/ viernes 27 de octubre de 2017

Cambios en el consumo de drogas en EU

Una de las versiones más documentadas de lo que sucedió entre la noche del 26 y madrugada del 27 de noviembre de 2014 en Iguala, Guerrero, apunta a la disputa entre grupos delictivos por un cargamento de goma de opio o heroína, cuyo destino final era el mercado de los Estados Unidos. Ese fue uno de los primeros y más consistentes elementos para evidenciar que la producción y consumo de drogas a nivel regional e internacional, estaban cambiando. A esto, se deben agregar otros dos datos de mucha relevancia.

El primero, es que Afganistán, después de haber erradicado los plantíos de opio, ahora, con todo y la prolongada presencia de la Organización del Tratado Atlántico Norte, encabezada por los Estados Unidos, hoy es el principal productor y exportador de goma de opio y sus derivados. El segundo, es que el abuso en el consumo de analgésicos, de forma destacada, el fentanilo y otros con contenidos derivados de la heroína, han provocado entre 2005 y 2015, un aumento del 328% en el número de decesos, para llegar a poco menos de 11, 000 mil muertes en lo que va de 2017, por el abuso tanto de medicamentos prescritos como por el uso directo de la heroína.

Con datos de las agencias y del Departamento de Salud de ese país, así como por planteamientos hechos por diversas organizaciones sociales, han pedido que el presidente de los Estados Unidos, declare a la “epidemia de la heroína”, como un auténtico peligro para la sociedad y el país en su conjunto. En caso de que así proceda el jefe de La Casa Blanca, traerá un nuevo factor de presión hacia México, pues de acuerdo con los datos de la DEA, las bandas crimínales mexicanas son las principales bandas que producen, introducen y venden heroína en aquel país.

Ahora bien, dentro de la lógica política y de toma de decisiones en Washington, México es un tema recurrente cada vez que el Presidente de ese país, enfrenta algún problema o escándalo.

Por tanto, no hay duda, de que al comprobar, desde su punto de vista, que desde la frontera sur solo llegan conflictos que generan violencia e inestabilidad, el muro, la extinción del Tratado de Libre Comercio y otras medidas, seguirán siendo la tónica en la ahora sí, complicada relación bilateral. A esto, debemos adicionar, la inminencia del proceso electoral mexicano.

Por lo que hace a la dinámica en el vasto mercado de consumo de drogas en el país vecino del norte, la mudanza en la utilización de otras drogas, como es el caso de los opiáceos, demuestran que mientras prevalezca un enfoque de salud pública, se contará con mejores recursos legales y sociales para hacerle frente. Sin embago, la problemática que encierra para otros países como México, esto impide adoptar programas comunes, más allá de las políticas punitivas. Ya veremos si el presidente de los Estados Unidos declara o no, la emergencia sanitaria como resultado de los efectos mortales en el consumo de la heroína y sus derivados.

javierolivaposada@gmail.com

Una de las versiones más documentadas de lo que sucedió entre la noche del 26 y madrugada del 27 de noviembre de 2014 en Iguala, Guerrero, apunta a la disputa entre grupos delictivos por un cargamento de goma de opio o heroína, cuyo destino final era el mercado de los Estados Unidos. Ese fue uno de los primeros y más consistentes elementos para evidenciar que la producción y consumo de drogas a nivel regional e internacional, estaban cambiando. A esto, se deben agregar otros dos datos de mucha relevancia.

El primero, es que Afganistán, después de haber erradicado los plantíos de opio, ahora, con todo y la prolongada presencia de la Organización del Tratado Atlántico Norte, encabezada por los Estados Unidos, hoy es el principal productor y exportador de goma de opio y sus derivados. El segundo, es que el abuso en el consumo de analgésicos, de forma destacada, el fentanilo y otros con contenidos derivados de la heroína, han provocado entre 2005 y 2015, un aumento del 328% en el número de decesos, para llegar a poco menos de 11, 000 mil muertes en lo que va de 2017, por el abuso tanto de medicamentos prescritos como por el uso directo de la heroína.

Con datos de las agencias y del Departamento de Salud de ese país, así como por planteamientos hechos por diversas organizaciones sociales, han pedido que el presidente de los Estados Unidos, declare a la “epidemia de la heroína”, como un auténtico peligro para la sociedad y el país en su conjunto. En caso de que así proceda el jefe de La Casa Blanca, traerá un nuevo factor de presión hacia México, pues de acuerdo con los datos de la DEA, las bandas crimínales mexicanas son las principales bandas que producen, introducen y venden heroína en aquel país.

Ahora bien, dentro de la lógica política y de toma de decisiones en Washington, México es un tema recurrente cada vez que el Presidente de ese país, enfrenta algún problema o escándalo.

Por tanto, no hay duda, de que al comprobar, desde su punto de vista, que desde la frontera sur solo llegan conflictos que generan violencia e inestabilidad, el muro, la extinción del Tratado de Libre Comercio y otras medidas, seguirán siendo la tónica en la ahora sí, complicada relación bilateral. A esto, debemos adicionar, la inminencia del proceso electoral mexicano.

Por lo que hace a la dinámica en el vasto mercado de consumo de drogas en el país vecino del norte, la mudanza en la utilización de otras drogas, como es el caso de los opiáceos, demuestran que mientras prevalezca un enfoque de salud pública, se contará con mejores recursos legales y sociales para hacerle frente. Sin embago, la problemática que encierra para otros países como México, esto impide adoptar programas comunes, más allá de las políticas punitivas. Ya veremos si el presidente de los Estados Unidos declara o no, la emergencia sanitaria como resultado de los efectos mortales en el consumo de la heroína y sus derivados.

javierolivaposada@gmail.com