/ martes 15 de septiembre de 2020

Nuevo León, entre el crecimiento y el financiamiento

Por Ricardo Gallegos*

Nuevo León continúa siendo uno de los principales motores de crecimiento económico del país; la recuperación económica de este estado, después de pasar por las restricciones de la contingencia sanitaria, impulsará en el mediano plazo la recuperación del país en su conjunto. En este sentido, el endeudamiento como una posibilidad de crecimiento a futuro debería hoy volverse a discutir de manera profunda para algunos casos, y Nuevo León podría ser uno de esos buenos ejemplos.

Hoy, dentro del sector de los subnacionales, mantenemos dos discusiones importantes: 1) ¿revisar nuestro sistema federalista? 2) ¿qué tanto podemos utilizar una herramienta como la deuda como un medio para alcanzar más desarrollo? En estas dos vertientes, Nuevo León ha dejado clara su postura: revisar el pacto fiscal en donde se busque que los estados y municipios reciban mayores recursos en función de su aportación a los ingresos federales. En torno al tema de la deuda, el estado ha optado por dar cumplimiento al monto de disposición que le permite la Ley de Disciplina Financiera y sobre este punto me gustaría detenerme con mayor detalle.

El entorno bajo el cual se diseñó la Ley de Disciplina Financiera durante el sexenio pasado buscaba que los subnacionales ordenaran la toma de deuda y su aplicación, llevar un registro claro de sus deudas y que inclusive se dejara a potestad de la federación (probablemente la parte más controvertida de la reforma constitucional) la determinación del monto de endeudamiento anual. Todo en aras de que no se repitieran fenómenos como los que se dieron, por ejemplo, en Coahuila.

Actualmente, Nuevo León está en el onceavo proceso de calificación; durante este tiempo, su calificación ha oscilado en niveles de HR A, la cual ha sido una nota consistentemente alta, a pesar de los ciclos económicos que hemos vivido. El nivel de deuda efectivamente ha tenido un crecimiento bajo, pero ha sido constante en este periodo de tiempo, ya que en términos relativos se ha mantenido en niveles de 88%, producto de una combinación entre las disposiciones nuevas, las amortizaciones y el crecimiento de sus ingresos.

Si bien es cierto que, a mayor deuda, en términos generales, mayor riesgo y, por ende, una menor calificación, Nuevo León ha podido mejorar y estabilizar varias de las métricas de su evaluación. En términos generales, el endeudamiento neto como comentábamos anteriormente se ha mantenido en los últimos años en niveles promedio del 88%; esto lo ha logrado en buena medida por tener tasas de crecimiento positivas en sus ingresos, en particular, en los ingresos propios, gracias al fortalecimiento de sus ingresos propios y su base tributaria.

A junio, la deuda de largo plazo ronda en 46,351 millones de pesos (mdp), donde además hay registros de corto plazo por 1,695mdp y un saldo de créditos bono cupón cero por 7,483mdp, de los cuales el estado sólo paga intereses. Este año, Nuevo León estará disponiendo un techo de alrededor de 3,000mdp, los cuales ya se reflejan en el dato a junio y al igual que otros años se inyectan en el presupuesto para realizar inversión pública productiva, lo cual se ha traducido en mantener y/o fortalecer las ventajas competitivas del Estado.

Nuevo León sigue siendo uno de los estados que por su ubicación geográfica, su planta productiva, su conectividad y su estabilidad para hacer negocios, ha crecido en términos generales por arriba de lo que el país en su conjunto crece; para muestra, en 2019, año en el que el PIB nacional fue de -0.1%, Nuevo León tuvo un crecimiento del 1.9%, un desempeño superior a estados como Jalisco (0.6%) Quintana Roo (0%), Ciudad de México (-0.2%) o Estado de México (-2.1%).

Sin embargo, el estado seguirá enfrentando muchas de las dificultades que comparte con otros subnacionales: la probable baja de recursos federales en 2021, elecciones, dejar pagados tres meses antes sus créditos de corto plazo, los efectos de la pandemia y el confinamiento. Sin embargo, vale la pena poner a discusión si estados como Nuevo León, de los cuales dependemos de una manera importante para retornar a la senda de crecimiento, valdría la pena tener una condición de excepción al financiamiento, pues ésta manejada de una manera responsable está demostrado que -bien utilizada- es una excelente palanca de desarrollo y no debería simplemente utilizarse una regla prudencial justo cuando lo que más necesitamos hoy, es crecer.


Ligas de interés relacionadas:

Reporte del Estado de Nuevo León, 2019.

https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_NuevoLeon_2019%20VF.pdf

Infografía del Estado de NL, 2019.

https://www.hrratings.com/pdf/Infografia_Nuevo_Leon.pdf

Reportes Sectoriales:

https://www.hrratings.com/pdf/Retos%20para%20los%20estados%20y%20municipios%20en%202020%20VF%2007052020.pdf

https://www.hrratings.com/pdf/Evolucion%20de%20las%20calificaciones%20subnacionales.pdf


***

*Ricardo Gallegos es Director Ejecutivo Senior de Finanzas Públicas & Deuda Soberana en HR Ratings. Economista por el ITESM y estudios de Maestría en Políticas Públicas por el ITAM.

Liga LinkedIn. http://linkedin.com/in/ricardo-gallegos-miranda-a2b0029a

….

