/ domingo 3 de octubre de 2021

La disputa por la compra-venta de submarinos

Con un contrato firmado entre los gobiernos de Francia y Australia, para la adquisición de seis submarinos de propulsión a gasóleo, atrajo la atención de los Estados Unidos y del Reino Unido, e intervinieron para echar abajo la operación. Los sumergibles, serán de propulsión atómica y vendidos por estos dos países, ante lo cual la reacción del Presidente Emmanuel Macron, fue inédita en la historia de las relaciones diplomáticas de aliados.

Llamar a consultas a los Embajadores franceses tanto de Estados Unidos como de Australia, ameritó una llamada de mismo Presidente Joseph Biden a Macron para intentar aminorar las tensiones y otras serias consecuencias. Hay que recordar, que la complicada salida del Reino Unido de la Unión Europea (brexit), no significa su salida de la Organización del Tratado Atlántico Norte. No obstante, Alemania, España, Italia y por supuesto, Francia, han iniciado los trabajos formales para crear el Ejército de la Unión Europea. Sin duda la ruptura del contrato para la adquisición de los submarinos, dará un renovado impulso para lograr dicho objetivo.

Ahora bien, con este importante impulso a las capacidades militares navales de Australia, el hecho no será bien visto ni recibido por la República Popular de China, en tanto hay una serie de conflictos de aguas limítrofes entre varios países de la región, incluyendo a Corea del Sur, Japón, Vietnam y Australia. Aunque sea un lugar común, la carrera armamentística sigue y ante ese hecho, México, como país con aguas al océano más grande del mundo, el Pacífico, debe seguir con detalle las tensiones generadas entre eventuales aliados como los son Francia, Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.

La presencia geopolítica de México, le proporciona una visión clave para mejor aprovechar las dinámicas de los conflictos e intereses. Ahora no será diferente. La crisis desatada por el contrato de los seis submarinos, está lejos de concluir, los siguientes episodios se darán en los foros multilaterales de la OTAN y la Unión Europea. Se trata de un parte aguas que incidirá en el desarrollo de otros conflictos como la guerra no declarada entre Ucrania y Rusia, así como en los delicados equilibrios en varios de los países de Europa del Este.

Hasta el momento no ha trascendido de manera pública, alguna reacción de parte de Francia. Pero sin lugar a dudas, los intereses económicos aderezados con la carrera armamentística, tendrán efectos en las siguientes semana. Para darle un entorno más complicado, están los resultados electorales del domingo pasado en Alemania, en donde las intensas negociaciones siguen para determinar quién será el sucesor de Ángela Merkel. Proceso que amerita atención especial a propósito de sus consecuencias en el entorno europeo e internacional.

Llegado el momento, los países integrantes de la OTAN y sus socios invitados, como es el caso de Australia, deberán encontrar una solución a un problema y crisis auto generados.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso


Con un contrato firmado entre los gobiernos de Francia y Australia, para la adquisición de seis submarinos de propulsión a gasóleo, atrajo la atención de los Estados Unidos y del Reino Unido, e intervinieron para echar abajo la operación. Los sumergibles, serán de propulsión atómica y vendidos por estos dos países, ante lo cual la reacción del Presidente Emmanuel Macron, fue inédita en la historia de las relaciones diplomáticas de aliados.

Llamar a consultas a los Embajadores franceses tanto de Estados Unidos como de Australia, ameritó una llamada de mismo Presidente Joseph Biden a Macron para intentar aminorar las tensiones y otras serias consecuencias. Hay que recordar, que la complicada salida del Reino Unido de la Unión Europea (brexit), no significa su salida de la Organización del Tratado Atlántico Norte. No obstante, Alemania, España, Italia y por supuesto, Francia, han iniciado los trabajos formales para crear el Ejército de la Unión Europea. Sin duda la ruptura del contrato para la adquisición de los submarinos, dará un renovado impulso para lograr dicho objetivo.

Ahora bien, con este importante impulso a las capacidades militares navales de Australia, el hecho no será bien visto ni recibido por la República Popular de China, en tanto hay una serie de conflictos de aguas limítrofes entre varios países de la región, incluyendo a Corea del Sur, Japón, Vietnam y Australia. Aunque sea un lugar común, la carrera armamentística sigue y ante ese hecho, México, como país con aguas al océano más grande del mundo, el Pacífico, debe seguir con detalle las tensiones generadas entre eventuales aliados como los son Francia, Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.

La presencia geopolítica de México, le proporciona una visión clave para mejor aprovechar las dinámicas de los conflictos e intereses. Ahora no será diferente. La crisis desatada por el contrato de los seis submarinos, está lejos de concluir, los siguientes episodios se darán en los foros multilaterales de la OTAN y la Unión Europea. Se trata de un parte aguas que incidirá en el desarrollo de otros conflictos como la guerra no declarada entre Ucrania y Rusia, así como en los delicados equilibrios en varios de los países de Europa del Este.

Hasta el momento no ha trascendido de manera pública, alguna reacción de parte de Francia. Pero sin lugar a dudas, los intereses económicos aderezados con la carrera armamentística, tendrán efectos en las siguientes semana. Para darle un entorno más complicado, están los resultados electorales del domingo pasado en Alemania, en donde las intensas negociaciones siguen para determinar quién será el sucesor de Ángela Merkel. Proceso que amerita atención especial a propósito de sus consecuencias en el entorno europeo e internacional.

Llegado el momento, los países integrantes de la OTAN y sus socios invitados, como es el caso de Australia, deberán encontrar una solución a un problema y crisis auto generados.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso