No era el Cuscatlán, pero sí su gente, esa que aprieta cuando enfrente tiene una playera verde. La afición salvadoreña colmó el estadio nacional de Las Delicias para alentar a su Selecta en la misión de mantenerse con vida en sus Juegos Centroamericanos, y así mordieron durante gran parte del partido, cuando empataban, cuando ganaban y cuando México les quitó de las manos un partido que parecía suyo.

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El empate, sin embargo, no fue malo para ninguno de los dos, porque el Tricolor avanzó de primero y los locales de segundos. Más intenso, tal vez por el entorno, El Salvador fue mejor que México. Al equipo tricolor le costó encontrar la posesión del esférico y apostó al talento de sus jugadores para generar peligro. El problema es que eso tampoco abunda.

El cuadro salvadoreño poco a poco fue ganando terreno y a pesar de no hacer gala de claridad, con eso le alcanzó para generar cierto peligro, siempre bien rechazado por el buen accionar del arquero Fernando Tapia, bien atentó a los achiques.

México aguantó su meta en blanco en el primer tiempo de los Juegos Centroamericanos. Sin embargo, toda la buena suerte acumulada terminó recién comenzado el segundo tiempo, cuando El Salvador encontró recompensa tras una buena jugada por la banda izquierda que terminó con un remate de Styven Vásquez con el marco vacío.

Cuando parecía que México no encontraría la manera de hacer daño, una jugada a velocidad por parte de Bryan González abrió la puerta para el empate. El mexicano tiró un buen centro por la izquierda a la llegada de Jordan Carrillo, quien recibió de pecho y definió al ángulo.

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A pesar del grito de Sí se puede que caía desde la tribuna, el marcador ya no se movió. El empate no fue malo, pero pocos quedaron conformes

Publicado originalmente en ESTO