/ domingo 28 de enero de 2024

Entre piernas y telones / El padre de “El padre”

Este 2024 celebra dos décadas de su debut como productor de teatro, a lo largo de los cuales ha acumulado más de 20 montajes, que le han permitido trabajar con algunas de las figuras más importantes de la escena mexicana, como Ignacio López Tarso, Susana Alexander, Héctor Bonilla, Jacqueline Andere o María Rojo, entre otros muchos.

Se trata de Guillermo Wiechers, quien durante varios de esos 20 años formó mancuerna con Juan Torres en su labor. Empezaron siendo tan jóvenes que Maxine Woodside los bautizó como Los niños Wiechers-Torres.

Hoy ese niño se ha convertido en un Señor productor, que tiene en su haber títulos como “Rojo”, “La muerte de un viajante”, “Yo soy mi propia esposa”, “Magnolias de acero”, “El chofer y la señora Daisy”, “Si te mueres de mato”, y actualmente en cartelera “El padre”, una maravilla escénica que no hay que perderse por nada del mundo.

Escrita por el francés Florian Zeller, “El padre” se estrenó en París en 2012 y ya ha tenido temporadas en más de 50 países; luego vino como cereza del pastel la versión cinematográfica dirigida por el mismo Zeller, protagonizada por Anthony Hopkins y Olivia Colman, y que obtuvo dos premios Oscar, para el mejor actor y el mejor guión, también de Zeller.

El libreto es la espina dorsal de una puesta en escena y aquí el texto es brillante. “El padre” cuenta la vida de “Andrés”, un hombre de edad avanzada que ha empezado a padecer Alzheimer, y lo mucho que esto impacta en la relación con su hija y su entorno en general.

Estructurada en pequeñas escenas, que son como flashazos en la vida y en la memoria del protagonista, el texto arranca con momentos que parecen ilógicos y son hilarantes para el público, y avanza hacia lo real y oscuro y que, evidentemente, emociona y conmueve.

Al excelente texto se suman la dirección de escena, brillante también, de Angélica Rogel y el trabajo de un excelente equipo de creativos: Jorge Ballina muestra el gran escenógrafo que es, y los muchos espacios de la acción dramática transcurren uno tras otro de manera imperceptible. Buena parte de la sutileza con la que esto sucede se debe a la iluminación de Ingrid Sac; y la música original de Hans Werner redondea el ambiente que el montaje requiere.

Todo esto es el marco perfecto para el brillante trabajo actoral.

Luis de Tavira, quien desde hace décadas es reconocido esencialmente como director de escena y dramaturgo, ha vuelto a la escena como actor en el último lustro y aquí como “Andrés” logra un gran trabajo, lleno de matices, que lo mismo lleva a la risa que a la lágrima.

La hija, “Ana” es brillantemente interpretada por Fernanda Castillo, quien se ha impuesto no repetirse y no llevar su carrera por el camino fácil. Hoy es una gran actriz y una gran estrella en televisión y cine, y cíclicamente vuelve al teatro, siempre en montajes distintos, que le implican un reto como éste, del cual una vez más sale más que airosa.

Erik Hayser y David Calderón, ambos excelentes actores, se suman ahora a la temporada, en la que continúan Emma Dibb y Ana Sofía Gatica. Todos estupendamente bien.

El motor de este exitazo teatral es Guillermo Wiechers, el padre de “El padre”, que se presenta en el teatro Fernando Soler, del Centro Teatral Manolo Fábregas, de viernes a domingo.


Este 2024 celebra dos décadas de su debut como productor de teatro, a lo largo de los cuales ha acumulado más de 20 montajes, que le han permitido trabajar con algunas de las figuras más importantes de la escena mexicana, como Ignacio López Tarso, Susana Alexander, Héctor Bonilla, Jacqueline Andere o María Rojo, entre otros muchos.

Se trata de Guillermo Wiechers, quien durante varios de esos 20 años formó mancuerna con Juan Torres en su labor. Empezaron siendo tan jóvenes que Maxine Woodside los bautizó como Los niños Wiechers-Torres.

Hoy ese niño se ha convertido en un Señor productor, que tiene en su haber títulos como “Rojo”, “La muerte de un viajante”, “Yo soy mi propia esposa”, “Magnolias de acero”, “El chofer y la señora Daisy”, “Si te mueres de mato”, y actualmente en cartelera “El padre”, una maravilla escénica que no hay que perderse por nada del mundo.

Escrita por el francés Florian Zeller, “El padre” se estrenó en París en 2012 y ya ha tenido temporadas en más de 50 países; luego vino como cereza del pastel la versión cinematográfica dirigida por el mismo Zeller, protagonizada por Anthony Hopkins y Olivia Colman, y que obtuvo dos premios Oscar, para el mejor actor y el mejor guión, también de Zeller.

El libreto es la espina dorsal de una puesta en escena y aquí el texto es brillante. “El padre” cuenta la vida de “Andrés”, un hombre de edad avanzada que ha empezado a padecer Alzheimer, y lo mucho que esto impacta en la relación con su hija y su entorno en general.

Estructurada en pequeñas escenas, que son como flashazos en la vida y en la memoria del protagonista, el texto arranca con momentos que parecen ilógicos y son hilarantes para el público, y avanza hacia lo real y oscuro y que, evidentemente, emociona y conmueve.

Al excelente texto se suman la dirección de escena, brillante también, de Angélica Rogel y el trabajo de un excelente equipo de creativos: Jorge Ballina muestra el gran escenógrafo que es, y los muchos espacios de la acción dramática transcurren uno tras otro de manera imperceptible. Buena parte de la sutileza con la que esto sucede se debe a la iluminación de Ingrid Sac; y la música original de Hans Werner redondea el ambiente que el montaje requiere.

Todo esto es el marco perfecto para el brillante trabajo actoral.

Luis de Tavira, quien desde hace décadas es reconocido esencialmente como director de escena y dramaturgo, ha vuelto a la escena como actor en el último lustro y aquí como “Andrés” logra un gran trabajo, lleno de matices, que lo mismo lleva a la risa que a la lágrima.

La hija, “Ana” es brillantemente interpretada por Fernanda Castillo, quien se ha impuesto no repetirse y no llevar su carrera por el camino fácil. Hoy es una gran actriz y una gran estrella en televisión y cine, y cíclicamente vuelve al teatro, siempre en montajes distintos, que le implican un reto como éste, del cual una vez más sale más que airosa.

Erik Hayser y David Calderón, ambos excelentes actores, se suman ahora a la temporada, en la que continúan Emma Dibb y Ana Sofía Gatica. Todos estupendamente bien.

El motor de este exitazo teatral es Guillermo Wiechers, el padre de “El padre”, que se presenta en el teatro Fernando Soler, del Centro Teatral Manolo Fábregas, de viernes a domingo.