/ martes 16 de abril de 2019

Bazar Cultural | Gauguin y Normandía al desnudo, estrenos franceses

Por: Juan Amael Vizuet

En busca del paraíso, Paul Gauguin parte a la Polinesia; ahí, el pintor vanguardista halla un Edén contaminado por la colonización occidental y un purgatorio para sí mismo.

El cineasta Édouard Deluc relata esta historia en Gauguin, viaje a Tahití (2017), cuyo estreno en México llegará el 18 de abril; ese mismo jueves habrá otro debut francés en nuestras pantallas: Normandía al desnudo (2018) de Philippe Le Guay, una mirada a los problemas de los campesinos en el mundo actual. Vincent Cassel, uno de los señores del cine galo, encarna a Gauguin. El artista, hoy tan estudiado en todo el mundo, en vida sufría penurias; esperaba hallar nuevas energías, inspiración y libertad en Tahití.

El viajero se enfrenta con un jardín en descomposición: el colonialismo europeo ha alterado para siempre la vida y la cultura de los nativos, como en todas partes. Aun así, Gauguin halla una luz, una gente y unos paisajes imposibles de soñar en Europa. Descubre un tipo de belleza hasta entonces ignoto para los europeos en las mujeres insulares. Entre ellas conoce a la moza Tehura (Tuhëi Addams), quien podría ser su nieta; pese a ello, Tehura se convierte en la mujer y modelo del artista.

Gauguin se aboca a su obra sin reposo, crea tallas en madera y retratos de Tehura. Ofrece sus obras en el mercado, donde le regatean sin apreciar su talento. Las pobrezas y la diferencia de edad son factores cada vez más adversos para los protagonistas.

La película es una reflexión acerca de la a veces paupérrima realidad de los artistas; es además una mirada al vínculo entre el creador y la mujer. La mujer siempre ha sido uno de los grandes temas del arte. No importa si quien la plasma es un hombre, como Gauguin o una mujer como Tamara de Lempicka. Más allá de la belleza, la mujer simboliza el eje de la vida, sin la feminidad no habría civilización ni futuro. Tehura es una metáfora de la mujer universal.

Gauguin, incomprendido por el mercado del arte en París, no corre con mejor fortuna en Tahití, la supervivencia se vuelve tan apremiante como en el Viejo Mundo. Por su parte, la comedia dramática Normandía al desnudo, con las actuaciones de François Cluzet, Toby Jones y François-Xavier Demaison, expone la crisis de los agricultores y ganaderos de la feraz región francesa.

Los normandos sufren el embate de un mercado mundial dominado por las agroindustrias, para zozobra de los pequeños propietarios.

Una oportunidad parece surgir cuando un fotógrafo estadounidense desea tomar una imagen colectiva. Surgen entonces las rencillas de cualquier pequeña comunidad y algunas pesadillas modernas, como los "estudios científicos" devastadores para los alimentos tradicionales y el sarampión animalista vegano.

Ambas películas triunfaron en el Tour del Cine Francés 2018. La Semana Santa es buena oportunidad para disfrutarlas.

Por: Juan Amael Vizuet

En busca del paraíso, Paul Gauguin parte a la Polinesia; ahí, el pintor vanguardista halla un Edén contaminado por la colonización occidental y un purgatorio para sí mismo.

El cineasta Édouard Deluc relata esta historia en Gauguin, viaje a Tahití (2017), cuyo estreno en México llegará el 18 de abril; ese mismo jueves habrá otro debut francés en nuestras pantallas: Normandía al desnudo (2018) de Philippe Le Guay, una mirada a los problemas de los campesinos en el mundo actual. Vincent Cassel, uno de los señores del cine galo, encarna a Gauguin. El artista, hoy tan estudiado en todo el mundo, en vida sufría penurias; esperaba hallar nuevas energías, inspiración y libertad en Tahití.

El viajero se enfrenta con un jardín en descomposición: el colonialismo europeo ha alterado para siempre la vida y la cultura de los nativos, como en todas partes. Aun así, Gauguin halla una luz, una gente y unos paisajes imposibles de soñar en Europa. Descubre un tipo de belleza hasta entonces ignoto para los europeos en las mujeres insulares. Entre ellas conoce a la moza Tehura (Tuhëi Addams), quien podría ser su nieta; pese a ello, Tehura se convierte en la mujer y modelo del artista.

Gauguin se aboca a su obra sin reposo, crea tallas en madera y retratos de Tehura. Ofrece sus obras en el mercado, donde le regatean sin apreciar su talento. Las pobrezas y la diferencia de edad son factores cada vez más adversos para los protagonistas.

La película es una reflexión acerca de la a veces paupérrima realidad de los artistas; es además una mirada al vínculo entre el creador y la mujer. La mujer siempre ha sido uno de los grandes temas del arte. No importa si quien la plasma es un hombre, como Gauguin o una mujer como Tamara de Lempicka. Más allá de la belleza, la mujer simboliza el eje de la vida, sin la feminidad no habría civilización ni futuro. Tehura es una metáfora de la mujer universal.

Gauguin, incomprendido por el mercado del arte en París, no corre con mejor fortuna en Tahití, la supervivencia se vuelve tan apremiante como en el Viejo Mundo. Por su parte, la comedia dramática Normandía al desnudo, con las actuaciones de François Cluzet, Toby Jones y François-Xavier Demaison, expone la crisis de los agricultores y ganaderos de la feraz región francesa.

Los normandos sufren el embate de un mercado mundial dominado por las agroindustrias, para zozobra de los pequeños propietarios.

Una oportunidad parece surgir cuando un fotógrafo estadounidense desea tomar una imagen colectiva. Surgen entonces las rencillas de cualquier pequeña comunidad y algunas pesadillas modernas, como los "estudios científicos" devastadores para los alimentos tradicionales y el sarampión animalista vegano.

Ambas películas triunfaron en el Tour del Cine Francés 2018. La Semana Santa es buena oportunidad para disfrutarlas.