/ miércoles 22 de noviembre de 2017

Centro de barrio | Quimeras

Como lo muestran las encuestas, en la Ciudad de México solo habría dos posibles opciones para la elección de Jefe de Gobierno de 2018. Por un lado, el grupo político en el poder, sea como Partido de la Revolución Democrática o como Frente Ciudadano, por otro, Morena, con Claudia Sheinbaum.

¿Cuál será el motor discursivo los siguientes siete meses en la Ciudad de México? Está claro que el gobierno actual no ha sido popular. Sus niveles de aceptación se han mantenido bajos, sin muchas posibilidades de remontar. ¿La elección del año próximo será entre “manceristas” y “antimanceristas”? El frente está ayudando a esa posible polarización por una simple razón: no hay un candidato, no hay un proyecto que confrontar y no hay una quimera. Entonces Morena es la encarnación del “Antimancerismo” sin que las otras posiciones se puedan asumir como barralistas, granadistas, mercadistas, chertorivskistas, lobistas o ahuedistas.

Esta próxima elección está quedando vacía en términos de ideas, y lo que es peor, las preocupaciones del electorado, es decir, los problemas públicos, no serán solucionados por Claudia Sheinbaum. Más allá de defectos y virtudes de Mancera, hay una oposición simple a su gobierno por la escisión de la izquierda, y eso que Mancera ha gobernado esta ciudad con los mismos programas sociales. La verdadera causa del descontento no es un buen o mal gobierno, aunque haya muchos elementos para el juicio: la causa del descontento es que el gobierno actual no representa una quimera, como sí lo hace Morena.

Allí está el error y el riesgo del PRD en la próxima elección. Han dejado de representar una quimera y no han sido capaces de hablar bien de 20 años de gobierno en los que la ciudad ¡sí es mejor!

Contaminación, tráfico, fallas en el transporte, basura, falta de agua y muchos otros problemas de la ciudad han sido la constante desde que tengo memoria. Claramente esto tendría que cambiar y son culpas que va cargando cada gobierno. ¿Claudia Sheinbaum va a transformar la ciudad y evitar los problemas cotidianos? Si la ciudad no trabaja una mejor estructura de planeación para resolver sus problemas constantes, incluyendo un fortalecimiento de la hacienda pública (lo que significa no sólo austeridad, sino también impopulares alzas en impuestos y servicios), tales problemas seguirán acompañándonos.

Morena representa una quimera, la candidatura “oficial” no está comunicando una quimera, y es probable que no sepa convertirse en quimera, lo que representa un alto riesgo de derrota el 1 de julio del año próximo.

Sin embargo, el que Morena se presente como una quimera no significa que realmente lo sea: al contrario, su tendencia a la inmediatez en todas sus posturas políticas podría ser una señal de que lo suyo, lo suyo, no es la planeación. Así que, o el candidato del Frente Ciudadano se alza con un verdadero proyecto de ciudad, o mejor no le echa muchas ganas a la campaña, porque esto sin quimeras será una derrota cantada con antelación.

Como lo muestran las encuestas, en la Ciudad de México solo habría dos posibles opciones para la elección de Jefe de Gobierno de 2018. Por un lado, el grupo político en el poder, sea como Partido de la Revolución Democrática o como Frente Ciudadano, por otro, Morena, con Claudia Sheinbaum.

¿Cuál será el motor discursivo los siguientes siete meses en la Ciudad de México? Está claro que el gobierno actual no ha sido popular. Sus niveles de aceptación se han mantenido bajos, sin muchas posibilidades de remontar. ¿La elección del año próximo será entre “manceristas” y “antimanceristas”? El frente está ayudando a esa posible polarización por una simple razón: no hay un candidato, no hay un proyecto que confrontar y no hay una quimera. Entonces Morena es la encarnación del “Antimancerismo” sin que las otras posiciones se puedan asumir como barralistas, granadistas, mercadistas, chertorivskistas, lobistas o ahuedistas.

Esta próxima elección está quedando vacía en términos de ideas, y lo que es peor, las preocupaciones del electorado, es decir, los problemas públicos, no serán solucionados por Claudia Sheinbaum. Más allá de defectos y virtudes de Mancera, hay una oposición simple a su gobierno por la escisión de la izquierda, y eso que Mancera ha gobernado esta ciudad con los mismos programas sociales. La verdadera causa del descontento no es un buen o mal gobierno, aunque haya muchos elementos para el juicio: la causa del descontento es que el gobierno actual no representa una quimera, como sí lo hace Morena.

Allí está el error y el riesgo del PRD en la próxima elección. Han dejado de representar una quimera y no han sido capaces de hablar bien de 20 años de gobierno en los que la ciudad ¡sí es mejor!

Contaminación, tráfico, fallas en el transporte, basura, falta de agua y muchos otros problemas de la ciudad han sido la constante desde que tengo memoria. Claramente esto tendría que cambiar y son culpas que va cargando cada gobierno. ¿Claudia Sheinbaum va a transformar la ciudad y evitar los problemas cotidianos? Si la ciudad no trabaja una mejor estructura de planeación para resolver sus problemas constantes, incluyendo un fortalecimiento de la hacienda pública (lo que significa no sólo austeridad, sino también impopulares alzas en impuestos y servicios), tales problemas seguirán acompañándonos.

Morena representa una quimera, la candidatura “oficial” no está comunicando una quimera, y es probable que no sepa convertirse en quimera, lo que representa un alto riesgo de derrota el 1 de julio del año próximo.

Sin embargo, el que Morena se presente como una quimera no significa que realmente lo sea: al contrario, su tendencia a la inmediatez en todas sus posturas políticas podría ser una señal de que lo suyo, lo suyo, no es la planeación. Así que, o el candidato del Frente Ciudadano se alza con un verdadero proyecto de ciudad, o mejor no le echa muchas ganas a la campaña, porque esto sin quimeras será una derrota cantada con antelación.

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