/ lunes 10 de agosto de 2020

Bazar de la Cultura | ¿A alguien le importa el Tren Olivo?

Por: Juan Amael Vizzuett

Todavía es posible ver en acción a la colosal locomotora Big Boy 4014, con sus 40 metros de largo y sus 54 toneladas. Es el orgullo de la Union Pacific, junto a la 844. En México la mayor locomotora fue la Niágara, capaz de correr a 160 kilómetros por hora. Los visitantes del extinto Museo Tecnológico admiraban la 3038, estacionada frente al Tren Presidencial Olivo. Hasta que una orden terminante decretó la muerte del museo.

Los reportajes que se han publicado respecto al fallido Museo de la Energía omiten que en los jardines del Museo Tecnológico se conservaban varias locomotoras históricas: una eléctrica del Ferrocarril Mexicano, una gran Diesel, la pequeña Necaxa y la Niágara. Tampoco han mencionado al Tren Olivo, que se restauró cuidadosamente a comienzos del siglo XX, hasta devolverle su condición original.

Se construyó hace casi cien años, por órdenes del entonces presidente de la República, general Plutarco Elías Calles. La famosa compañía Pullman entregó seis coches dotados de todos los servicios disponibles en la época, pues los mandatarios debían dedicarles mucho tiempo a las giras de trabajo.

Este reportero tuvo la oportunidad de visitar elhistórico tren durante su restauración: se removieron meticulosamente las capas de barniz mal aplicadas sobre la madera fina, labrada en forma de caballero águila, y se aseguró que cada pieza recuperase su esplendor.

Para cuando el Tren Olivo llegó al Mutec, solamente sobrevivían los coches RM 1, RM 2 y RM 5; los cincorestantes, que alojaban el sistema de radio, las plantas de luz, las caballerizas, los dormitorios y servicios para el personal, ya estaban desaparecidos.

El República Mexicana 1 era uno de los que se habían salvado gracias al esfuerzo y el compromiso de su antigua tripulación, que ocultó los coches cuando se ordenó su desmantelamiento, tras su último viaje, el 15 de septiembre de 1960. El Olivotransportó al licenciado Adolfo López Mateos a Dolores Hidalgo, para la ceremonia del Grito.

Desde el observatorio al aire libre del RM 1, los presidentes saludaban a la concurrencia. El despacho presidencial contaba con radio y teléfono; la familia del mandatario pernoctaba en las dos alcobas principales. Los baños, con las tuberías niqueladas expuestas, disponían de regadera y agua caliente; la sala de juntas, la cocina completamente equipada, el comedor para el presidente y el coche comedor de la escolta formaban parte del convoy.

El general Lázaro cárdenas viajó constantemente en el Tren Olivo. Es fácil comprender que a bordo se discutieron múltiples asuntos de interés nacional.

El Mutec ofrecía visitas guiadas tras la restauración, con jóvenes actores caracterizados como rieleros. Luego, todo se acabó. ¿Qué será del Olivo y de las viejas locomotoras?

Por: Juan Amael Vizzuett

Todavía es posible ver en acción a la colosal locomotora Big Boy 4014, con sus 40 metros de largo y sus 54 toneladas. Es el orgullo de la Union Pacific, junto a la 844. En México la mayor locomotora fue la Niágara, capaz de correr a 160 kilómetros por hora. Los visitantes del extinto Museo Tecnológico admiraban la 3038, estacionada frente al Tren Presidencial Olivo. Hasta que una orden terminante decretó la muerte del museo.

Los reportajes que se han publicado respecto al fallido Museo de la Energía omiten que en los jardines del Museo Tecnológico se conservaban varias locomotoras históricas: una eléctrica del Ferrocarril Mexicano, una gran Diesel, la pequeña Necaxa y la Niágara. Tampoco han mencionado al Tren Olivo, que se restauró cuidadosamente a comienzos del siglo XX, hasta devolverle su condición original.

Se construyó hace casi cien años, por órdenes del entonces presidente de la República, general Plutarco Elías Calles. La famosa compañía Pullman entregó seis coches dotados de todos los servicios disponibles en la época, pues los mandatarios debían dedicarles mucho tiempo a las giras de trabajo.

Este reportero tuvo la oportunidad de visitar elhistórico tren durante su restauración: se removieron meticulosamente las capas de barniz mal aplicadas sobre la madera fina, labrada en forma de caballero águila, y se aseguró que cada pieza recuperase su esplendor.

Para cuando el Tren Olivo llegó al Mutec, solamente sobrevivían los coches RM 1, RM 2 y RM 5; los cincorestantes, que alojaban el sistema de radio, las plantas de luz, las caballerizas, los dormitorios y servicios para el personal, ya estaban desaparecidos.

El República Mexicana 1 era uno de los que se habían salvado gracias al esfuerzo y el compromiso de su antigua tripulación, que ocultó los coches cuando se ordenó su desmantelamiento, tras su último viaje, el 15 de septiembre de 1960. El Olivotransportó al licenciado Adolfo López Mateos a Dolores Hidalgo, para la ceremonia del Grito.

Desde el observatorio al aire libre del RM 1, los presidentes saludaban a la concurrencia. El despacho presidencial contaba con radio y teléfono; la familia del mandatario pernoctaba en las dos alcobas principales. Los baños, con las tuberías niqueladas expuestas, disponían de regadera y agua caliente; la sala de juntas, la cocina completamente equipada, el comedor para el presidente y el coche comedor de la escolta formaban parte del convoy.

El general Lázaro cárdenas viajó constantemente en el Tren Olivo. Es fácil comprender que a bordo se discutieron múltiples asuntos de interés nacional.

El Mutec ofrecía visitas guiadas tras la restauración, con jóvenes actores caracterizados como rieleros. Luego, todo se acabó. ¿Qué será del Olivo y de las viejas locomotoras?