/ viernes 19 de febrero de 2021

Dejemos entrar a la democracia

Hace una semana empezaron las actividades para la visita y capacitación de quienes integrarán las mesas directivas de casilla. El INE ha determinado que para este proceso electoral se visitarán a lo largo y ancho del país a más de 12 millones de ciudadanas y ciudadanos. Dichas actividades se realizarán hasta el 31 de marzo. Lo anterior para poder estar en aptitud de garantizar que 1.4 millones de mujeres y hombres estén debidamente capacitados para recibir y contar los votos de sus vecinas y vecinos el próximo seis de junio.

El número de personas que fueron sorteadas no es un capricho del INE. La normatividad electoral establece que deberán ser escogidas por sorteo el 13% de ciudadanas y ciudadanos de cada sección electoral en las que se divide nuestro país (68806). A través de dicho procedimiento se garantiza representatividad territorial en la participación.

Para este proceso electoral, las personas que nacieron en agosto y septiembre que están inscritos en la Lista Nominal de Electores participaron en el sorteo. Con el fin de reducir riesgos de contagios y por tratarse de población vulnerable, las y los adultos mayores de 60 años fueron excluidos.

Es importante señalar que el sorteo se hace en cada uno de los 300 distritos electorales federales y en presencia de representantes de los partidos políticos. El rasgo aleatorio del procedimiento y la vigilancia son elementos que garantizan certeza y credibilidad en la organización de las elecciones. Además, podemos afirmar que son nuestras y nuestros vecinos quienes cuentan los votos en las elecciones de nuestro país y no la autoridad electoral.

De ahí que no deba extrañarnos si vemos en las calles o tocan a la puerta de nuestra vivienda personas del INE. Quienes acuden a nuestro domicilio son capacitadoras o capacitadores asistentes electorales que van con dos objetivos. El primero es informarles que fueron sorteados y que forman parte de un universo de ciudadanas y ciudadanos que están en posibilidad de participar como integrantes de las mesas directivas de casilla. En caso de aceptar la invitación del INE, se fijarán las fechas para la capacitación correspondiente.

El segundo de ellos es garantizar que la participación no sea una razón para poner en riesgo la salud de las y los mexicanos. Si bien es cierto que el INE no es una autoridad de salud, también lo es que tiene muy claro el complejo contexto que actualmente vivimos. De ahí que se ha asesorado con especialistas de la salud para la elaboración y aprobación de protocolos, mismos que han sido hechos del conocimiento de la autoridad de salud del gobierno federal y cuyo objetivo es que las actividades del INE aseguren el mayor cuidado de la salud de las y los mexicanos.

Las actividades de visita a la ciudadanía no son la excepción. Al respecto se ha emitido un protocolo para que las y los capacitadores realicen las siguientes acciones: a) Portar en todo momento el cubrebocas y la careta para disminuir el riesgo de contagio, b) No saludar ni despedirse de alguna forma que implique contacto físico, c) Mantener una distancia mínima de un metro y medio entre las personas, d) Aplicación de gel antibacterial antes y después de tener contacto con la ciudadanía y e) Al finalizar la jornada de trabajo, limpiar la careta con toallas sanitizantes o lavar con agua y jabón; desechar en un lugar adecuado el cubrebocas si este es desechable o seguir las medidas específicas determinadas para otro tipo de cubrebocas si éste es de mayor duración.

El INE no improvisa con dichas medidas. De hecho, el año pasado con motivo de las elecciones de Hidalgo y Coahuila, ya se implementaron protocolos que permitieron integrar e instalar el 100% de las casillas. Así, la pandemia no fue razón para inhibir la participación de la ciudadanía. También existen datos que permiten concluir que las elecciones en dichos Estados no fueron un factor que elevara la tasa de contagios de Covid-19.

Salvo por las actividades que realiza el INEGI para la obtención de datos que integran el censo de población, el trabajo de campo que realiza el INE en tan poco tiempo (48 días) para notificar sobre el sorteo, informar y convencer sobre la importancia de la participación en las elecciones demanda un esfuerzo institucional bastante amplio.

Abramos las puertas a la democracia y tengamos confianza en que la autoridad electoral se ha preparado para ejercer sus funciones, sin que ello implique descuidar la salud de las personas. El contexto en el que se llevará a cabo el proceso electoral es complejo. Tomando en cuenta ello, la autoridad electoral refrenda su compromiso de garantizar los derechos de las y los mexicanos en las actividades que está obligada a realizar. Ahora toca a la ciudadanía abrir la puerta a la democracia y participar.