HR Ratings, agencia calificadora mexicana con presencia internacional, líder en el Mercado Mexicano y de Latinoamérica, distinguida por su compromiso con la transparencia, calidad en el análisis, el servicio a sus clientes y público inversionista. HR Ratings cuenta con la autorización de la Securities and Exchange Commission (SEC) y la certificación de la European Securities and Markets Authority (ESMA).

Redes sociales:

Twitter

https://twitter.com/HRRATINGS

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https://www.linkedin.com/company/hr-ratings/

Por Ricardo Gallegos*

Nuevo León continúa siendo uno de los principales motores de crecimiento económico del país; la recuperación económica de este estado, después de pasar por las restricciones de la contingencia sanitaria, impulsará en el mediano plazo la recuperación del país en su conjunto. En este sentido, el endeudamiento como una posibilidad de crecimiento a futuro debería hoy volverse a discutir de manera profunda para algunos casos, y Nuevo León podría ser uno de esos buenos ejemplos.

Hoy, dentro del sector de los subnacionales, mantenemos dos discusiones importantes: 1) ¿revisar nuestro sistema federalista? 2) ¿qué tanto podemos utilizar una herramienta como la deuda como un medio para alcanzar más desarrollo? En estas dos vertientes, Nuevo León ha dejado clara su postura: revisar el pacto fiscal en donde se busque que los estados y municipios reciban mayores recursos en función de su aportación a los ingresos federales. En torno al tema de la deuda, el estado ha optado por dar cumplimiento al monto de disposición que le permite la Ley de Disciplina Financiera y sobre este punto me gustaría detenerme con mayor detalle.

El entorno bajo el cual se diseñó la Ley de Disciplina Financiera durante el sexenio pasado buscaba que los subnacionales ordenaran la toma de deuda y su aplicación, llevar un registro claro de sus deudas y que inclusive se dejara a potestad de la federación (probablemente la parte más controvertida de la reforma constitucional) la determinación del monto de endeudamiento anual. Todo en aras de que no se repitieran fenómenos como los que se dieron, por ejemplo, en Coahuila.

Actualmente, Nuevo León está en el onceavo proceso de calificación; durante este tiempo, su calificación ha oscilado en niveles de HR A, la cual ha sido una nota consistentemente alta, a pesar de los ciclos económicos que hemos vivido. El nivel de deuda efectivamente ha tenido un crecimiento bajo, pero ha sido constante en este periodo de tiempo, ya que en términos relativos se ha mantenido en niveles de 88%, producto de una combinación entre las disposiciones nuevas, las amortizaciones y el crecimiento de sus ingresos.

Si bien es cierto que, a mayor deuda, en términos generales, mayor riesgo y, por ende, una menor calificación, Nuevo León ha podido mejorar y estabilizar varias de las métricas de su evaluación. En términos generales, el endeudamiento neto como comentábamos anteriormente se ha mantenido en los últimos años en niveles promedio del 88%; esto lo ha logrado en buena medida por tener tasas de crecimiento positivas en sus ingresos, en particular, en los ingresos propios, gracias al fortalecimiento de sus ingresos propios y su base tributaria.

A junio, la deuda de largo plazo ronda en 46,351 millones de pesos (mdp), donde además hay registros de corto plazo por 1,695mdp y un saldo de créditos bono cupón cero por 7,483mdp, de los cuales el estado sólo paga intereses. Este año, Nuevo León estará disponiendo un techo de alrededor de 3,000mdp, los cuales ya se reflejan en el dato a junio y al igual que otros años se inyectan en el presupuesto para realizar inversión pública productiva, lo cual se ha traducido en mantener y/o fortalecer las ventajas competitivas del Estado.

Nuevo León sigue siendo uno de los estados que por su ubicación geográfica, su planta productiva, su conectividad y su estabilidad para hacer negocios, ha crecido en términos generales por arriba de lo que el país en su conjunto crece; para muestra, en 2019, año en el que el PIB nacional fue de -0.1%, Nuevo León tuvo un crecimiento del 1.9%, un desempeño superior a estados como Jalisco (0.6%) Quintana Roo (0%), Ciudad de México (-0.2%) o Estado de México (-2.1%).

Sin embargo, el estado seguirá enfrentando muchas de las dificultades que comparte con otros subnacionales: la probable baja de recursos federales en 2021, elecciones, dejar pagados tres meses antes sus créditos de corto plazo, los efectos de la pandemia y el confinamiento. Sin embargo, vale la pena poner a discusión si estados como Nuevo León, de los cuales dependemos de una manera importante para retornar a la senda de crecimiento, valdría la pena tener una condición de excepción al financiamiento, pues ésta manejada de una manera responsable está demostrado que -bien utilizada- es una excelente palanca de desarrollo y no debería simplemente utilizarse una regla prudencial justo cuando lo que más necesitamos hoy, es crecer.


Ligas de interés relacionadas:

Reporte del Estado de Nuevo León, 2019.

https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_NuevoLeon_2019%20VF.pdf

Infografía del Estado de NL, 2019.

https://www.hrratings.com/pdf/Infografia_Nuevo_Leon.pdf

Reportes Sectoriales:

https://www.hrratings.com/pdf/Retos%20para%20los%20estados%20y%20municipios%20en%202020%20VF%2007052020.pdf

https://www.hrratings.com/pdf/Evolucion%20de%20las%20calificaciones%20subnacionales.pdf


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*Ricardo Gallegos es Director Ejecutivo Senior de Finanzas Públicas & Deuda Soberana en HR Ratings. Economista por el ITESM y estudios de Maestría en Políticas Públicas por el ITAM.

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