Desde una de las suites del SoFi Stadium de Inglewood, California, los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, disfrutaron del concierto de Beyoncé que ofreció ayer en la noche como parte de su gira mundial Renaissance.
La pareja más polémica de la familia real británica, disfrutó cada una de las canciones de la famosa artista originaria de Houston, Texas, incluyendo la favorita de Meghan, Cozy, tema que la puso a bailar desde su butaca y a cantar a todo pulmón.
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Durante el recital, el matrimonio estuvo acompañado de Doria Ragland, madre de Markle y de su amiga y excompañera de reparto de la serie Suits, con quienes compartieron un agradable momento, además mis cuatro cumplieron con el dress code que la propia Beyoncé impuso especialmente para este show:
“La temporada de los Virgo ya está aquí. Esta gira está siendo una gran alegría para mí y como deseo de cumpleaños quiero que todo el mundo lleve puestas sus prendas plateadas más fabulosas para brillar como si fuéramos bolas de discoteca”, escribió la cantante en su página web, lo anterior con motivo de su cumpleaños que celebrará el próximo 4 de septiembre.
A lo que los duques respondieron con looks muy ad hoc para el concierto. Meghan optó por una falda de tubo de brillos en plateado combinada con una blusa lisa blanca de tirantes anchos. Mientras que el hijo menor del rey Carlos III, optó por un estilo casual con un look en capas, conformado por una t-shirt blanca de cuello redondo, con un suéter y saco gris combinado con pantalón y sneakers blancos.
Cabe hacer mención, que los Sussex son grandes admiradores de la intérprete de Single ladies, a quien conocieron en persona en 2019 durante el estreno del live action de El rey león en Londres, filme en el que la cantante prestó voz al personaje de Nala.
Este encuentro fue un parteaguas para que iniciara una estrecha relación entre ellos; como prueba de esa amistad, Queen B - como es llamada por sus seguidores- envió un mensaje de apoyo tras la polémica entrevista con Oprah Winfrey.