*Jefe de oficina de la Presidencia del Consejo General del INE.

Hace una semana empezaron las actividades para la visita y capacitación de quienes integrarán las mesas directivas de casilla. El INE ha determinado que para este proceso electoral se visitarán a lo largo y ancho del país a más de 12 millones de ciudadanas y ciudadanos. Dichas actividades se realizarán hasta el 31 de marzo. Lo anterior para poder estar en aptitud de garantizar que 1.4 millones de mujeres y hombres estén debidamente capacitados para recibir y contar los votos de sus vecinas y vecinos el próximo seis de junio.

El número de personas que fueron sorteadas no es un capricho del INE. La normatividad electoral establece que deberán ser escogidas por sorteo el 13% de ciudadanas y ciudadanos de cada sección electoral en las que se divide nuestro país (68806). A través de dicho procedimiento se garantiza representatividad territorial en la participación.

Para este proceso electoral, las personas que nacieron en agosto y septiembre que están inscritos en la Lista Nominal de Electores participaron en el sorteo. Con el fin de reducir riesgos de contagios y por tratarse de población vulnerable, las y los adultos mayores de 60 años fueron excluidos.

Es importante señalar que el sorteo se hace en cada uno de los 300 distritos electorales federales y en presencia de representantes de los partidos políticos. El rasgo aleatorio del procedimiento y la vigilancia son elementos que garantizan certeza y credibilidad en la organización de las elecciones. Además, podemos afirmar que son nuestras y nuestros vecinos quienes cuentan los votos en las elecciones de nuestro país y no la autoridad electoral.

De ahí que no deba extrañarnos si vemos en las calles o tocan a la puerta de nuestra vivienda personas del INE. Quienes acuden a nuestro domicilio son capacitadoras o capacitadores asistentes electorales que van con dos objetivos. El primero es informarles que fueron sorteados y que forman parte de un universo de ciudadanas y ciudadanos que están en posibilidad de participar como integrantes de las mesas directivas de casilla. En caso de aceptar la invitación del INE, se fijarán las fechas para la capacitación correspondiente.

El segundo de ellos es garantizar que la participación no sea una razón para poner en riesgo la salud de las y los mexicanos. Si bien es cierto que el INE no es una autoridad de salud, también lo es que tiene muy claro el complejo contexto que actualmente vivimos. De ahí que se ha asesorado con especialistas de la salud para la elaboración y aprobación de protocolos, mismos que han sido hechos del conocimiento de la autoridad de salud del gobierno federal y cuyo objetivo es que las actividades del INE aseguren el mayor cuidado de la salud de las y los mexicanos.

Las actividades de visita a la ciudadanía no son la excepción. Al respecto se ha emitido un protocolo para que las y los capacitadores realicen las siguientes acciones: a) Portar en todo momento el cubrebocas y la careta para disminuir el riesgo de contagio, b) No saludar ni despedirse de alguna forma que implique contacto físico, c) Mantener una distancia mínima de un metro y medio entre las personas, d) Aplicación de gel antibacterial antes y después de tener contacto con la ciudadanía y e) Al finalizar la jornada de trabajo, limpiar la careta con toallas sanitizantes o lavar con agua y jabón; desechar en un lugar adecuado el cubrebocas si este es desechable o seguir las medidas específicas determinadas para otro tipo de cubrebocas si éste es de mayor duración.

El INE no improvisa con dichas medidas. De hecho, el año pasado con motivo de las elecciones de Hidalgo y Coahuila, ya se implementaron protocolos que permitieron integrar e instalar el 100% de las casillas. Así, la pandemia no fue razón para inhibir la participación de la ciudadanía. También existen datos que permiten concluir que las elecciones en dichos Estados no fueron un factor que elevara la tasa de contagios de Covid-19.

Salvo por las actividades que realiza el INEGI para la obtención de datos que integran el censo de población, el trabajo de campo que realiza el INE en tan poco tiempo (48 días) para notificar sobre el sorteo, informar y convencer sobre la importancia de la participación en las elecciones demanda un esfuerzo institucional bastante amplio.

Abramos las puertas a la democracia y tengamos confianza en que la autoridad electoral se ha preparado para ejercer sus funciones, sin que ello implique descuidar la salud de las personas. El contexto en el que se llevará a cabo el proceso electoral es complejo. Tomando en cuenta ello, la autoridad electoral refrenda su compromiso de garantizar los derechos de las y los mexicanos en las actividades que está obligada a realizar. Ahora toca a la ciudadanía abrir la puerta a la democracia y participar.

*Jefe de oficina de la Presidencia del Consejo General del INE.