Petróleos Mexicanos (Pemex) necesita una reestructura urgente para que vuelva a ser una empresa rentable y que aporte a las finanzas públicas, aseguró Emilio Romano, director general de Bank of America (BofA) en México.
“Pemex no tiene un problema de balance. ¿Cómo se resuelve esto? No necesariamente con transferencias. Necesitamos reestructurar a Pemex para que sea una empresa nuevamente con contribución apropiada de mercado y finanzas públicas”, dijo el ejecutivo.
En conferencia de prensa, Romano destacó que las transferencias gubernamentales, como las que ha hecho el gobierno actual del presidente Andrés Manuel López Obrador, solamente “retrasan” el problema financiero de la petrolera.
Advirtió que lo ideal sería destinar recursos públicos a proyectos más productivos, pues de lo contrario podría presentarse un recorte al gasto o un mayor déficit fiscal, que ya representa un riesgo para las finanzas del país.
Al cierre de marzo, la deuda de la empresa con sus proveedores y contratistas se elevó a más de 163 mil 207 millones de pesos, el equivalente a un aumento de 17 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según informes de Pemex.
Para aliviar su situación financiera, el gobierno federal ha hecho una serie de transferencias patrimoniales y reducido su carga fiscal en los últimos años. Así, a finales de 2023 logró una utilidad neta aproximada por 110 mil millones de pesos
“Creemos que el gobierno tiene muy claro que Pemex requiere de un trabajo mayor para poder hacerla una empresa productiva. Desde ahí consideramos que una de las prioridades que debe tener México hacia adelante es estructurar a Pemex para que vuelva a ser contributiva al país, al mercado y las finanzas públicas”, precisó Romano.
Mercados descuentan elecciones en México
El director general de BofA en México, agregó que los mercados financieros ya tienen descontadas las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio.
Sin embargo, dijo que es necesario garantizar que en el nuevo gobierno se dé certeza jurídica y atiendan problemas de inseguridad, pues es algo que a la larga podría inhibir las nuevas inversiones extranjeras en el país.
“México está en el camino para ser un país desarrollado. Nos falta y seguirá faltando mucha infraestructura, sobre todo la relacionada a energía limpia y agua. Para eso, es importante trabajar y ponernos de acuerdo para maximizar las inversiones”, concluyó Emilio Romano.