Lo sucedido al Banco de México y a otras dos instituciones privadas en días pasados, reportándose un robo de hasta 400 millones de pesos, utilizando la tecnología cibernética para cometer dicho delito, nos refiere, por si alguien tenía dudas, respecto de que nuestro país es objeto constante de ataques de esa naturaleza. Ya ocurrió en otros países, en donde la posibilidad de manipular la opinión del ciudadano fue posible, debido al acceso ilegal de los perfiles para orientar su opinión ante un proceso electoral.
Los casos a los que me refiero, son el Reino Unido y los Estados Unidos. Incluso en el Senado de los Estados Unidos, el Comité de Inteligencia llegó a la conclusión de que el entorno del gobierno ruso (16 de mayo), sí se implicó y logró favorecer las aspiraciones del entonces candidato republicano, hoy Presidente de ese país. Es tan impactante dicha conclusión, que la mayoría de la Cámara de Representantes del mismo Partido Republicano, desautorizó la conclusión de sus compañeros de la Cámara Alta. Es decir, que el partido gobernante se fraccionó y hasta el momento, las consecuencias están por verse, sobre todo rumbo a los comicios intermedios de noviembre próximo.
Por lo que hace al caso británico, Cambridge Analytics, empresa que por cierto ya se clausuró, reconoció por medio de sus directivos durante sus comparecencias ante el Congreso de Estados Unidos, que sí intervinieron y que creen que sí influyeron en el ánimo del ciudadano durante el proceso y votación del Brexit, el 23 de junio de 2016. Mediante la manipulación de datos personales de millones de cuentas de Facebook –según los reportes fueron 50 millones, aunque se sospecha que son muchas más, se organizaron campañas políticas personalizadas para enviar mensajes específicos y así condicionar el voto en el histórico referéndum. Las Reales Fuerzas Armadas del Reino Unido, de hecho, solicitaron un incremento en el presupuesto para destinarlo a la ciberseguridad.
Recordemos que el primer asalto informático masivo documentado, que paralizó toda la actividad pública, incluyendo bancos, telecomunicación, entre otras áreas estratégicas, fue en 2008. Lo padeció Lituania, todas investigaciones realizadas condujeron al Kremlin. Incluso, se dio a conocer que dicho asalto informático, formaba parte de una serie de ensayos para lograr vulnerar y/o paralizar a un gobierno determinado. De entonces a la fecha, la Organización del Tratado Atlántico Norte, viene invirtiendo importantes sumas, para garantizar la impenetrabilidad a los sistemas informáticos y a sus redes de comunicación digital.
México ya tuvo una experiencia, que a decir de los expertos, fue menor, pero de cualquier manera, no hay duda, de que la ciberseguridad, debe ser una absoluta prioridad para el próximo gobierno. La viabilidad para el almacenamiento de datos, programas, políticas, proyectos y presupuestos, depende de la capacidad para mantenerlos a buen resguardo.
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