/ martes 3 de septiembre de 2019

Anáhuac Global | ¿Resolución o status quo?: Chipre a 45 años de la invasión turca

Por: Dra. Yael Siman

Apenas hace un mes, el 25 de julio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la resolución 2483 sobre Chipre. Desde la independencia de la isla mediterránea en 1960 y hasta la actualidad son casi 150 las resoluciones emitidas por este órgano ejecutivo de la ONU sobre Chipre o la cuestión chipriota. En esta última resolución el Consejo de Seguridad reitera su apoyo a los buenos oficios del Secretario General de la ONU para apoyar a las partes en la negociación de una solución al conflicto territorial.

No es casual que esta resolución haya sido adoptada justamente cuando se conmemoran 45 años de la invasión por parte de Turquía. Desde el verano de 1974, 37% de la isla (en su parte norte) ha permanecido ocupada. Además, la amplia presencia de tropas militares, la llegada de colonos desde Anatolia y los desplazamientos forzados provocados por la invasión dieron lugar a cambios significativos en la estructura demográfica de toda la isla. Los chipriotas viven el conflicto en su vida diaria incluso convirtiéndolo en una rutina más, aunque profundamente dolorosa.

Con frecuencia el conflicto chipriota turco ha sido caracterizado como prolongado e intratable. Chipre es uno de los pocos países en el mundo que permanece dividido. Sin embargo, aun cuando el Consejo de Seguridad de la ONU afirma una vez más que el statusquo es insostenible, las partes en conflicto no parecen tener fuertes incentivos para concretar una solución política. Turquía es una potencia regional que no encuentra razones para retirar sus tropas, devolver propiedades a los refugiados y hacer reparaciones. Para Turquía la posibilidad de retirarse es poco atractiva en un contexto en el que se han descubierto importantes reservas de gas natural en el Mediterráneo.

Grecia ha dejado de buscar la unión con Chipre (enosis) y encuentra el status-quo beneficioso para los greco chipriotas, comunidad étnica mayoritaria de la isla con la cual mantiene un nexo identitario y una alianza política. La República de Chipre es hoy parte de la Unión Europea. Dado que su ingreso formal a este bloque no estuvo condicionado a la resolución pacífica del conflicto, continúa gozando de los beneficios de dicha membresía sin tener que hacer grandes compromisos. Greco chipriotas y turco chipriotas parecen haberse acostumbrado al conflicto, el cual tiene bajos niveles de violencia y coexiste con la posibilidad de cruzar de un lado a otro de la isla.

A pesar de que la estructura prevaleciente no es favorable a la resolución del conflicto, existen razones para no abandonar por completo esta alternativa. Una solución negociada permitiría el retorno de desplazados y refugiados a sus hogares originarios, encontrando en esta vía la posibilidad de reparar el daño que han sufrido desde hace casi medio siglo. Por otro lado, la unificación de la isla permitiría potenciar los beneficios económicos y energéticos asociados con los descubrimientos de gas natural y los beneficios políticos vinculados con la pertenencia de Chipre a la Unión Europea. Así, a 45 años de la invasión turca sigue viva la esperanza de una posible solución.

*Titular Cátedra A.G. Leventis en Estudios de Chipre, Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac

Por: Dra. Yael Siman

Apenas hace un mes, el 25 de julio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la resolución 2483 sobre Chipre. Desde la independencia de la isla mediterránea en 1960 y hasta la actualidad son casi 150 las resoluciones emitidas por este órgano ejecutivo de la ONU sobre Chipre o la cuestión chipriota. En esta última resolución el Consejo de Seguridad reitera su apoyo a los buenos oficios del Secretario General de la ONU para apoyar a las partes en la negociación de una solución al conflicto territorial.

No es casual que esta resolución haya sido adoptada justamente cuando se conmemoran 45 años de la invasión por parte de Turquía. Desde el verano de 1974, 37% de la isla (en su parte norte) ha permanecido ocupada. Además, la amplia presencia de tropas militares, la llegada de colonos desde Anatolia y los desplazamientos forzados provocados por la invasión dieron lugar a cambios significativos en la estructura demográfica de toda la isla. Los chipriotas viven el conflicto en su vida diaria incluso convirtiéndolo en una rutina más, aunque profundamente dolorosa.

Con frecuencia el conflicto chipriota turco ha sido caracterizado como prolongado e intratable. Chipre es uno de los pocos países en el mundo que permanece dividido. Sin embargo, aun cuando el Consejo de Seguridad de la ONU afirma una vez más que el statusquo es insostenible, las partes en conflicto no parecen tener fuertes incentivos para concretar una solución política. Turquía es una potencia regional que no encuentra razones para retirar sus tropas, devolver propiedades a los refugiados y hacer reparaciones. Para Turquía la posibilidad de retirarse es poco atractiva en un contexto en el que se han descubierto importantes reservas de gas natural en el Mediterráneo.

Grecia ha dejado de buscar la unión con Chipre (enosis) y encuentra el status-quo beneficioso para los greco chipriotas, comunidad étnica mayoritaria de la isla con la cual mantiene un nexo identitario y una alianza política. La República de Chipre es hoy parte de la Unión Europea. Dado que su ingreso formal a este bloque no estuvo condicionado a la resolución pacífica del conflicto, continúa gozando de los beneficios de dicha membresía sin tener que hacer grandes compromisos. Greco chipriotas y turco chipriotas parecen haberse acostumbrado al conflicto, el cual tiene bajos niveles de violencia y coexiste con la posibilidad de cruzar de un lado a otro de la isla.

A pesar de que la estructura prevaleciente no es favorable a la resolución del conflicto, existen razones para no abandonar por completo esta alternativa. Una solución negociada permitiría el retorno de desplazados y refugiados a sus hogares originarios, encontrando en esta vía la posibilidad de reparar el daño que han sufrido desde hace casi medio siglo. Por otro lado, la unificación de la isla permitiría potenciar los beneficios económicos y energéticos asociados con los descubrimientos de gas natural y los beneficios políticos vinculados con la pertenencia de Chipre a la Unión Europea. Así, a 45 años de la invasión turca sigue viva la esperanza de una posible solución.

*Titular Cátedra A.G. Leventis en Estudios de Chipre, Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac