/ martes 16 de abril de 2024

Aniversario y vigencia de la OTAN

Al momento de redactar esta colaboración, Irán ha alzado una ofensiva misilística y drones, en territorio de Israel, como respuesta al ataque al Consulado de aquél país en Damasco, que cobró la vida de dirigentes militares muy importantes en la estructura de sus Fuerzas Armadas. Hasta el momento no ha habido respuesta de Tel Aviv, ni se ha dado cuenta de los daños causados por el referido bombardeo. Como es natural, la Organización del Tratado Atlántico Norte ha activado sus protocolos de acción y respuesta inmediata.

La OTAN, fue creada el 4 de abril de 1949, con el ánimo de frenar la expansión geográfica, política e ideológica de la Unión Soviética, en el centro y oriente de Europa. Auspiciada a su vez, en el contexto de la posguerra mundial, con la economías destruidas de las principales potencias del Continente como Francia, Reino Unido y desde luego, Alemania, las condiciones de hacerle frente a la naciente y evidente rivalidad con la en ese entonces URSS, reclamaba una acción coordinada por los Estados Unidos al frente.

Luego de recíproca destrucción y arrasamiento de sus territorios, Alemania (o una parte de ella, más adelante), Francia y el Reino Unido, por primera vez en su historia iban a actuar de manera conjunta y sobre todo, con objetivos de largo plazo compartidos. Así también será el origen de lo que hoy conocemos como la Unión Europea, con todo y sus sobresaltos, con ingresos y una sola salida de países. En el ambiente de su 75 aniversario de creación, es importante analizar las condiciones con las que llega uno de los más longevos acuerdos militares multilaterales del siglo XX y que llega hasta nuestros días.

De forma paralela y dramática, en efecto, se tratan de los mismos actores e intereses, por lo menos en lo que concierne a los aspectos geopolíticos y militares que en 1949 le dieron origen. Es decir, la invasión de Rusia a Ucrania (febrero de 2022), motiva la activación de los protocolos militares y de disuasión para hacer frente a un potencial incremento en las capacidades ofensivas de Rusia, antes Unión Soviética. Como en aquélla época, la acción generó que se despertaran auténticos sentimientos de solidaridad y acercamiento entre la mayor parte de los países europeos.

También ahora no es muy diferente con los fundamentales y recientes ingresos Finlandia y Suecia a la OTAN, producto explícito de la acción militar rusa contra Ucrania. Durante los primeros años posteriores a la desaparición y desmantelamiento de la Unión Soviética (25 de diciembre de 1991) y loa países satélites en el centro y oriente de Europa, se inició un serio y profundo debate respecto de la viabilidad de la OTAN, es decir, en la medida en que había sido creada a la luz de la polarización ideológica, política y militar de la segunda posguerra, al no existir “el motivo” de dicha creación, se supuso inicialmente que no había ya justificación a su permanencia.

Sin embargo y casi de manera simultánea, estallaba la guerra en varios frentes, en el dramático y violento proceso de desmantelamiento de Yugoslavia. De inmediato se hizo necesaria la intervención de la OTAN, para dejar en claro que su existencia era demandada por la fragilidad de las zonas geopolíticas adyacentes, así como por los aún inciertos procesos que se vivían en varios países entre ello y de manera destacada, el de Rusia y sus antiguas Repúblicas. De entonces a la fecha, han sido varios los escenarios en donde ha tenido una intervención directa.

