/ domingo 7 de junio de 2020

Desencuentros militares en EU

En medio de una verdadera situación difícil, a propósito de la manera en que el gobierno de los Estados Unidos ha gestionado la epidemia, se suman iniciales violentas manifestaciones en contra de la triste y tradicional brutalidad policiaca en contra de la población negra de ese país, han surgido las diferencias de opinión entre el poder civil y el poder militar, no vistas al menos, en este siglo. Y es muy importante analizar el contexto y las mismas reacciones.

Luego del asesinato de George Floyd en Minneapolis, debido a la asfixia provocada por la presión en la nuca del detenido contra el pavimento, por poco más de ocho minutos. De una manera sorprendente, se extendieron por todo el país manifestaciones masivas en decenas de ciudades, incluyendo las más importantes. Incendios, saqueos, pillaje, daños a propiedad privada, paralización de la actividad económica en las principales áreas comerciales además por supuesto, de violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías.

En ese contexto, el jefe de la Casa Blanca amenazó a los gobernadores, que en caso de no reducir las manifestaciones, él convocaría a las Fuerzas Armadas para contener y reducir los motines. Su primera decisión fue la de ordenar el despliegue de un batallón de Policía Militar para primero, proteger la Casa Blanca y segundo, disolver con gases y cargas, una manifestación que era pacífica. Sin embargo, eso mismo no se puede hacer en otras partes del país. En efecto, por mandato constitucional, las Fuerzas Armadas no pueden actuar al interior del país ni menos aún contra su población, tal y como lo recordó el General Mark Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto, en un comunicado que se hizo público, mostrando la lealtad de las Fuerzas Armadas a las instituciones, las leyes y sobre todo a la Constitución y al pueblo.

A esos distanciamientos, se sumó el reconocido General James Mattis, que fuera dos años Jefe del Departamento de Defensa con el actual Presidente y que renunció por la diferencia de criterio para retirar a los soldados de su país de Siria, dejando en situación de desventaja a sus aliados. En una carta inédita en la historia política reciente de Estados Unidos, afirmó que el Presidente, era el primero que él conocía que en vez de promover y buscar la unidad del pueblo, lo que hacía era dividirlo de manera consciente y deliberada. Y fue más allá, señalando que no concebía que cuando juro lealtad al país, luego de 41 años exitosos de su carrera militar, sus compañeros de armas, terminarían por actuar en contra de lo que más defienden: el pueblo.

Dentro de la élite burocrática, el Jefe del Departamento de Defensa, Mark Sper, también de forma abierta y pública, se desmarcó de la decisión del Presidente de los Estados Unidos, de recurrir a las Fuerzas Armadas para ser desplegadas en todo el país para contener las manifestaciones. Incluso varias corporaciones policiales, demostrando sensibilidad y cercanía a las causas de la inconformidad, se postraron ante la multitud para que la concentración se disolviera en país.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

En medio de una verdadera situación difícil, a propósito de la manera en que el gobierno de los Estados Unidos ha gestionado la epidemia, se suman iniciales violentas manifestaciones en contra de la triste y tradicional brutalidad policiaca en contra de la población negra de ese país, han surgido las diferencias de opinión entre el poder civil y el poder militar, no vistas al menos, en este siglo. Y es muy importante analizar el contexto y las mismas reacciones.

Luego del asesinato de George Floyd en Minneapolis, debido a la asfixia provocada por la presión en la nuca del detenido contra el pavimento, por poco más de ocho minutos. De una manera sorprendente, se extendieron por todo el país manifestaciones masivas en decenas de ciudades, incluyendo las más importantes. Incendios, saqueos, pillaje, daños a propiedad privada, paralización de la actividad económica en las principales áreas comerciales además por supuesto, de violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías.

En ese contexto, el jefe de la Casa Blanca amenazó a los gobernadores, que en caso de no reducir las manifestaciones, él convocaría a las Fuerzas Armadas para contener y reducir los motines. Su primera decisión fue la de ordenar el despliegue de un batallón de Policía Militar para primero, proteger la Casa Blanca y segundo, disolver con gases y cargas, una manifestación que era pacífica. Sin embargo, eso mismo no se puede hacer en otras partes del país. En efecto, por mandato constitucional, las Fuerzas Armadas no pueden actuar al interior del país ni menos aún contra su población, tal y como lo recordó el General Mark Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto, en un comunicado que se hizo público, mostrando la lealtad de las Fuerzas Armadas a las instituciones, las leyes y sobre todo a la Constitución y al pueblo.

A esos distanciamientos, se sumó el reconocido General James Mattis, que fuera dos años Jefe del Departamento de Defensa con el actual Presidente y que renunció por la diferencia de criterio para retirar a los soldados de su país de Siria, dejando en situación de desventaja a sus aliados. En una carta inédita en la historia política reciente de Estados Unidos, afirmó que el Presidente, era el primero que él conocía que en vez de promover y buscar la unidad del pueblo, lo que hacía era dividirlo de manera consciente y deliberada. Y fue más allá, señalando que no concebía que cuando juro lealtad al país, luego de 41 años exitosos de su carrera militar, sus compañeros de armas, terminarían por actuar en contra de lo que más defienden: el pueblo.

Dentro de la élite burocrática, el Jefe del Departamento de Defensa, Mark Sper, también de forma abierta y pública, se desmarcó de la decisión del Presidente de los Estados Unidos, de recurrir a las Fuerzas Armadas para ser desplegadas en todo el país para contener las manifestaciones. Incluso varias corporaciones policiales, demostrando sensibilidad y cercanía a las causas de la inconformidad, se postraron ante la multitud para que la concentración se disolviera en país.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso