/ martes 9 de enero de 2018

Retos de la comunicación política

Las elecciones de este año serán las más grandes de la historia de nuestro país. Los más de 88 millones de electores elegiremos 3 mil 406 cargos –mil 300 más que hace seis años—. Esto significa que los actores de la comunicación política se enfrentarán a retos que generarán desafíos por afrontar; así como un malabarista tiene que mantener el equilibrio en la cuerda para no caer, un domador de leones comunicar valentía e inteligencia para no morir devorado, y un gran showman magia y trucos para que el público le aplauda. Los medios de información, las encuestadoras, los candidatos, ong’s, entre otros tendrán que mostrar estrategias honestas intelectualmente, capaces de responder a la coyuntura, pero sobre todo su principal reto será ¿cómo comunicar confianza y credibilidad a los electores?, pero mejor vamos por partes:

Medios de información. Hace unos días el nuevo capitán de The New York Times A. G. Sulzberger escribió que “la desinformación está aumentando y la confianza en los medios cae a medida que las plataformas tecnológicas dan prioridad a los clics, los rumores y la propaganda antes que a la investigación real; los políticos manipulan para sacar ventaja alimentando las sospechas sobre la prensa. La creciente polarización amenaza incluso la suposición fundamental de verdades en común, las que mantienen unida a una sociedad”. El gran reto por parte de los medios es recuperar la confianza de sus audiencias; tal vez valdría la pena que algunos desempolvaran sus libros de periodismo –y los reestudien—para que practiquen las diferencias entre géneros informativos y de opinión. Ojalá algún día los medios acepten abiertamente en editoriales su apoyo a algún candidato sin disfraces; al final el elector decidirá, ya que es más inteligente que el desprecio con el que muchos los analizan.

Candidatos. El filósofo griego Platón decía que “uno de los castigos por rehusarse a participar en política, es que terminarán siendo gobernados por hombres inferiores a ti”. El sistema político mexicano continúa practicando su nostalgia por el Tlatoani, el personaje que cada seis años se presenta como salvador y curador de la pobreza, la violencia y la injusticia; ¡ni Spider-Man o el Enmascarado de Plata lo podrían hacer mejor! La comunicación política le rinde homenaje a este ánimo presidencialista al reducir todo a frases como: “estaríamos mejor con ya sabes quién”. Valdría la pena preguntarnos si con que llegue a la prejidenjia “ya saben quién” en tres años se acabaría la violencia como “ya saben quién” lo ha propuesto. La solución de los problemas es más compleja, no habrá mayorías absolutas para que el dedito de “ya saben quién” decida y aplauda, se fortalecerán los contrapesos, pero aún falta mucho tiempo.


Estado de Derecho. Don Daniel Cosío Villegas, historiador y Fundador del FCE, tuvo mucha razón al decir que “el mexicano posee un enorme talento para idear y redactar leyes cuya hechura despertaría la envidia del jurista más encumbrado del mundo, y un ingenio inagotable para violar las leyes que inventa”. Peeeero, que uno de los participantes de la contienda presidencial pronostique un fraude antes de las elecciones contamina la credibilidad del proceso. Ahí el reto de muestro sistema jurídico.

Encuestas. Si las encuestadoras pretenden recuperar la confianza y que la población participe en estos ejercicios tendrán que fortalecer sus alianzas con el INE, medios y partidos. El gran reto es explicar cuáles son los estudios que están apegados a la ciencia y alejados de una intencionalidad partidista. Esta elección tendrá como nuevo ingrediente las encuestas en Facebook y Twitter que pretender sobredimensionar sus resultados con una opinión generalizada. En fin el desafío por parte de los encuestadores y medios de información será explicar y no editorializar los resultados.


Seguridad y corrupción. Diferentes estudios y encuestas muestran cómo los principales problemas de los mexicanos son: la delincuencia; 28%, la situación política 16%; la corrupción 13%; la economía 11%, y el desempleo 8%. ¿Cuántos spots electorales veremos acerca de que 2017 fue el año donde se registraron más homicidios dolosos?, ¿cuántos acerca de gobernadores encarcelados por presuntos actos de corrupción?, ¿Quién aprovechará más estos ataques?, la respuesta parece ser muy sencilla; sin embargo cuántos encarcelamientos veremos próximamente; ¿por qué se amparó el señor Beltrones?, ¿los cambios en Segob, dependencia responsable de la seguridad, significan una ruptura por un pececito? En fin hay otras encuestas (Gallup International), que afirman que México es el cuarto país más feliz del mundo, por debajo de las Islas Fiji, Colombia y Filipinas; pero también México ocupa el quinto lugar entre las naciones más pesimistas. ¿felicidad o pesimismo se tiene que comunicar?, esto apenas inicia. 

En fin ¿cómo comunicar confianza y credibilidad a los electores?, ahí está el verdadero reto de la elección más grande de la historia. El poeta norteamericano Wallace Stevens decía que la confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas. #Jap

 

Académico de la FCPyS—UNAM, IPN y consultor político

@gersonmecalco

 

 

 

Las elecciones de este año serán las más grandes de la historia de nuestro país. Los más de 88 millones de electores elegiremos 3 mil 406 cargos –mil 300 más que hace seis años—. Esto significa que los actores de la comunicación política se enfrentarán a retos que generarán desafíos por afrontar; así como un malabarista tiene que mantener el equilibrio en la cuerda para no caer, un domador de leones comunicar valentía e inteligencia para no morir devorado, y un gran showman magia y trucos para que el público le aplauda. Los medios de información, las encuestadoras, los candidatos, ong’s, entre otros tendrán que mostrar estrategias honestas intelectualmente, capaces de responder a la coyuntura, pero sobre todo su principal reto será ¿cómo comunicar confianza y credibilidad a los electores?, pero mejor vamos por partes:

Medios de información. Hace unos días el nuevo capitán de The New York Times A. G. Sulzberger escribió que “la desinformación está aumentando y la confianza en los medios cae a medida que las plataformas tecnológicas dan prioridad a los clics, los rumores y la propaganda antes que a la investigación real; los políticos manipulan para sacar ventaja alimentando las sospechas sobre la prensa. La creciente polarización amenaza incluso la suposición fundamental de verdades en común, las que mantienen unida a una sociedad”. El gran reto por parte de los medios es recuperar la confianza de sus audiencias; tal vez valdría la pena que algunos desempolvaran sus libros de periodismo –y los reestudien—para que practiquen las diferencias entre géneros informativos y de opinión. Ojalá algún día los medios acepten abiertamente en editoriales su apoyo a algún candidato sin disfraces; al final el elector decidirá, ya que es más inteligente que el desprecio con el que muchos los analizan.

Candidatos. El filósofo griego Platón decía que “uno de los castigos por rehusarse a participar en política, es que terminarán siendo gobernados por hombres inferiores a ti”. El sistema político mexicano continúa practicando su nostalgia por el Tlatoani, el personaje que cada seis años se presenta como salvador y curador de la pobreza, la violencia y la injusticia; ¡ni Spider-Man o el Enmascarado de Plata lo podrían hacer mejor! La comunicación política le rinde homenaje a este ánimo presidencialista al reducir todo a frases como: “estaríamos mejor con ya sabes quién”. Valdría la pena preguntarnos si con que llegue a la prejidenjia “ya saben quién” en tres años se acabaría la violencia como “ya saben quién” lo ha propuesto. La solución de los problemas es más compleja, no habrá mayorías absolutas para que el dedito de “ya saben quién” decida y aplauda, se fortalecerán los contrapesos, pero aún falta mucho tiempo.


Estado de Derecho. Don Daniel Cosío Villegas, historiador y Fundador del FCE, tuvo mucha razón al decir que “el mexicano posee un enorme talento para idear y redactar leyes cuya hechura despertaría la envidia del jurista más encumbrado del mundo, y un ingenio inagotable para violar las leyes que inventa”. Peeeero, que uno de los participantes de la contienda presidencial pronostique un fraude antes de las elecciones contamina la credibilidad del proceso. Ahí el reto de muestro sistema jurídico.

Encuestas. Si las encuestadoras pretenden recuperar la confianza y que la población participe en estos ejercicios tendrán que fortalecer sus alianzas con el INE, medios y partidos. El gran reto es explicar cuáles son los estudios que están apegados a la ciencia y alejados de una intencionalidad partidista. Esta elección tendrá como nuevo ingrediente las encuestas en Facebook y Twitter que pretender sobredimensionar sus resultados con una opinión generalizada. En fin el desafío por parte de los encuestadores y medios de información será explicar y no editorializar los resultados.


Seguridad y corrupción. Diferentes estudios y encuestas muestran cómo los principales problemas de los mexicanos son: la delincuencia; 28%, la situación política 16%; la corrupción 13%; la economía 11%, y el desempleo 8%. ¿Cuántos spots electorales veremos acerca de que 2017 fue el año donde se registraron más homicidios dolosos?, ¿cuántos acerca de gobernadores encarcelados por presuntos actos de corrupción?, ¿Quién aprovechará más estos ataques?, la respuesta parece ser muy sencilla; sin embargo cuántos encarcelamientos veremos próximamente; ¿por qué se amparó el señor Beltrones?, ¿los cambios en Segob, dependencia responsable de la seguridad, significan una ruptura por un pececito? En fin hay otras encuestas (Gallup International), que afirman que México es el cuarto país más feliz del mundo, por debajo de las Islas Fiji, Colombia y Filipinas; pero también México ocupa el quinto lugar entre las naciones más pesimistas. ¿felicidad o pesimismo se tiene que comunicar?, esto apenas inicia. 

En fin ¿cómo comunicar confianza y credibilidad a los electores?, ahí está el verdadero reto de la elección más grande de la historia. El poeta norteamericano Wallace Stevens decía que la confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas. #Jap

 

Académico de la FCPyS—UNAM, IPN y consultor político

@gersonmecalco