Destacan entre ellos, en buena medida por su prolongada actividad, las guerras de Afganistán y en menor escala, su intervención en Iraq. También ha tenido incursiones relevantes en el norte y centro de África, así como labores de apoyo logístico, táctico y de adiestramiento en varios países de Asia y aliados no integrantes de la OTAN, como son los casos de Japón y en algún momento, de Colombia. No obstante la salida del Reino Unido de la Unión Europea, dicho proceso no ha afectado ni afectará, la integridad militar multilateral de la Organización. El escenario en Medio Oriente, será una nueva y compleja prueba de coordinación.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

Al momento de redactar esta colaboración, Irán ha alzado una ofensiva misilística y drones, en territorio de Israel, como respuesta al ataque al Consulado de aquél país en Damasco, que cobró la vida de dirigentes militares muy importantes en la estructura de sus Fuerzas Armadas. Hasta el momento no ha habido respuesta de Tel Aviv, ni se ha dado cuenta de los daños causados por el referido bombardeo. Como es natural, la Organización del Tratado Atlántico Norte ha activado sus protocolos de acción y respuesta inmediata.

La OTAN, fue creada el 4 de abril de 1949, con el ánimo de frenar la expansión geográfica, política e ideológica de la Unión Soviética, en el centro y oriente de Europa. Auspiciada a su vez, en el contexto de la posguerra mundial, con la economías destruidas de las principales potencias del Continente como Francia, Reino Unido y desde luego, Alemania, las condiciones de hacerle frente a la naciente y evidente rivalidad con la en ese entonces URSS, reclamaba una acción coordinada por los Estados Unidos al frente.

Luego de recíproca destrucción y arrasamiento de sus territorios, Alemania (o una parte de ella, más adelante), Francia y el Reino Unido, por primera vez en su historia iban a actuar de manera conjunta y sobre todo, con objetivos de largo plazo compartidos. Así también será el origen de lo que hoy conocemos como la Unión Europea, con todo y sus sobresaltos, con ingresos y una sola salida de países. En el ambiente de su 75 aniversario de creación, es importante analizar las condiciones con las que llega uno de los más longevos acuerdos militares multilaterales del siglo XX y que llega hasta nuestros días.

De forma paralela y dramática, en efecto, se tratan de los mismos actores e intereses, por lo menos en lo que concierne a los aspectos geopolíticos y militares que en 1949 le dieron origen. Es decir, la invasión de Rusia a Ucrania (febrero de 2022), motiva la activación de los protocolos militares y de disuasión para hacer frente a un potencial incremento en las capacidades ofensivas de Rusia, antes Unión Soviética. Como en aquélla época, la acción generó que se despertaran auténticos sentimientos de solidaridad y acercamiento entre la mayor parte de los países europeos.

También ahora no es muy diferente con los fundamentales y recientes ingresos Finlandia y Suecia a la OTAN, producto explícito de la acción militar rusa contra Ucrania. Durante los primeros años posteriores a la desaparición y desmantelamiento de la Unión Soviética (25 de diciembre de 1991) y loa países satélites en el centro y oriente de Europa, se inició un serio y profundo debate respecto de la viabilidad de la OTAN, es decir, en la medida en que había sido creada a la luz de la polarización ideológica, política y militar de la segunda posguerra, al no existir “el motivo” de dicha creación, se supuso inicialmente que no había ya justificación a su permanencia.

Sin embargo y casi de manera simultánea, estallaba la guerra en varios frentes, en el dramático y violento proceso de desmantelamiento de Yugoslavia. De inmediato se hizo necesaria la intervención de la OTAN, para dejar en claro que su existencia era demandada por la fragilidad de las zonas geopolíticas adyacentes, así como por los aún inciertos procesos que se vivían en varios países entre ello y de manera destacada, el de Rusia y sus antiguas Repúblicas. De entonces a la fecha, han sido varios los escenarios en donde ha tenido una intervención directa.

Destacan entre ellos, en buena medida por su prolongada actividad, las guerras de Afganistán y en menor escala, su intervención en Iraq. También ha tenido incursiones relevantes en el norte y centro de África, así como labores de apoyo logístico, táctico y de adiestramiento en varios países de Asia y aliados no integrantes de la OTAN, como son los casos de Japón y en algún momento, de Colombia. No obstante la salida del Reino Unido de la Unión Europea, dicho proceso no ha afectado ni afectará, la integridad militar multilateral de la Organización. El escenario en Medio Oriente, será una nueva y compleja prueba de coordinación.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso