/ lunes 16 de abril de 2018

Arte y academia | Se cumplen 104 años del natalicio de Octavio Paz

Por: Ana María Longi

Y entre las primeras personalidades que nos brindaron su opinión, fue el distinguido pintor y escultor Leonardo Nierman, al señalar: "Es de esperarse, que creadores de arte, pensadores y científicos, recuerden a un autor que realmente abrió una ventana luminosa al acto poético con El arco y la lira, y que revolucionó las letras de América con Libertad bajo palabra. Y todo ello se debe a que su trayectoria fue una amalgama de diversidades y una posición de libertad hacia la vida", aseveró Nierman, para después recordar:

"A los 17 años, el poeta fundó la revista Barandal y ya para 1933, había aparecido su primer libro con el mismo nombre. Otro hecho importante, es que abrazó amistades de la estatura de T. S. Eliot y Paul Valery, uniéndose en dos etapas, a dos damas de personalidades estupendas como Elena Garro y Marie José Tramini.

Y a partir de los 50 y 60, lega al mundo libros indispensables como El laberinto de la soledad, El arco y la lira, ¿Águila o sol? Libertad bajo palabra, publicando poesía tan revolucionarias como: Salamandra; Ladera este, y Blanco.

"La mía, no se trata solo de una opinión biográfica, sino de un vistazo hacia un intelectual, cuya vida es una amalgama de pasión hacia la diversidad, y sus misterios. A Octavio Irineo Paz, le fascinaban temas como la finitud del hombre, el mestizaje, el significado del lenguaje, pero sobre todo veía en México y su pasado una extensión de sus propios planteamientos internos; porque, sumemos. En la biblioteca de su abuelo, Irineo Paz, abundaban los libros de historia antigua de México, además arqueólogos como Manuel Gamio, y el etnólogo Miguel Othón de Mendizábal eran amigos de su familia.

"El primer recuerdo que tengo de Mixcoac, es de una casa grande, semi en ruinas, la casa de una familia que la Revolución destruyó en cierto modo. Un jardín muy grande y descuidado, y sobre todo, un árbol tutelar: Una higuera. Esa higuera que es todavía para mí una imagen de una madre. Una gran casa con muchos cuartos y yo un niño que recorría esos cuartos, solitario", evocaba el poeta.

Por su parte, el valioso intelectual mexicano, Enrique González Rojo, dijo que es fácil adherirse al lugar común que menciona y enaltece a Octavio Paz como un gran poeta. Recordándolo, como un hombre apasionado que agregó nuevos e importantes capítulos a la literatura universal y que analizó de forma profunda las raíces del pensamiento de los mexicanos. "Tuve con él diferencias, pero de carácter teórico-político. Paz afirmaba que los comunistas nos prometieron la emancipación del hombre y nos dieron una feroz dictadura". Continuará.... Un beso... Y hasta la próxima charla

anamarialongi@gmail.com

Por: Ana María Longi

Y entre las primeras personalidades que nos brindaron su opinión, fue el distinguido pintor y escultor Leonardo Nierman, al señalar: "Es de esperarse, que creadores de arte, pensadores y científicos, recuerden a un autor que realmente abrió una ventana luminosa al acto poético con El arco y la lira, y que revolucionó las letras de América con Libertad bajo palabra. Y todo ello se debe a que su trayectoria fue una amalgama de diversidades y una posición de libertad hacia la vida", aseveró Nierman, para después recordar:

"A los 17 años, el poeta fundó la revista Barandal y ya para 1933, había aparecido su primer libro con el mismo nombre. Otro hecho importante, es que abrazó amistades de la estatura de T. S. Eliot y Paul Valery, uniéndose en dos etapas, a dos damas de personalidades estupendas como Elena Garro y Marie José Tramini.

Y a partir de los 50 y 60, lega al mundo libros indispensables como El laberinto de la soledad, El arco y la lira, ¿Águila o sol? Libertad bajo palabra, publicando poesía tan revolucionarias como: Salamandra; Ladera este, y Blanco.

"La mía, no se trata solo de una opinión biográfica, sino de un vistazo hacia un intelectual, cuya vida es una amalgama de pasión hacia la diversidad, y sus misterios. A Octavio Irineo Paz, le fascinaban temas como la finitud del hombre, el mestizaje, el significado del lenguaje, pero sobre todo veía en México y su pasado una extensión de sus propios planteamientos internos; porque, sumemos. En la biblioteca de su abuelo, Irineo Paz, abundaban los libros de historia antigua de México, además arqueólogos como Manuel Gamio, y el etnólogo Miguel Othón de Mendizábal eran amigos de su familia.

"El primer recuerdo que tengo de Mixcoac, es de una casa grande, semi en ruinas, la casa de una familia que la Revolución destruyó en cierto modo. Un jardín muy grande y descuidado, y sobre todo, un árbol tutelar: Una higuera. Esa higuera que es todavía para mí una imagen de una madre. Una gran casa con muchos cuartos y yo un niño que recorría esos cuartos, solitario", evocaba el poeta.

Por su parte, el valioso intelectual mexicano, Enrique González Rojo, dijo que es fácil adherirse al lugar común que menciona y enaltece a Octavio Paz como un gran poeta. Recordándolo, como un hombre apasionado que agregó nuevos e importantes capítulos a la literatura universal y que analizó de forma profunda las raíces del pensamiento de los mexicanos. "Tuve con él diferencias, pero de carácter teórico-político. Paz afirmaba que los comunistas nos prometieron la emancipación del hombre y nos dieron una feroz dictadura". Continuará.... Un beso... Y hasta la próxima charla

anamarialongi@gmail.com