/ miércoles 30 de marzo de 2022

Verdad sin confrontar 

Como lo anticipé hace unas semanas, este 31 de marzo dejo la Alcaldía de Coyoacán. Más allá de las razones que tengo para esta decisión, me centraré en un aprendizaje. Me refiero a una virtud del alcalde de Coyoacán: no se pelea con nadie.

Si somos estrictos, el sabotaje a los gobiernos de las nueve alcaldías que están en manos de la oposición empezó al día siguiente de las elecciones. El hecho de que la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, haya pospuesto la formación de equipos de transición es una clara muestra de deshonestidad y de cómo para ella es más importante dificultar el desempeño a sus rivales, que la continuidad administrativa para resolver los problemas de los gobernados.

Quienes participamos en agendas específicas, como la de movilidad, y sabemos de omisiones, prisas o errores en el ejercicio del gobierno, los señalamos. Cuando hay más que criticar que elogiar uno se presenta como antagonista de quienes participan en el tema. Siempre hay ofendidos.

Sin embargo, si hay un alcalde que ha cuidado no confrontarse con el Gobierno de Sheinbaum es Giovani Gutiérrez. Esto es algo que podemos destacar no sólo por lo que dice de manera pública, lo llegó a expresar en múltiples ocasiones en reuniones internas. Básicamente, asume la colaboración como una obligación, así obtiene beneficios locales: agua, seguridad, ferias del empleo, apoyo técnico, etcétera.

Durante los últimos tres años he sido sumamente crítico con el Gobierno de la Ciudad de México. Si algo ha sido característico del gobierno de Sheinbaum es el abordaje superficial de los temas más profundos. Mis lectores han podido ver mis posiciones antagonistas en ciertas agendas.

¿Se puede conciliar el lado crítico con la colaboración? A lo largo de estos meses llegué a conversar con personas a las que he criticado en este sexenio, así como a lo largo de la vida he convivido con personas que me han cuestionado o a las que he cuestionado. Se puede, pero también se requiere cierto carácter, de ambas partes. Yo mismo he dejado entrever diferencias con mi alcalde en la renuncia. Las tengo y personalmente las he expresado.

Lo que puedo reconocer es que cuando una persona asume como misión no conflictuarse con sus adversarios, algo nada sencillo, se pueden obtener avances que la crítica y confrontación dificultan. Esta es una gran cualidad para un gobernante, no muchos poseen el carácter de “Gio”.

Ahora que doy vuelta a la página, ahora que podría estar alejándome por mucho tiempo o por siempre del gobierno, podría, sin embargo, tratar de enriquecerme con el aprendizaje que me dejó mi amigo y alcalde en Coyoacán, Giovani Gutiérrez Aguilar. Menos crítica, más propuesta, y sí con la convicción de seguir luchando y caminando por transformaciones profundas en mi ciudad y por supuesto en Coyoacán: mi alcalde ganó por amplio margen, con una agenda muy propositiva en la que colaboré y que no se está cumpliendo, hay que decirlo pero sin confrontarnos. Gracias, alcalde.


Como lo anticipé hace unas semanas, este 31 de marzo dejo la Alcaldía de Coyoacán. Más allá de las razones que tengo para esta decisión, me centraré en un aprendizaje. Me refiero a una virtud del alcalde de Coyoacán: no se pelea con nadie.

Si somos estrictos, el sabotaje a los gobiernos de las nueve alcaldías que están en manos de la oposición empezó al día siguiente de las elecciones. El hecho de que la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, haya pospuesto la formación de equipos de transición es una clara muestra de deshonestidad y de cómo para ella es más importante dificultar el desempeño a sus rivales, que la continuidad administrativa para resolver los problemas de los gobernados.

Quienes participamos en agendas específicas, como la de movilidad, y sabemos de omisiones, prisas o errores en el ejercicio del gobierno, los señalamos. Cuando hay más que criticar que elogiar uno se presenta como antagonista de quienes participan en el tema. Siempre hay ofendidos.

Sin embargo, si hay un alcalde que ha cuidado no confrontarse con el Gobierno de Sheinbaum es Giovani Gutiérrez. Esto es algo que podemos destacar no sólo por lo que dice de manera pública, lo llegó a expresar en múltiples ocasiones en reuniones internas. Básicamente, asume la colaboración como una obligación, así obtiene beneficios locales: agua, seguridad, ferias del empleo, apoyo técnico, etcétera.

Durante los últimos tres años he sido sumamente crítico con el Gobierno de la Ciudad de México. Si algo ha sido característico del gobierno de Sheinbaum es el abordaje superficial de los temas más profundos. Mis lectores han podido ver mis posiciones antagonistas en ciertas agendas.

¿Se puede conciliar el lado crítico con la colaboración? A lo largo de estos meses llegué a conversar con personas a las que he criticado en este sexenio, así como a lo largo de la vida he convivido con personas que me han cuestionado o a las que he cuestionado. Se puede, pero también se requiere cierto carácter, de ambas partes. Yo mismo he dejado entrever diferencias con mi alcalde en la renuncia. Las tengo y personalmente las he expresado.

Lo que puedo reconocer es que cuando una persona asume como misión no conflictuarse con sus adversarios, algo nada sencillo, se pueden obtener avances que la crítica y confrontación dificultan. Esta es una gran cualidad para un gobernante, no muchos poseen el carácter de “Gio”.

Ahora que doy vuelta a la página, ahora que podría estar alejándome por mucho tiempo o por siempre del gobierno, podría, sin embargo, tratar de enriquecerme con el aprendizaje que me dejó mi amigo y alcalde en Coyoacán, Giovani Gutiérrez Aguilar. Menos crítica, más propuesta, y sí con la convicción de seguir luchando y caminando por transformaciones profundas en mi ciudad y por supuesto en Coyoacán: mi alcalde ganó por amplio margen, con una agenda muy propositiva en la que colaboré y que no se está cumpliendo, hay que decirlo pero sin confrontarnos. Gracias, alcalde.