/ lunes 18 de febrero de 2019

El falso dilema de las estancias infantiles

Por: Ma. de los Ángeles Huerta del Río

Los cambios en la forma de operación del programa de Estancias Infantiles en un caso más que demuestra que ahora la ayuda directa del estado va a beneficiar a todos los ciudadanos, con énfasis a quienes más lo necesitan.

El tema de las estancias infantiles es uno muy particular por el nivel de riesgo que implicaría no tener una gran atención a la calidad de este servicio. El recuerdo de la guardería ABC está en la mente de todos nosotros, y nadie quiere que algo así vuelva a suceder. Por eso, todas las personas que necesiten llevar a sus hijos a una estancia lo harán, pero bajo una mejor supervisión. De ahora en adelante, los administradores deberán de competir para ganarse la confianza de los usuarios y no el favor del funcionario en turno; deberán demostrar que son capaces de brindar un servicio de calidad que los haga atractivos y no nada más cumplir medianamente, sólo para obtener el subsidio gubernamental.

La Auditoría Superior de la Federación detectó que menos de la mitad de las estancias revisadas cumplían con las condiciones óptimas de funcionamiento. De hecho, una de cada tres presentó factores que representan un riesgo inminente para la seguridad de los niños y el personal. Es ilógico pretender que, con dinero de todos los mexicanos, se sigan perpetuando situaciones como éstas. Una medida de solución será la instalación, afuera de cada estancia, de un semáforo indicativo. El DIF Nacional también realizó una evaluación del estado de las estancias y coincide con el de la auditoría: sólo 30% está en buenas condiciones, así que si el semáforo es verde, significará que todo está en orden. Pero si es amarillo, hay que tener precaución, y si es rojo, lo mejor es cambiar de lugar. El 70% de las estancias infantiles se encuentra en alguno de estos dos últimos casos.

La mayoría de los problemas que se encontró son permisos de protección civil vencidos, licencias de funcionamiento sin renovar, y registros alterados para engañar y recibir más dinero por niños inexistentes. Como dijo Santiago Nieto, nuestro nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera: “No dejaron piedra sin labrar, todo lo vieron como botín y así estructuraron su funcionamiento”. Una buena idea la pervirtieron para convertirla en un negocio corrupto. Es una vergüenza que todavía haya partidos de oposición que quieren que la situación siga como hasta ahora.

Pero las cosas van a cambiar, y mucho. El presidente dijo que ya cuenta con pruebas de irregularidades en entrega de los recursos de programas de Sedesol, las cuales muy pronto entregará a la Fiscalía General. Estas malversaciones justifican la acción de haber bajado el presupuesto a las estancias para que se regularizara todo este perverso “huachicoleo”. Esperamos ver un castigo ejemplar a los culpables y cómplices del gran desorden que heredamos.

Otro cambio es el relacionado con el modelo de transferencia directa. De ahora en adelante, los subsidios a las estancias no tendrán intermediarios; serán los responsables de familia quienes recibirán la ayuda del gobierno. Antes, el dinero se quedaba en las manos equivocadas, prestándose a un proceso de fraude y cadenas de corrupción. Para resolverlo, será el mercado, bajo la directa supervisión del estado, el que regulará las estancias, y el DIF y la Auditoría Superior de la Federación seguirán haciendo sus respectivos diagnósticos y evaluaciones.

Nada más falso que decir que nuestro presidente está en contra de las estancias infantiles. Está en contra de la corrupción, del subsidio a intereses ilegítimos por medio de los cuales se despilfarran los recursos de todos los mexicanos. La 4a. transformación también garantiza estancias infantiles seguras para todos los niños. El cambio sigue su ruta.

Diputada federal de Morena

Por: Ma. de los Ángeles Huerta del Río

Los cambios en la forma de operación del programa de Estancias Infantiles en un caso más que demuestra que ahora la ayuda directa del estado va a beneficiar a todos los ciudadanos, con énfasis a quienes más lo necesitan.

El tema de las estancias infantiles es uno muy particular por el nivel de riesgo que implicaría no tener una gran atención a la calidad de este servicio. El recuerdo de la guardería ABC está en la mente de todos nosotros, y nadie quiere que algo así vuelva a suceder. Por eso, todas las personas que necesiten llevar a sus hijos a una estancia lo harán, pero bajo una mejor supervisión. De ahora en adelante, los administradores deberán de competir para ganarse la confianza de los usuarios y no el favor del funcionario en turno; deberán demostrar que son capaces de brindar un servicio de calidad que los haga atractivos y no nada más cumplir medianamente, sólo para obtener el subsidio gubernamental.

La Auditoría Superior de la Federación detectó que menos de la mitad de las estancias revisadas cumplían con las condiciones óptimas de funcionamiento. De hecho, una de cada tres presentó factores que representan un riesgo inminente para la seguridad de los niños y el personal. Es ilógico pretender que, con dinero de todos los mexicanos, se sigan perpetuando situaciones como éstas. Una medida de solución será la instalación, afuera de cada estancia, de un semáforo indicativo. El DIF Nacional también realizó una evaluación del estado de las estancias y coincide con el de la auditoría: sólo 30% está en buenas condiciones, así que si el semáforo es verde, significará que todo está en orden. Pero si es amarillo, hay que tener precaución, y si es rojo, lo mejor es cambiar de lugar. El 70% de las estancias infantiles se encuentra en alguno de estos dos últimos casos.

La mayoría de los problemas que se encontró son permisos de protección civil vencidos, licencias de funcionamiento sin renovar, y registros alterados para engañar y recibir más dinero por niños inexistentes. Como dijo Santiago Nieto, nuestro nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera: “No dejaron piedra sin labrar, todo lo vieron como botín y así estructuraron su funcionamiento”. Una buena idea la pervirtieron para convertirla en un negocio corrupto. Es una vergüenza que todavía haya partidos de oposición que quieren que la situación siga como hasta ahora.

Pero las cosas van a cambiar, y mucho. El presidente dijo que ya cuenta con pruebas de irregularidades en entrega de los recursos de programas de Sedesol, las cuales muy pronto entregará a la Fiscalía General. Estas malversaciones justifican la acción de haber bajado el presupuesto a las estancias para que se regularizara todo este perverso “huachicoleo”. Esperamos ver un castigo ejemplar a los culpables y cómplices del gran desorden que heredamos.

Otro cambio es el relacionado con el modelo de transferencia directa. De ahora en adelante, los subsidios a las estancias no tendrán intermediarios; serán los responsables de familia quienes recibirán la ayuda del gobierno. Antes, el dinero se quedaba en las manos equivocadas, prestándose a un proceso de fraude y cadenas de corrupción. Para resolverlo, será el mercado, bajo la directa supervisión del estado, el que regulará las estancias, y el DIF y la Auditoría Superior de la Federación seguirán haciendo sus respectivos diagnósticos y evaluaciones.

Nada más falso que decir que nuestro presidente está en contra de las estancias infantiles. Está en contra de la corrupción, del subsidio a intereses ilegítimos por medio de los cuales se despilfarran los recursos de todos los mexicanos. La 4a. transformación también garantiza estancias infantiles seguras para todos los niños. El cambio sigue su ruta.

Diputada federal de Morena