/ sábado 30 de septiembre de 2023

La Moviola | Resistencia: ¿Y mi Mandalorian apá?

@lamoviola

Hombre salva a niñita. Niñita es un arma letal creada por la inteligencia artificial que puede hacer ganar una guerra en contra de la humanidad, obvio, en un futuro distópico. Más menos. Por momentos el clisé está bien cocinado y en otros, uno se pregunta ¿quién se ha robado mi Mandalorian?

En Resistencia (The creator, Gareth Edwards, 2023) la ciencia ficción peca de formal en una más bien anodina historia a la que no se le pueden negar algunos buenos momentos y que parece estar hecha para mostrar una sobre representación de tipos, que logra que el asunto pierda sentido. Cosas de Hollywood que a estas alturas ya se le revierten.

Edwards, dirige un filme con historia de su autoría, que abusa de los lugares comunes pero que maneja con cierto oficio el melodrama en medio de muy buenas escenas de explosiones y actores que en serio se esfuerzan por darle cierta credibilidad a sus diálogos.

Recuerda para su desgracia incluso a Sonido de libertad (Alejandro Gómez Monteverde, 2023) que para infortunio de la película que hoy nos ocupa, comparte cartelera en México. El problema no es el clisé, bienvenido cuando se cocina con oficio, sino la abulia con el que se presenta.

Eso sí, la música de Hans Zimmer ayuda para algunos momentos. Una lástima el resultado final, muy mediano y hasta cínico en sus lugares comunes, porque es una película que tiene la estructura que gusta al gran público.

Joshua (John Davies Washington), es un agente retirado luego de vivir una tragedia que involucra a su novia embarazada Maya (Gemma Chain). Su labor en contra de las fuerzas de la AI, cual guionista de Hollywood, lo ha dejado con heridas emocionales y físicas. Nótese el esfuerzo por acabar con dignidad este párrafo en medio del relato de un lugar común.

Es buscado por los militares estadounidenses para dar con el arma letal que resulta ser una pequeña a la que le pone Alfie (Madeleine Yuna Voyles) de la que claro, luego de resistirse, se encariña. Tal cual va el asunto. Por ahí aparece Ken Watanabe en afán de puro oficio. Y todo en poco más de 133 minutos. Eso sí que es un abuso.

Edwards tiene oficio y eso salva algunos momentos. Un muy buen inicio por ejemplo, pero su acercamiento con Rogue One en serio pesa mucho. Para colmo también tiene crédito Chris Weitz (About A Boy y La brújula dorada) pero ni así sacan la casta.

En medio de la lucha justa de guionistas por sus derechos contra la codicia de la industria, estos asuntos tan de receta resultan hasta peligrosos.

A la mejor le gusta a la gente, pero eso es otro tema. El condicionamiento del público al lugar común es tema que hasta mi tío Scorsese tocó esta semana que termina.

Regular y tibia en una semana de estrenos más bien de medio pelo.


@lamoviola

Hombre salva a niñita. Niñita es un arma letal creada por la inteligencia artificial que puede hacer ganar una guerra en contra de la humanidad, obvio, en un futuro distópico. Más menos. Por momentos el clisé está bien cocinado y en otros, uno se pregunta ¿quién se ha robado mi Mandalorian?

En Resistencia (The creator, Gareth Edwards, 2023) la ciencia ficción peca de formal en una más bien anodina historia a la que no se le pueden negar algunos buenos momentos y que parece estar hecha para mostrar una sobre representación de tipos, que logra que el asunto pierda sentido. Cosas de Hollywood que a estas alturas ya se le revierten.

Edwards, dirige un filme con historia de su autoría, que abusa de los lugares comunes pero que maneja con cierto oficio el melodrama en medio de muy buenas escenas de explosiones y actores que en serio se esfuerzan por darle cierta credibilidad a sus diálogos.

Recuerda para su desgracia incluso a Sonido de libertad (Alejandro Gómez Monteverde, 2023) que para infortunio de la película que hoy nos ocupa, comparte cartelera en México. El problema no es el clisé, bienvenido cuando se cocina con oficio, sino la abulia con el que se presenta.

Eso sí, la música de Hans Zimmer ayuda para algunos momentos. Una lástima el resultado final, muy mediano y hasta cínico en sus lugares comunes, porque es una película que tiene la estructura que gusta al gran público.

Joshua (John Davies Washington), es un agente retirado luego de vivir una tragedia que involucra a su novia embarazada Maya (Gemma Chain). Su labor en contra de las fuerzas de la AI, cual guionista de Hollywood, lo ha dejado con heridas emocionales y físicas. Nótese el esfuerzo por acabar con dignidad este párrafo en medio del relato de un lugar común.

Es buscado por los militares estadounidenses para dar con el arma letal que resulta ser una pequeña a la que le pone Alfie (Madeleine Yuna Voyles) de la que claro, luego de resistirse, se encariña. Tal cual va el asunto. Por ahí aparece Ken Watanabe en afán de puro oficio. Y todo en poco más de 133 minutos. Eso sí que es un abuso.

Edwards tiene oficio y eso salva algunos momentos. Un muy buen inicio por ejemplo, pero su acercamiento con Rogue One en serio pesa mucho. Para colmo también tiene crédito Chris Weitz (About A Boy y La brújula dorada) pero ni así sacan la casta.

En medio de la lucha justa de guionistas por sus derechos contra la codicia de la industria, estos asuntos tan de receta resultan hasta peligrosos.

A la mejor le gusta a la gente, pero eso es otro tema. El condicionamiento del público al lugar común es tema que hasta mi tío Scorsese tocó esta semana que termina.

Regular y tibia en una semana de estrenos más bien de medio pelo.