1.-Si el hombre es infinitamente más sociable que todos los demás animales que viven en grey, es evidentemente porque la naturaleza no hace nada en vano. Pues bien, ella concede la palabra al hombre exclusivamente. Es verdad que la voz puede realmente expresar la alegría y el dolor, y así no les falta a los demás animales, porque su organización les permite sentir estas dos afecciones y comunicárselas entre sí; pero la palabra ha sido concedida para expresar el bien y el mal y, por consiguiente, lo justo y lo injusto y el hombre tiene esto de especial entre todos los animales: que sólo él percibe el bien y el mal, lo justo y lo injusto, y todos los sentimientos del mismo orden cuya asociación constituye precisamente la familia y el Estado”.
2.-Así dice un pensador que todavía no pasa de moda, que no ha sido plagiado ni arrollado por la marea incontenible de las noticias falsas y que se llama Aristóteles. Él y algunos otros padres de la sabiduría seguirán vigentes después de nuestro tiempo, después de nuestra angustia, e incluso cuando despertemos del amargo y pasajero pesar de nuestro desamparo político del instante. Pues como ni los calvarios son para siempre, y más bien nos señalan puntos de partida, de reinicio y de reencuentro, también las fechas serán propicias para aligerar nuestras lamentaciones y dejar de pensar en tropiezos de la circunstancia como si fueran castigos ineluctables y condenas eternas.
3.-El devenir de una sociedad no puede dejarse al albedrío de las alegorías, por más que el tercer adviento de un chantajista social que nos redima de las tinieblas se nos quiera imponer como verdad absoluta y como hecho consumado. Aprovecharse de la rampante deseducación y propiciar el deliberado despecho de la Historia para pretender que cada generación deba aprender en sangre propia sus lecciones, y permitirlo, sería darle la razón a la mentira, justificar el engaño y dejarnos llevar a la tiranía y el sobajamiento como individuos, como sociedad, y como Nación.
4.-Estrategias tecnológicas de dominación cognitiva que se sirven del secuestro psicológico de las conciencias han intentado con asombroso éxito destruir sociedades en nuestro día, que pueden suponerse las más depuradas de la humanidad. Es el caso de la ya célebre consultora inglesa cuyo cerebro básico ha confesado cómo embaucó a los electores en Inglaterra para votar por el Brexit; cómo engañó a buena parte de los catalanes para rebelarse contra España; cómo a poco logra que la ultraderecha ganara en Francia y, no menos relevante, cómo llevó al poder a un maniaco en Estados Unidos.
5.-Tal vez no haga falta memorizar al estagirita, para darnos la certeza de que los mexicanos sabremos vencer los miedos, honrar nuestro designio de patria grande, incluyente y próspera y, por lo menos, no autoinfligirnos un daño perdurable ni propiciar repulsivamente nuestro viacrucis. Ni la violencia ni el odio fraternal, ni la desestabilización ni el quebranto de las instituciones con que una mente perturbada pretende asir el poder podrán amedrentarnos. En la unidad y el propósito que nos identifica, México amanecerá íntegro y vehemente, muchas pascuas adelante.
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