/ lunes 17 de febrero de 2020

Pulso CDMX | Ciudadanía a tiempo completo

Solemos exigirle todo al Gobierno, pero pocas veces nos ponemos a pensar en que contribuimos nosotras y nosotros a mejorar nuestra sociedad. Sí, tenemos derechos, pero también obligaciones; responsabilidades en calidad de ciudadano, ciudadana o habitante para contribuir al mejor funcionamiento, bienestar y a la armonía de nuestro entorno, aún más cuando la Ciudad de México ocupa el lugar 28 de las 32 entidades federativas en materia de Estado de Derecho según el World Justice Project 2019- 2020. La exigencia de nuestras garantías a los Gobiernos y distintos poderes del Estado es indispensable. Pero la mejora tiene que acompañarse de la construcción permanente de una ciudadanía, informada, involucrada, participativa. Dicho resultado de largo aliento contribuiría a una democracia más eficiente.

En 2018, Laura Sarvide, en una crónica novelada, evoca experiencias ciudadanas puntuales pero discontinuas. En “Ciudadanía intermitente: ¿hasta cuándo?” el espíritu ciudadano se despierta por ciclos o acontecimientos excepcionales. No obstante, la responsabilidad es cotidiana, es de todas y todos; más allá de otorgar un voto en un sistema de democracia representativa ya en obsolescencia.

¿Quieres ejercer tu ciudadanía para mejorar tu barrio, tu colonia y tu Ciudad? ¿Quieres que la voz ciudadana y de las y los habitantes sea tomada en cuenta en las acciones del Gobierno que afectan nuestra vida diaria? ¿Quieres hacerte de herramientas que mejore tus conocimientos y tu incidencia en la sociedad? ¿Tienes interés en diseñar, llevar a cabo o formar parte de una iniciativa individual o colectiva? Después de su libro, la persistente Laura Sarvide, con la Universidad de la Comunicación, lanza el primer diplomado CIUDADANÍA A TIEMPO COMPLETO: un ejercicio de seis meses que reforzará una cultura ciudadana, comunitaria y cívica.

A través de método mixto entre módulos teóricos y prácticos, las personas asistentes podrán, además de enriquecerse individualmente, replicar acciones y conocimientos para la articulación y el empoderamiento colectivo; aún más útil hoy día. Este diplomado, que se impartirá los sábados, contará, entre otros, con la presencia de docentes como Gabriela Sánchez (Instituto Mora), Rubén Aguilar (Ibero), María Eugenia Negrete (COLMEX), Manuel Canto (UAM) o Lucía Álvarez (UNAM), y de conferencistas profesionales con experiencia ciudadana como Daniel Ponce, Marco Rascón, Sylvia Aguilera, así como personalidades públicas y políticas plurales pero comprometidas.

La ciudadanía es un actor estratégico para hacer contrapeso a los poderes tradicionales anclados. “Unos lo hacen y otros lo hemos permitido”. Una democracia libre, funcional, social y eficiente no solamente puede desarrollarse por la única representación electoral. Fortalecer la cultura ciudadana y cívica permite desmantelar poco a poco el sistema oligopólico que estamos viviendo; cuando unos cuantos (en general los mismos) toman decisiones que impacta la mayoría silenciosa, y en varias ocasiones a costo del interés general. Para que el Estado mejore su funcionamiento y vivamos con mayor bienestar colectivo e individual necesitamos de una ciudadania a tiempo completo.

Solemos exigirle todo al Gobierno, pero pocas veces nos ponemos a pensar en que contribuimos nosotras y nosotros a mejorar nuestra sociedad. Sí, tenemos derechos, pero también obligaciones; responsabilidades en calidad de ciudadano, ciudadana o habitante para contribuir al mejor funcionamiento, bienestar y a la armonía de nuestro entorno, aún más cuando la Ciudad de México ocupa el lugar 28 de las 32 entidades federativas en materia de Estado de Derecho según el World Justice Project 2019- 2020. La exigencia de nuestras garantías a los Gobiernos y distintos poderes del Estado es indispensable. Pero la mejora tiene que acompañarse de la construcción permanente de una ciudadanía, informada, involucrada, participativa. Dicho resultado de largo aliento contribuiría a una democracia más eficiente.

En 2018, Laura Sarvide, en una crónica novelada, evoca experiencias ciudadanas puntuales pero discontinuas. En “Ciudadanía intermitente: ¿hasta cuándo?” el espíritu ciudadano se despierta por ciclos o acontecimientos excepcionales. No obstante, la responsabilidad es cotidiana, es de todas y todos; más allá de otorgar un voto en un sistema de democracia representativa ya en obsolescencia.

¿Quieres ejercer tu ciudadanía para mejorar tu barrio, tu colonia y tu Ciudad? ¿Quieres que la voz ciudadana y de las y los habitantes sea tomada en cuenta en las acciones del Gobierno que afectan nuestra vida diaria? ¿Quieres hacerte de herramientas que mejore tus conocimientos y tu incidencia en la sociedad? ¿Tienes interés en diseñar, llevar a cabo o formar parte de una iniciativa individual o colectiva? Después de su libro, la persistente Laura Sarvide, con la Universidad de la Comunicación, lanza el primer diplomado CIUDADANÍA A TIEMPO COMPLETO: un ejercicio de seis meses que reforzará una cultura ciudadana, comunitaria y cívica.

A través de método mixto entre módulos teóricos y prácticos, las personas asistentes podrán, además de enriquecerse individualmente, replicar acciones y conocimientos para la articulación y el empoderamiento colectivo; aún más útil hoy día. Este diplomado, que se impartirá los sábados, contará, entre otros, con la presencia de docentes como Gabriela Sánchez (Instituto Mora), Rubén Aguilar (Ibero), María Eugenia Negrete (COLMEX), Manuel Canto (UAM) o Lucía Álvarez (UNAM), y de conferencistas profesionales con experiencia ciudadana como Daniel Ponce, Marco Rascón, Sylvia Aguilera, así como personalidades públicas y políticas plurales pero comprometidas.

La ciudadanía es un actor estratégico para hacer contrapeso a los poderes tradicionales anclados. “Unos lo hacen y otros lo hemos permitido”. Una democracia libre, funcional, social y eficiente no solamente puede desarrollarse por la única representación electoral. Fortalecer la cultura ciudadana y cívica permite desmantelar poco a poco el sistema oligopólico que estamos viviendo; cuando unos cuantos (en general los mismos) toman decisiones que impacta la mayoría silenciosa, y en varias ocasiones a costo del interés general. Para que el Estado mejore su funcionamiento y vivamos con mayor bienestar colectivo e individual necesitamos de una ciudadania a tiempo completo.