Ha sido notable o para estar a tono, la auténtica transformación que ha tenido el hoy Presidente de la República, respecto de sus opiniones y consideración sobre las Fuerzas Armadas. Desde las graves acusaciones y descalificaciones a estas desde campaña electoral, a los matices en la transición administrativa, hasta las evidentes y francas muestras de aprecio, reconocimiento y apoyo a las labores que desempeñan los militares integrantes de las tres Fuerzas Armadas.
La Marcha de la Lealtad, recuerda la gesta heroica de los cadetes del Colegio Militar, al acompañar al Presidente Francisco Madero, del Castillo de Chapultepec (entonces residencia oficial del titular Poder Ejecutivo, a Palacio Nacional, para intentar sofocar el golpe de Estado en curso. Año con año, la efemérides representa el mejor ambiente y espléndida oportunidad para reiterar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, su apego a la democracia y su subordinación al pueblo y al Comandante Supremo, el Presidente de la República. Empero esta primera ceremonia civil militar del Presidente Lopéz Obrador, será por lo tanto, la primera ocasión que le rindan honores en su plenos. Sin duda, un evento y momento por sí mismo, histórico.
Por venir, hay otra efemérides civiles militares muy relevantes. El próximo 10, se celebra el Día de la Fuerza Aérea. El 19, se conmemora el Día del Ejército. Cerramos el mes, con el Día de la Bandera, el 24. De tal forma, que el todavía nuevo Presidente de la República, tendrá más de una ocasión para ver y escuchar, los planteamientos de absoluta lealtad e institucionalidad que los integrantes del Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea Mexicana y la Armada de México le tienen al pueblo y a las instituciones. Pues en efecto, luego de tres alternancias en el Poder Ejecutivo en tan sólo 18 años, sin la menor muestra de fatiga, condicionamiento o cualquier otra actitud que pudiera interpretarse como una desviación a sus valores y principios, pos militares han mantenido e incluso incrementado en los recientes años, su compromiso y vocación de servicio.
Justo en el momento que en el Congreso de la Unión, se discute la viabilidad de la creación de la Guardia Nacional, como un una propuesta y respuesta estructural al problema de la inseguridad pública, recordar el significado histórico de la Marcha de la Lealtad, en cuanto al compromiso de los militares con la democracia, implica por otra parte, la oportunidad de contar con una nueva Fuerza Armada para contener y someter a la criminalidad (organizada y común). Las condiciones prácticas y de operación de las políticas en Seguridad Pública, cualquiera, y el Presidente López Obrador lo sabe bien, pasa por considerar a las Fuerzas Armadas como parte fundamental de la solución.
Ha sido precisamente la axiología militar, lo que la sociedad y ámbitos de gobierno reconocen en las Fuerzas Armadas, destacando de esos valores, el Patriotismo y la Lealtad. Debemos tener claro, que los profesionales de las armas están allí a petición nuestra y de los funcionarios de todos los niveles.
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