/ jueves 6 de mayo de 2021

Automatización democrática

La democracia mexicana corre el riesgo de dividirse en partes sumamente pequeñas, en pulverizarse. Un claro ejemplo de esto es lo que sucede en el estado de Morelos, donde el INE local ha autorizado a 23 partidos a presentarse en las próximas elecciones con sus correspondientes candidatos a cargos de elección popular. Una locura, una barbaridad. Ya podrán ir y venir los dizque teóricos de la nueva democracia defendiendo esa atomización, queriendo justificarla; cuando es que la explicación de ello es muy simple: se trata de la política del chapulín encabezada por saltimbanquis electoreros, que hacen ejercicios de acrobacia política en un lamentable espectáculo al aire libre.

¿Cómo es posible que haya 23 opciones de ideología política a elegir? Claro que lo disfrazan con argucias que pretenden demostrar la atomización del pensamiento, su pulverización. Sofismas de la mala política mexicana. ¿Usted cree acaso, querido lector, que es posible ser de esto y de aquello al mismo tiempo, incluyendo sobras y restos de la derecha y de la izquierda y estirando el término medio hasta romperlo descaradamente?

Ahora bien, imagínese usted a esos saltamontes dando brincos y saltos en los asientos del Poder Legislativo o como miembros del Poder Ejecutivo. ¿Serán partidarios, por ejemplo, del aborto, de la equidad de género, del feminicidio? Sí y no, quien sabe, todo depende o dependerá. Pero legislarán y decidirán con leyes y decisiones bien impresas, obligatorias. Suelta uno la carcajada. Y esa es la democracia a la que estamos expuestos. Es la ignominia democrática.

Es la burla. Pero en el fondo qué buscan, qué persiguen, que quieren. Es que a río revuelto no sólo hay ganancia de pescadores sino predominio de un grupo de ellos. ¿Qué le dejan al Poder Judicial y en el caso electoral? La atomización sinuosa que cada vez se aleja más de la justicia y de lo justo. Yo sostengo que el INE es imprescindible en el proceso democrático electoral (apoyamos la brillante labor del profesor y doctor Lorenzo Córdoba), pero sorprende que el Instituto solape maniobras de esa clase. La teoría política no admite ese tipo de fragmentaciones del pensamiento que de suyo y en la democracia debe ser uniforme y claro.

No se vota por la diversidad o variedad, por la multiplicidad de opciones, sino que entre muchas se elige la que es acorde con la ideología del votante y obviamente con la del candidato. En suma, se está pervirtiendo en México el sentido de la democracia. La gran pregunta es cómo el INE pudo y puede permitir lo que sucede en el Estado de Morelos. Lo que pasa es que el votante debe de estar atento a la oferta democrática. Y algo más, habida cuenta de la excepcional importancia del INE éste debería explicar lo concerniente a la atomización democrática que promueve y fragmenta las reglas de una sana participación popular en la consolidación de un Estado de Derecho.

Los electores, los votantes, el pueblo, estamos a la espera de eso. La dispersión de la democracia, que tal es su atomización, equivale a crear artificialmente opciones ideológicas que se quedan en las manos de un solo candidato, volviéndolo un merolico, un charlatán que habla de todo. Una cosa es el foro, el ágora, la asamblea, la plaza pública para discutir e intercambiar ideas, y otra muy distinta un mercado donde se vendan baratijas.

PROFESOR EMÉRITO DE LA UNAM

ANTIGUO MAGISTRADO DEL TRIBUNAL FEDERAL ELECTORAL


Sígueme en Twitter: @RaulCarranca

Y Facebook: www.facebook.com/despacho.raulcarranca