Por Omar Navarro García
Hoy se reúne por última ocasión la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, previo a la jornada electoral del 6 de junio, donde el tema trascendental es, precisamente, las elecciones.
El rumbo que tome el país dependerá de cada uno de los ciudadanos que ejerzamos nuestro voto el próximo 6 de junio. Me gustaría decir que en esta contienda política existen diversos proyectos, visiones y formas de hacer las cosas, y que, como electores, en un ejercicio de contraste podremos decidir por cuál votar. La verdad es que la oposición le ha quedado a deber al país.
Morena ha afirmado de manera reiterada que su propuesta es la continuidad, que refrenda la plataforma política y legislativa que enarboló en 2018.
La propuesta de la oposición es una: Oponerse, sólo eso, oponerse a todo y seguirse oponiendo.
Un claro ejemplo de que la oposición no ha logrado permear ninguna propuesta es la declaración de Elíseo Fernández, candidato a la gubernatura de Campeche por Movimiento Ciudadano que se ha declarado obradorista, con su programa y principios.
De las declinaciones que se han dado, la más relevante ocurrió en Sonora, donde Ricardo Bours se sumó a la campaña de Ernesto Gándara, sin que de fondo tenga un impacto en las propuestas. Simplemente, la oposición no las construyó.
Las posiciones maniqueas no bastan para construir una nación. No nos dejemos engañar por la estridencia de las campañas. Sólo con la suma de esfuerzos, de proyectos e ideas se construye un mejor país.
Es de destacar que en esta nueva realidad democrática que vive México, las mayorías –como lo es Morena y sus aliados– no impusieron, guiaron.
En la Cámara de Diputados se presentaron 6 mil 527 iniciativas, de las cuales se aprobaron 989 en 541 dictámenes, y de estos casi el 70% fueron aprobados por consenso de todas las fuerzas políticas. Se realizaron cambios sustanciales a las iniciativas, con el fin de incorporar la visión de todos los actores sociales.
Las reformas constitucionales hubieran sido imposibles sin el voto de la oposición, porque sólo con consensos se logró dar un viraje a la estructura normativa de la nación, un cambio de visión de lo que puede y debe ser el gobierno.
Se abandonó una visión que privilegia al mercado y lo deja como amo absoluto del destino de la economía y de la política, y se asumió otra en donde se busca un estado de bienestar, donde los programas sociales se elevaron a derechos constitucionales, en favor de la población más vulnerable.
Cada tres años nos dicen que es la elección más importante en la historia del país y cada tres años tienen razón: ¿Qué es más importante que construir el presente y el futuro de nuestra nación?
Así que este 6 de junio hay que participar en la fiesta democrática, la más importante en la historia del país.
Asesor Temático de Economía del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados
