Por: Qui Xiaoqui
En 1978, China inició un magnífico proceso de reforma y apertura. Durante 40 años, la ciencia y la tecnología ha sido la principal fuerza productiva, y la innovación ha sido el impulso que ha permitido liderar el desarrollo. Desde el fortalecimiento de la capacidad innovadora independiente hasta la construcción de un país de vanguardia e innovador, el proceso de reforma de la ciencia y la tecnología ha la piedra angular de la reforma y apertura de China, desempeñando un rol preponderante en el desarrollo económico. En los últimos 40 años, la fortaleza científica y tecnológica, ha brindado un importante impulso para mejorar el poderío nacional.
El dinamismo científico y tecnológico chino es reconocido por todo el mundo. En 1978, la mayoría de los ferrocarriles chinos usaban todavía locomotoras de vapor, que viajaban a poco más a de una velocidad de 40 kilómetros por hora. A partir de entonces, el sueño de contar con ferrocarriles de mayor velocidad generó años esfuerzos incansables, el primer tren interurbano de alta velocidad entre Beijing-Tianjin se inauguró oficialmente en 2008. En sólo 10 años, el tren de alta velocidad de China ha alcanzado la velocidad 350 km por hora, que es la velocidad más rápida del mundo en su tipo. Las vías férreas en China aumentaron de 52 mil kilómetros en 1978 a 127 mil kilómetros a finales de 2017, con un aumento de 144.2%, incluyendo 25 mil kilómetros de vías de trenes de alta velocidad, que representa el 66.3% del total de los trenes de alta velocidad del mundo. China se ha convertido en el país que cuenta con el mayor kilometraje de vías férreas en el mundo, además cuenta con la operación del ferrocarril más largo y cuenta con una industria ferroviaria que la ubica como la primera en el mundo en su tipo.
Los logros tecnológicos de China son ampliamente reconocidos en el mundo. El talento chino es el primer recurso para la innovación tecnológica. Desde el proceso de la reforma y la apertura, China ha implementado enérgicamente la estrategia de revitalizar a la nación por medio de la ciencia y la educación, teniendo como objetivo fortalecer el país a través de la formación de talentos. En 2017, el número total de personas de I+D en China alcanzó los 6.2 millones, ocupando así el primer lugar en el mundo durante cinco años consecutivos.
Con el apoyo y desarrollo de los talentos científicos y tecnológicos, China se encuentra a la vanguardia en el mundo en muchas áreas, por ejemplo: en el exitoso acoplamiento de la nave espacial tripulada Shenzhou y el Laboratorio Espacial Tiangong, los récords de inmersión profunda impuestos por los sumergibles tripulado Xiaolong y Haidou No.5, el diseño y construcción de la supercomputadora más rápida del mundo "Shenwei TaihuLight", los trabajos de ingeniería y manufacturas chinas como los aviones comerciales C919, la tercera generación de energía nuclear, etcétera. El desarrollo, diseño y fabricación de tecnología de China ha entrado en una nueva etapa de rápido crecimiento y alta calidad.
Frente a una nueva marcha histórica, China está redoblando esfuerzos para no quedarse rezagada y está impulsando un poderoso motor de desarrollo que es la innovación científica y tecnológica, con el objetivo de posicionarse a la vanguardia de los países que lideran estos temas y mejorar el nivel internacional.
