/ miércoles 19 de febrero de 2020

Centro de Barrio | RTP

En mi adolescencia y durante mis estudios universitarios, utilicé con regularidad el servicio de Ruta 100. Para ir a la secundaria debía esperar el autobús o el trolebús sobre el Eje 8 Sur, para un recorrido no muy largo. Como existían ambas opciones, generalmente mi tiempo de espera no era demasiado. Donde sufría más era con la Ruta 59, sobre División del Norte, que no sólo tenía mala frecuencia de paso, sino que estaba separada en un tramo Xochimilco - Metro División y Metro División - El Rosario, con lo que se duplicaba mi espera.

Ya en la carrera, tras una caminata de un kilómetro por el entorno de la Universidad Autónoma Metropolitana, abordaba un autobús que recorría los Ocho Barrios de Iztapalapa para finalmente llevarme al Metro Zapata. Hay que reconocer que la red de Ruta 100 llegaba prácticamente a toda la ciudad, incluyendo Milpa Alta.

Pero los costos de operación de Ruta 100 eran estratosféricos, amén de la sospecha de que sirvió para financiar el levantamiento zapatista, como comenté en este espacio el 12 de junio pasado. Transporte con un alto nivel de subsidio y costos elevados terminaron por reventar la empresa.

Años más tarde, la Red de Transporte de Pasajeros emergió de nuevo como un servicio de la ciudad. En el imaginario colectivo es el sustituto de Ruta 100. Como entonces, sigue sin ser dirigida por técnicos. Regularmente su director cuenta con trayectoria política, el actual, Ramón Jiménez López no es la excepción. RTP vive un relanzamiento. El gobierno de Claudia Sheinbaum promete adquirir 800 autobuses. Ya vemos los primeros en las calles. Algunos de ellos de entrada baja, cómodos, accesibles, con lectores de tarjeta de prepago para el transporte público. La percepción del servicio está mejorando.

La cifra de 800 vehículos nuevos parece ambiciosa, aunque partiendo de que en los próximos años RTP tendrá que dar de baja los más de 700 autobuses que fueron adquiridos antes de 2012, la renovación de flota no impactará toda la ciudad. Sólo algunas rutas.

¿Es sustentable, en términos financieros, la estrategia del Gobierno de Ciudad de México en RTP? Insisto, la compra 800 autobuses luce ambiciosa, pero al final de cuentas, al considerar la probable baja de vehículos con más de diez años, no parece que el costo de operación se incremente exponencialmente y es de esperarse un incremento en el número de pasajeros.

Algo me dice, sin embargo, que sólo están comprando autobuses y no mejorando la gestión de flota. Me he estado encontrando buses nuevos pero sucios de cochambre. Cuando la gestión es buena, ningún autobús debe salir de patios sin limpieza completa, y menos con cubeta, jerga y trapeador abordo. El que esto suceda en RTP significa que este gobierno sólo está comprando autobuses y el resultado es previsible para los próximos años: costos crecientes, robo de refacciones, “canibalización” de la flota más antigua, con un creciente nivel de subsidio.

Ruta 100 fue víctima de su propio éxito. RTP seguirá la misma ruta, no sé si antes o después de 2024. La expansión de RTP parece una buena idea, pero no lo es. No así, al menos.

En mi adolescencia y durante mis estudios universitarios, utilicé con regularidad el servicio de Ruta 100. Para ir a la secundaria debía esperar el autobús o el trolebús sobre el Eje 8 Sur, para un recorrido no muy largo. Como existían ambas opciones, generalmente mi tiempo de espera no era demasiado. Donde sufría más era con la Ruta 59, sobre División del Norte, que no sólo tenía mala frecuencia de paso, sino que estaba separada en un tramo Xochimilco - Metro División y Metro División - El Rosario, con lo que se duplicaba mi espera.

Ya en la carrera, tras una caminata de un kilómetro por el entorno de la Universidad Autónoma Metropolitana, abordaba un autobús que recorría los Ocho Barrios de Iztapalapa para finalmente llevarme al Metro Zapata. Hay que reconocer que la red de Ruta 100 llegaba prácticamente a toda la ciudad, incluyendo Milpa Alta.

Pero los costos de operación de Ruta 100 eran estratosféricos, amén de la sospecha de que sirvió para financiar el levantamiento zapatista, como comenté en este espacio el 12 de junio pasado. Transporte con un alto nivel de subsidio y costos elevados terminaron por reventar la empresa.

Años más tarde, la Red de Transporte de Pasajeros emergió de nuevo como un servicio de la ciudad. En el imaginario colectivo es el sustituto de Ruta 100. Como entonces, sigue sin ser dirigida por técnicos. Regularmente su director cuenta con trayectoria política, el actual, Ramón Jiménez López no es la excepción. RTP vive un relanzamiento. El gobierno de Claudia Sheinbaum promete adquirir 800 autobuses. Ya vemos los primeros en las calles. Algunos de ellos de entrada baja, cómodos, accesibles, con lectores de tarjeta de prepago para el transporte público. La percepción del servicio está mejorando.

La cifra de 800 vehículos nuevos parece ambiciosa, aunque partiendo de que en los próximos años RTP tendrá que dar de baja los más de 700 autobuses que fueron adquiridos antes de 2012, la renovación de flota no impactará toda la ciudad. Sólo algunas rutas.

¿Es sustentable, en términos financieros, la estrategia del Gobierno de Ciudad de México en RTP? Insisto, la compra 800 autobuses luce ambiciosa, pero al final de cuentas, al considerar la probable baja de vehículos con más de diez años, no parece que el costo de operación se incremente exponencialmente y es de esperarse un incremento en el número de pasajeros.

Algo me dice, sin embargo, que sólo están comprando autobuses y no mejorando la gestión de flota. Me he estado encontrando buses nuevos pero sucios de cochambre. Cuando la gestión es buena, ningún autobús debe salir de patios sin limpieza completa, y menos con cubeta, jerga y trapeador abordo. El que esto suceda en RTP significa que este gobierno sólo está comprando autobuses y el resultado es previsible para los próximos años: costos crecientes, robo de refacciones, “canibalización” de la flota más antigua, con un creciente nivel de subsidio.

Ruta 100 fue víctima de su propio éxito. RTP seguirá la misma ruta, no sé si antes o después de 2024. La expansión de RTP parece una buena idea, pero no lo es. No así, al menos.