/ domingo 31 de mayo de 2020

Escenarios post epidemia para la seguridad

La manera en que cada sociedad y gobierno está aplicando sus medidas para retornar a la normalidad (ya veremos si nueva o no), refleja desde luego, la forma en que abordaron la formidable expansión de la epidemia. Conforme al número de casos de personas infectadas, los lamentables decesos así como los pacientes activos atípicos, se analizan por otra parte, los lugares de mayor propensión para ser contaminado. Sean eventos masivos o el transporte público, lugares cerrados concurridos, entre otros. Al final de cuentas, la primera lección de la era post epidemia, es la ausencia de una mínima coordinación entre gobiernos para procesar de mejor manera los efectos sociales del virus.

Sin embargo, en lo que corresponde a las dimensiones de la Seguridad (Interior, Pública, Humana), hubieron un par de líneas de acción, que en la práctica, la enorme mayoría de los gobiernos adoptaron. La primera y la más visible, fue echar mano de las Fuerzas Armadas para contener a un mayor aumento de población afectada por el conavid-19. Esto traerá como consecuencia, evidente, que las mismas Fuerzas Armadas, deberán preparar una parte de sus contingentes y especialidades educativas, para tratar de prevenir y procesar nuevas epidemias. El principal peligro para este antagonismo (epidemias) es que como en otros casos –tráficos ilegales, terrorismo, no hay frontera, aeropuerto, puerto marítimo ni barrera que valgan.

La segunda línea de acción, también adoptada por una gran parte de los gobiernos para contener a la epidemia, fue recurrir a fuertes medidas que iban del confinamiento voluntario al obligatorio. Allí las corporaciones policiales llevaron la principal parte. Lo cierto, es que con preocupación se leían reportajes, análisis y ensayos a propósito de cómo por las circunstancias de la epidemia, las garantías individuales, se vieron (aún se ven) muy afectadas por las medidas restrictivas a la libertad de tránsito.

Para las Fuerzas Armadas en general, en la misma proporción de la gravedad y afectaciones a la sociedad por la epidemia, se darán ajustes y/o adaptaciones a los principios doctrinarios y en consecuencia, en el adiestramiento. Esto no es privativo en el caso de México. Lo anterior, no debe afectar a la profesión y misión estructural de las Fuerzas Armadas. Las autoridades civiles, están en condiciones de valorar que la ampliación en las responsabilidades de los militares, también va de la mano con los constantes reconocimientos de parte de la población a los eficientes servicios que aportan, ahora, en cuestiones de salud pública. Desde la administración y despliegue de hospitales, hasta distribución de implementos sanitarios, son algunas de las responsabilidades asumidas.

Las dimensiones de la Seguridad, observarán como debe suponerse, una serie de desafíos producto de las crisis económicas locales y mundial. Hasta ese punto, el tratamiento de las mismas, ya no será responsabilidad ni de las Fuerzas Armadas ni de las corporaciones policiales. Eso debe tomarse en cuenta desde ahora.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

La manera en que cada sociedad y gobierno está aplicando sus medidas para retornar a la normalidad (ya veremos si nueva o no), refleja desde luego, la forma en que abordaron la formidable expansión de la epidemia. Conforme al número de casos de personas infectadas, los lamentables decesos así como los pacientes activos atípicos, se analizan por otra parte, los lugares de mayor propensión para ser contaminado. Sean eventos masivos o el transporte público, lugares cerrados concurridos, entre otros. Al final de cuentas, la primera lección de la era post epidemia, es la ausencia de una mínima coordinación entre gobiernos para procesar de mejor manera los efectos sociales del virus.

Sin embargo, en lo que corresponde a las dimensiones de la Seguridad (Interior, Pública, Humana), hubieron un par de líneas de acción, que en la práctica, la enorme mayoría de los gobiernos adoptaron. La primera y la más visible, fue echar mano de las Fuerzas Armadas para contener a un mayor aumento de población afectada por el conavid-19. Esto traerá como consecuencia, evidente, que las mismas Fuerzas Armadas, deberán preparar una parte de sus contingentes y especialidades educativas, para tratar de prevenir y procesar nuevas epidemias. El principal peligro para este antagonismo (epidemias) es que como en otros casos –tráficos ilegales, terrorismo, no hay frontera, aeropuerto, puerto marítimo ni barrera que valgan.

La segunda línea de acción, también adoptada por una gran parte de los gobiernos para contener a la epidemia, fue recurrir a fuertes medidas que iban del confinamiento voluntario al obligatorio. Allí las corporaciones policiales llevaron la principal parte. Lo cierto, es que con preocupación se leían reportajes, análisis y ensayos a propósito de cómo por las circunstancias de la epidemia, las garantías individuales, se vieron (aún se ven) muy afectadas por las medidas restrictivas a la libertad de tránsito.

Para las Fuerzas Armadas en general, en la misma proporción de la gravedad y afectaciones a la sociedad por la epidemia, se darán ajustes y/o adaptaciones a los principios doctrinarios y en consecuencia, en el adiestramiento. Esto no es privativo en el caso de México. Lo anterior, no debe afectar a la profesión y misión estructural de las Fuerzas Armadas. Las autoridades civiles, están en condiciones de valorar que la ampliación en las responsabilidades de los militares, también va de la mano con los constantes reconocimientos de parte de la población a los eficientes servicios que aportan, ahora, en cuestiones de salud pública. Desde la administración y despliegue de hospitales, hasta distribución de implementos sanitarios, son algunas de las responsabilidades asumidas.

Las dimensiones de la Seguridad, observarán como debe suponerse, una serie de desafíos producto de las crisis económicas locales y mundial. Hasta ese punto, el tratamiento de las mismas, ya no será responsabilidad ni de las Fuerzas Armadas ni de las corporaciones policiales. Eso debe tomarse en cuenta desde ahora.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso