/ miércoles 15 de enero de 2020

Centro de Barrio | Semovi-Zócalo

¿Cómo podríamos dotar a la ciudad de la infraestructura ciclista que necesita? En las últimas semanas se han dado dos posturas, una que con sus matices considera que el Secretario de Movilidad, Andrés Lajous, está haciendo su mejor esfuerzo; y otra convencida de que no lo está haciendo, sino, por el contrario, ha afectado a la bicicleta.

De entrada, las nuevas autoridades, 400 días después ya no tan nuevas, hicieron hincapié en que su estrategia estaría enfocada hacia la periferia y no en la zona central, esfuerzo que puedo no compartir en términos de factibilidad, pero que parece loable, dado que las demarcaciones más alejadas del centro siempre quedan olvidadas en el desarrollo de infraestructura. Sin embargo, lo que han hecho en Tláhuac deja muchas dudas: ciclovías invadidas por talleres y otras actividades informales; y una red de pasos seguros y “ciclocarriles” en vialidades con poco movimiento vehicular: la inversión apunta a un gran desperdicio de recursos porque en esos espacios la solución era otra.

Aclaro, decimos ciclovía cuando hay algún mecanismo de segregación del espacio y ciclocarril cuando sólo se pinta en el piso. Esta administración se ha enfocado más a hacer ciclocarriles en vialidad secundaria que ciclovías en vialidad primaria. Justo la polémica se detonó porque al hacer un ciclocarril en la calle Frontera, en la Roma, parece que la ciudad dio un salto atrás, pues hace seis años en una vía paralela y similar, Mérida, la ciudad, sí construyó un espacio segregado, es decir, una ciclovía. Pero la Secretaría de Movilidad puede presumir que está haciendo ciclovías en Bucareli y en Álvaro Obregón, como parte de lo que llaman “sutura ciclista” y que son las ciclovías que ellos creen que se necesitan porque están en su ruta Semovi (Álvaro Obregón 269) - Zócalo.

¿Qué hacer para realmente generar una cobertura ciclista de ciudad?

La estrategia que promueven las actuales autoridades de dotar de infraestructura a la periferia, suponiendo que sí invierten en la infraestructura correcta, sigue teniendo poco activismo social que defienda los espacios. Por ello, si en la zona central se padece de invasiones a las ciclovías, con mucho activismo, en la periferia esto será más marcado al ser menos visible.

La única solución posible es la simultaneidad del crecimiento de la infraestructura. Lo que planteo es una expansión acelerada de la infraestructura ciclista, centrada en las avenidas y no en vialidades secundarias, a la par que se realizan esfuerzos para bajar la velocidad en aquellas rutas ciclistas más transitadas, a fin de dar protección a quienes pedalean.

Cada vez hay mayor resistencia a las ciclovías. Una ciclovía necesaria para conectar desde Atlampa hasta Paseo de la Reforma, sobre la calle de Cedro, fue reducida a simple pintura. En Canal Nacional, siendo un parque lineal, la autoridad prefirió ceder antes que impulsar una ciclovía. En Prolongación División del Norte, lo mismo. ¿Cómo lograr la infraestructura necesaria para promover la bicicleta y dar seguridad a quienes la usan?

Sólo hay una ruta: la ley. Las ciclovías deben ser hechas por mandato de ley. Todos estamos de acuerdo en que haya ciclovías ... siempre que no pasen por nuestra calle. Entonces por ley deben ser impulsadas en poco tiempo para generar una cobertura de ciudad y a la par buscar acciones que impulsen el uso de la bici.

¿Cómo podríamos dotar a la ciudad de la infraestructura ciclista que necesita? En las últimas semanas se han dado dos posturas, una que con sus matices considera que el Secretario de Movilidad, Andrés Lajous, está haciendo su mejor esfuerzo; y otra convencida de que no lo está haciendo, sino, por el contrario, ha afectado a la bicicleta.

De entrada, las nuevas autoridades, 400 días después ya no tan nuevas, hicieron hincapié en que su estrategia estaría enfocada hacia la periferia y no en la zona central, esfuerzo que puedo no compartir en términos de factibilidad, pero que parece loable, dado que las demarcaciones más alejadas del centro siempre quedan olvidadas en el desarrollo de infraestructura. Sin embargo, lo que han hecho en Tláhuac deja muchas dudas: ciclovías invadidas por talleres y otras actividades informales; y una red de pasos seguros y “ciclocarriles” en vialidades con poco movimiento vehicular: la inversión apunta a un gran desperdicio de recursos porque en esos espacios la solución era otra.

Aclaro, decimos ciclovía cuando hay algún mecanismo de segregación del espacio y ciclocarril cuando sólo se pinta en el piso. Esta administración se ha enfocado más a hacer ciclocarriles en vialidad secundaria que ciclovías en vialidad primaria. Justo la polémica se detonó porque al hacer un ciclocarril en la calle Frontera, en la Roma, parece que la ciudad dio un salto atrás, pues hace seis años en una vía paralela y similar, Mérida, la ciudad, sí construyó un espacio segregado, es decir, una ciclovía. Pero la Secretaría de Movilidad puede presumir que está haciendo ciclovías en Bucareli y en Álvaro Obregón, como parte de lo que llaman “sutura ciclista” y que son las ciclovías que ellos creen que se necesitan porque están en su ruta Semovi (Álvaro Obregón 269) - Zócalo.

¿Qué hacer para realmente generar una cobertura ciclista de ciudad?

La estrategia que promueven las actuales autoridades de dotar de infraestructura a la periferia, suponiendo que sí invierten en la infraestructura correcta, sigue teniendo poco activismo social que defienda los espacios. Por ello, si en la zona central se padece de invasiones a las ciclovías, con mucho activismo, en la periferia esto será más marcado al ser menos visible.

La única solución posible es la simultaneidad del crecimiento de la infraestructura. Lo que planteo es una expansión acelerada de la infraestructura ciclista, centrada en las avenidas y no en vialidades secundarias, a la par que se realizan esfuerzos para bajar la velocidad en aquellas rutas ciclistas más transitadas, a fin de dar protección a quienes pedalean.

Cada vez hay mayor resistencia a las ciclovías. Una ciclovía necesaria para conectar desde Atlampa hasta Paseo de la Reforma, sobre la calle de Cedro, fue reducida a simple pintura. En Canal Nacional, siendo un parque lineal, la autoridad prefirió ceder antes que impulsar una ciclovía. En Prolongación División del Norte, lo mismo. ¿Cómo lograr la infraestructura necesaria para promover la bicicleta y dar seguridad a quienes la usan?

Sólo hay una ruta: la ley. Las ciclovías deben ser hechas por mandato de ley. Todos estamos de acuerdo en que haya ciclovías ... siempre que no pasen por nuestra calle. Entonces por ley deben ser impulsadas en poco tiempo para generar una cobertura de ciudad y a la par buscar acciones que impulsen el uso de la bici.

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