Durante muchos años, la situación y el proceso de violencia que vive el país sudamericano, ha causado más curiosidad que interés por conocerlo bien y a fondo. Recordemos por ejemplo, cómo durante tres sexenios consecutivos, es decir de 2000 a 2018, en más de una ocasión desde las oficinas de la Presidencia de la República y de las áreas de Seguridad Pública de nuestro país se citana una y otra vez lo que en Colombia sucedía, como un referente para México. En este sexenio no es diferente. Ya hemos escuchado y leído desde la inconsistente propuesta de la amnistía a criminales, como la aplicación de una inviable justicia transicional, como si en nuestro país el origen sustancial de la violencia criminal tuviera orígenes ideológicos y programáticos. En fin.
Invitado por las autoridades colombianas, en días pasados, tuve la oportunidad de estar Bogotá. En particular el lunes 13, de mayo, recibí la enorme distinción de ser el conferencista inaugural en la ceremonia de lanzamiento del Diplomado La Seguridad Nacional, la Defensa y la Inteligencia Estratégica en las democracias modernas, organizado por la prestigiada Universidad Javeriana y dependencias de las áreas de Seguridad civiles de ese país.
La intención de dicho Diplomado, es el de acercar a la ciudadanía interesada en estos temas, para que poco a poco se vayan haciendo a un lado los prejuicios que existen alrededor de materias que en un tiempo no gozaban de atractivo ni menos aún de prestigio. El país sudamericano, al igual que México, ha enfrentado una grave situación de violencia que ha llegado a cuestionar la viabilidad de las instituciones y del conjunto de las actividades sociales.
Colombia pasa por un muy complejo proceso de postconflicto, resultado de las negociaciones entre la dirigencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno. Luego de poco más de cincuenta años de una fuerte lucha, con elevadísimos costos en vida y destrucción, los acuerdos, como es de esperarse no han dejado satisfechos a los principales actores ni a la sociedad misma, pero sí que hay consenso en persistir para alcanzar una paz duradera y estable. En ese sentido, México y diversas instituciones, entre ellas los sistemas educativos de las Secretarías de Defensa Nacional y de Marina Armada de México, realizan nuevos desarrollos académicos para estar en mejor condiciones de analizar el por qué de la violencia y los recursos con los que cuenta el país, así como reconocer los que hacen falta para recuperar el Estado de derecho en todo el país.
Por eso, la difusión, el estudio y análisis de los temas concernientes a la Seguridad Nacional, la Defensa y la Inteligencia, resultan fundamentales para que la opinión pública, la academia, los medios de comunicación entre otros actores de primer nivel en la sociedad aborden con objetividad la realidad, desde una perspectiva articulada y documentada.
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