo a los agricultores en caso de que pretendan manifestarse contra los industriales de la masa.
"El Estado debe intervenir en justicia para los agricultores, frente a la voracidad del Mercado y los industriales, que no tienen la mínima reciprocidad con las 27 mil familias de productores de maíz blanco de Sinaloa", indicó.
El mandatario sinaloense encabezó el jueves una mesa de negociación con los productores de maíz del estado, luego de que liberaran el acceso del aeropuerto de Culiacán.
Dentro de los acuerdos se incluyó a casi 300 productores que siembran hasta 15 hectáreas de maíz en el esquema de compras de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), el cual estaba restringido a quienes siembran un máximo de 10 hectáreas.
Además, a partir del lunes, el gobierno del estado comenzará a pagar las 500 mil toneladas de maíz blanco que aceptó comprar tras las protestas de mayo pasado, cuando los campesinos bloquearon las instalaciones de Pemex en Culiacán Guámuchil y Topolobampo. “Si no lo hace el gobierno federal, lo hará el estado”, dijo Rocha Moya a los campesinos.
Pese a que se lograron acuerdos, los productores agrícolas de Sinaloa mantienen latente la amenaza de más movilizaciones, principalmente la propuesta por el gobernador de tomar las plantas de las empresas Gruma, Minsa y Cragill, pues sus demandas no han sido cubiertas del todo. La principal, es la compra total de la producción de maíz del estado, la cual se estima entre cinco y seis millones de toneladas, de las que cerca de cuatro aún no cuentan con comprador, pues el gobierno federal se comprometió a adquirir un millón de toneladas y el del estado otras 500 mil toneladas.
Pese a que se lograron acuerdos, los productores agrícolas de Sinaloa mantienen latente la amenaza de más movilizaciones, principalmente la propuesta por el gobernador de tomar las plantas de las empresas Gruma, Minsa y Cragill, pues sus demandas no han sido cubiertas del todo.
La principal, es la compra total de la producción de maíz del estado, la cual se estima entre cinco y seis millones de toneladas, de las que cerca de cuatro aún no cuentan con comprador, pues el gobierno federal se comprometió a adquirir un millón de toneladas y el del estado otras 500 mil toneladas.
Con información de Josemiguel Souza | El Sol de Sinaloa