/ miércoles 27 de mayo de 2020

Centro de Barrio | Peligro, policía

Se cumplió un mes de que me estampé en una patrulla que se pasó el alto. Ahora, cada que una patrulla choca, desde distintas cuentas de Twitter me envían la noticia: “mira @ReyPeatonMX, como te pasó a ti”.

Y sí, ha habido varios incidentes de tránsito similares. El 9 de mayo, por ejemplo, una patrulla circulaba sobre Chapultepec, saliendo del túnel de la Glorieta de Insurgentes, bajo la lluvia, se pasó el alto sin variar la velocidad, es decir, sin precaución, y embistió a una camioneta que quedó volcada en la esquina con Florencia. Fue notorio el exceso de velocidad de la patrulla y, con seguridad, hubo heridos.

En su comunicado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana describió los hechos de una manera notoriamente distinta de como ocurrieron, culpando a la lluvia: “Derivado del suelo mojado por la lluvia que se registró esta tarde”. Cuando hay lluvia, debemos manejar distinto: la lluvia no hace inevitables los incidentes, eso incluye vehículos de emergencia.

En la noche del 15 al 16 de mayo, en la Colonia Postal hubo otro siniestro vial que involucró a una patrulla que circulaba sobre la Calle Galicia, que cuenta con un carril de circulación, y en medio de una emergencia cruzó Correspondencia, dos carriles de circulación, sin variar su velocidad por lo que un motociclista, que llevaba la preferencia, se impactó y voló.

Similar a estos incidentes, la semana pasada una patrulla se pasó el alto en la esquina de Miguel Ángel de Quevedo con Zaragoza; según denuncias, sin códigos de emergencia, embistió a una motocicleta con dos ocupantes, Christopher Salgado, que se encuentra en estado de coma en Xoco, y Yoshua Páramo, que corre peligro de perder una pierna. Cabe señalar que Xoco es hoy un hospital Covid: es decir, como si no fuera suficiente con la demanda de servicios por la epidemia, la falta de políticas de prevención de incidentes de tránsito contribuye a la saturación del hospital y a los riesgos sanitarios.

No puedo asegurar que los motociclistas viajaran a una buena velocidad. En el caso del incidente de Florencia y Chapultepec todo parece indicar que el conductor de la camioneta circulaba correctamente. Sin embargo, en todos los casos, incluyendo el que yo sufrí, parece haber una constante: los conductores de las patrullas creen que cuando pasan, con o sin torretas, el mundo se detiene.

En mi caso, el arreglo entre mi aseguradora y los policías fue totalmente informal, llegaron con efectivo y ofrecieron el 75% del monto de mi deducible, la aseguradora lo tomó. El pago de la patrulla lo absorbió la aseguradora de la policía, ignoro bajo qué condiciones, porque en los reportes oficiales no admitieron responsabilidad alguna. La debilidad institucional es evidente.

Nuevamente apelo al Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfush. Algo pasa en la institución, y bajo distintas condiciones de tráfico, por la Emergencia Sanitaria, pudiera estar incrementándose el riesgo. Hoy una persona corre el riesgo de morir y ocupa una cama en un hospital Covid; otra más puede tener secuelas permanentes. Debe haber instrucciones preventivas para la conducción en emergencia. Pero también apelo a la Secretaría de Movilidad. Le han dado la espalda a la seguridad vial y las consecuencias se ven en las calles.

Se cumplió un mes de que me estampé en una patrulla que se pasó el alto. Ahora, cada que una patrulla choca, desde distintas cuentas de Twitter me envían la noticia: “mira @ReyPeatonMX, como te pasó a ti”.

Y sí, ha habido varios incidentes de tránsito similares. El 9 de mayo, por ejemplo, una patrulla circulaba sobre Chapultepec, saliendo del túnel de la Glorieta de Insurgentes, bajo la lluvia, se pasó el alto sin variar la velocidad, es decir, sin precaución, y embistió a una camioneta que quedó volcada en la esquina con Florencia. Fue notorio el exceso de velocidad de la patrulla y, con seguridad, hubo heridos.

En su comunicado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana describió los hechos de una manera notoriamente distinta de como ocurrieron, culpando a la lluvia: “Derivado del suelo mojado por la lluvia que se registró esta tarde”. Cuando hay lluvia, debemos manejar distinto: la lluvia no hace inevitables los incidentes, eso incluye vehículos de emergencia.

En la noche del 15 al 16 de mayo, en la Colonia Postal hubo otro siniestro vial que involucró a una patrulla que circulaba sobre la Calle Galicia, que cuenta con un carril de circulación, y en medio de una emergencia cruzó Correspondencia, dos carriles de circulación, sin variar su velocidad por lo que un motociclista, que llevaba la preferencia, se impactó y voló.

Similar a estos incidentes, la semana pasada una patrulla se pasó el alto en la esquina de Miguel Ángel de Quevedo con Zaragoza; según denuncias, sin códigos de emergencia, embistió a una motocicleta con dos ocupantes, Christopher Salgado, que se encuentra en estado de coma en Xoco, y Yoshua Páramo, que corre peligro de perder una pierna. Cabe señalar que Xoco es hoy un hospital Covid: es decir, como si no fuera suficiente con la demanda de servicios por la epidemia, la falta de políticas de prevención de incidentes de tránsito contribuye a la saturación del hospital y a los riesgos sanitarios.

No puedo asegurar que los motociclistas viajaran a una buena velocidad. En el caso del incidente de Florencia y Chapultepec todo parece indicar que el conductor de la camioneta circulaba correctamente. Sin embargo, en todos los casos, incluyendo el que yo sufrí, parece haber una constante: los conductores de las patrullas creen que cuando pasan, con o sin torretas, el mundo se detiene.

En mi caso, el arreglo entre mi aseguradora y los policías fue totalmente informal, llegaron con efectivo y ofrecieron el 75% del monto de mi deducible, la aseguradora lo tomó. El pago de la patrulla lo absorbió la aseguradora de la policía, ignoro bajo qué condiciones, porque en los reportes oficiales no admitieron responsabilidad alguna. La debilidad institucional es evidente.

Nuevamente apelo al Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfush. Algo pasa en la institución, y bajo distintas condiciones de tráfico, por la Emergencia Sanitaria, pudiera estar incrementándose el riesgo. Hoy una persona corre el riesgo de morir y ocupa una cama en un hospital Covid; otra más puede tener secuelas permanentes. Debe haber instrucciones preventivas para la conducción en emergencia. Pero también apelo a la Secretaría de Movilidad. Le han dado la espalda a la seguridad vial y las consecuencias se ven en las calles.

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