/ sábado 10 de febrero de 2018

Efemérides cívico militares en febrero

Washington, D.C. De todos los meses del año, el que ahora transcurre, es el que más eventos y celebraciones del calendario histórico tiene. De la promulgación de la Constitución hasta el Día de la Bandera, también se recuerda la gesta heroica de los cadetes del Colegio Militar, escoltando a Palacio Nacional a Francisco Madero, para defender a la Nación y la democracia ante el levantamiento en su contra de varios Generales afines a la dictadura de Porfirio Díaz.

 

También el Día del Ejército, el Día de la Fuerza Aérea y el Día del Estado Mayor Presidencial, completan un intenso mes, que ahora se caracteriza por ser el último febrero del sexenio y también por encontrarnos en pleno proceso electoral. Así, que los discursos, ceremonias y en sí lo que cada efeméride significa, adquiere cierta relevancia en medio de los naturales conflictos que implica la búsqueda del voto. De allí que los candidatos a la Presidencia de la República y sus equipos de trabajo, deban estar atentos a los contenidos de los discursos que vayan a pronunciarse, pues como ocurre año con año, alguna frase, varios párrafos o planteamientos que se hagan, marcarán la agenda de las siguientes semanas.

 

Así ocurrió el 20 de noviembre pasado, cuando el General Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en la parte central de su discurso y ante los titulares de los tres Poderes de la Unión, solicitó atentamente, la discusión en las Cámaras de Diputados y Senadores, la Ley de Seguridad Interior. Sabemos que de entonces a la fecha, los avances en el proceso legislativo, se encuentran en su última fase, esperando su conclusión una vez que la Suprema Corte de Justicia, avale o no su procedencia. En cualquier sentido que sea la decisión del máximo tribunal, lo cierto es que la sensibilización al respecto de un ordenamiento jurídico para agilizar la vuelta de la paz y seguridad pública, es un hecho.

 

Al respecto, las condiciones bajo las cuales las Fuerzas Armadas siguen implicadas en la contención y sometimiento al crimen organizado, deben ser evaluadas en el contexto de un mes como febrero que recuerda que a lo largo de la historia, la Nación ha contado con su decidida y patriótica actuación. Sea en el siglo XIX, XX y en el actual, el recurso y basamento axiológico de la institucionalidad y lealtad al pueblo, han forjado el prestigio, buen nombre y aceptación del Ejército Mexicano, de la Fuerza Aérea Mexicana y de la Armada de México. Allí está la encuesta dada a conocer la semana anterior con la Cámara de Diputados, en dónde el 80% de la población está de acuerdo con su participación en tareas de apoyo a la seguridad pública.

 

Es deseable, que los principales actores políticos, estén sensibles a lo que se requiere para que las Fueras Armadas puedan cumplir de mejor forma las actividades que la misma ciudadanía les pide, ante la debilidad estructural de las corporaciones policiales. Aún quedan varios y cruciales meses por delante.

 

javierolivaposada@gmail.com

Washington, D.C. De todos los meses del año, el que ahora transcurre, es el que más eventos y celebraciones del calendario histórico tiene. De la promulgación de la Constitución hasta el Día de la Bandera, también se recuerda la gesta heroica de los cadetes del Colegio Militar, escoltando a Palacio Nacional a Francisco Madero, para defender a la Nación y la democracia ante el levantamiento en su contra de varios Generales afines a la dictadura de Porfirio Díaz.

 

También el Día del Ejército, el Día de la Fuerza Aérea y el Día del Estado Mayor Presidencial, completan un intenso mes, que ahora se caracteriza por ser el último febrero del sexenio y también por encontrarnos en pleno proceso electoral. Así, que los discursos, ceremonias y en sí lo que cada efeméride significa, adquiere cierta relevancia en medio de los naturales conflictos que implica la búsqueda del voto. De allí que los candidatos a la Presidencia de la República y sus equipos de trabajo, deban estar atentos a los contenidos de los discursos que vayan a pronunciarse, pues como ocurre año con año, alguna frase, varios párrafos o planteamientos que se hagan, marcarán la agenda de las siguientes semanas.

 

Así ocurrió el 20 de noviembre pasado, cuando el General Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en la parte central de su discurso y ante los titulares de los tres Poderes de la Unión, solicitó atentamente, la discusión en las Cámaras de Diputados y Senadores, la Ley de Seguridad Interior. Sabemos que de entonces a la fecha, los avances en el proceso legislativo, se encuentran en su última fase, esperando su conclusión una vez que la Suprema Corte de Justicia, avale o no su procedencia. En cualquier sentido que sea la decisión del máximo tribunal, lo cierto es que la sensibilización al respecto de un ordenamiento jurídico para agilizar la vuelta de la paz y seguridad pública, es un hecho.

 

Al respecto, las condiciones bajo las cuales las Fuerzas Armadas siguen implicadas en la contención y sometimiento al crimen organizado, deben ser evaluadas en el contexto de un mes como febrero que recuerda que a lo largo de la historia, la Nación ha contado con su decidida y patriótica actuación. Sea en el siglo XIX, XX y en el actual, el recurso y basamento axiológico de la institucionalidad y lealtad al pueblo, han forjado el prestigio, buen nombre y aceptación del Ejército Mexicano, de la Fuerza Aérea Mexicana y de la Armada de México. Allí está la encuesta dada a conocer la semana anterior con la Cámara de Diputados, en dónde el 80% de la población está de acuerdo con su participación en tareas de apoyo a la seguridad pública.

 

Es deseable, que los principales actores políticos, estén sensibles a lo que se requiere para que las Fueras Armadas puedan cumplir de mejor forma las actividades que la misma ciudadanía les pide, ante la debilidad estructural de las corporaciones policiales. Aún quedan varios y cruciales meses por delante.

 

javierolivaposada@gmail.com