/ viernes 1 de marzo de 2019

Fama

Rafael Inclán y Paola no esperaron a Adriana Lavat para casarse, primero está el santo y después la devoción, él ya empacó y se fue a vivir con su esposa a Las Vegas

Rafael Inclán, empacó maletas y se fue a vivir a Las Vegas por amor y para jugar a las maquinitas tragamonedas. El día que cumplió 78 años de edad se regaló su boda con Paola Lavat de 45 años, hermana de Adriana, ex del futbolista Rafa Márquez.

El día de su boda con todos sus problemas de cadera, Rafa no pudo usar zapatos, se casó en tenis y era tal la urgencia de ambos de contraer nupcias, que ni esperaron a Adriana Lavat que viajaba de Miami y no la esperaron porque primero está el Santo y después la devoción.

LA MAMÁ DE EIZA GONZÁLEZ SE DEJA CONSENTIR

Glenda Reyna, mamá de Eiza González déjate consentir y déjate querer por tu novio, el españolito Carlos Madrigal, te lo mereces y ni modo que si ese banquete llega a tu mesa te niegues y digas: "no voy a andar con él porque soy 23 años mayor". ¡Ah cómo no! Y anda con él y qué bueno que se despache con la cuchara grande porque Glenda es una mujer fuera de serie, guapísima, muy interesante, exitosa … y que bien que a él le gustan las mujeres maduras porque con Glenda a él le va a ir muy bien.

LA TRISTE HISTORIA DE HÉCTOR SOBERÓN.

A Héctor Soberón no lo reciclaron, ya no les sirvió en la tele y para mantener a sus dos hijas dejó atrás su ego, la soberbia, la grosería y trabaja de salvavidas en Estados Unidos. ¿Qué tan lejos tienen que irse los artistas para aprender a ser humildes y dejar de ser prepotentes? A lo mejor esta chamba va a ser el salvavidas de sí mismo al ponerlo en su lugar y aprender que ni la fama, ni el poder, ni la guapura son para siempre.

EL MIEDO A QUE TE CRUCIQUEN COMO A GABRIEL SOTO

¿Quién dijo que el matrimonio es cumplir como pena una condena forzada o es un castigo del cielo? ¿Acaso no tenemos libre albedrío? Gabriel Soto no quiso seguir casado con Geraldine Bazán, se enamoró de otra e Irina Baeva no tiene que cuidarle a nadie el matrimonio, ni la moralidad ni a las hijas….

Ella no botó a un marido, ni abandonó hijos, sólo hizo una novela en la que por el guión tuvo que besar durante un año a Gabriel Soto y en el inter se enamoraron. El problema es que él era casado, pero en dos segundos arregló el problema y se divorció. Es más, si Geraldine salía a defender su matrimonio con el acta de matrimonio en la mano ¡tú dirás como estaban las cosas entre ella y Gabriel Soto!


Rafael Inclán y Paola no esperaron a Adriana Lavat para casarse, primero está el santo y después la devoción, él ya empacó y se fue a vivir con su esposa a Las Vegas

Rafael Inclán, empacó maletas y se fue a vivir a Las Vegas por amor y para jugar a las maquinitas tragamonedas. El día que cumplió 78 años de edad se regaló su boda con Paola Lavat de 45 años, hermana de Adriana, ex del futbolista Rafa Márquez.

El día de su boda con todos sus problemas de cadera, Rafa no pudo usar zapatos, se casó en tenis y era tal la urgencia de ambos de contraer nupcias, que ni esperaron a Adriana Lavat que viajaba de Miami y no la esperaron porque primero está el Santo y después la devoción.

LA MAMÁ DE EIZA GONZÁLEZ SE DEJA CONSENTIR

Glenda Reyna, mamá de Eiza González déjate consentir y déjate querer por tu novio, el españolito Carlos Madrigal, te lo mereces y ni modo que si ese banquete llega a tu mesa te niegues y digas: "no voy a andar con él porque soy 23 años mayor". ¡Ah cómo no! Y anda con él y qué bueno que se despache con la cuchara grande porque Glenda es una mujer fuera de serie, guapísima, muy interesante, exitosa … y que bien que a él le gustan las mujeres maduras porque con Glenda a él le va a ir muy bien.

LA TRISTE HISTORIA DE HÉCTOR SOBERÓN.

A Héctor Soberón no lo reciclaron, ya no les sirvió en la tele y para mantener a sus dos hijas dejó atrás su ego, la soberbia, la grosería y trabaja de salvavidas en Estados Unidos. ¿Qué tan lejos tienen que irse los artistas para aprender a ser humildes y dejar de ser prepotentes? A lo mejor esta chamba va a ser el salvavidas de sí mismo al ponerlo en su lugar y aprender que ni la fama, ni el poder, ni la guapura son para siempre.

EL MIEDO A QUE TE CRUCIQUEN COMO A GABRIEL SOTO

¿Quién dijo que el matrimonio es cumplir como pena una condena forzada o es un castigo del cielo? ¿Acaso no tenemos libre albedrío? Gabriel Soto no quiso seguir casado con Geraldine Bazán, se enamoró de otra e Irina Baeva no tiene que cuidarle a nadie el matrimonio, ni la moralidad ni a las hijas….

Ella no botó a un marido, ni abandonó hijos, sólo hizo una novela en la que por el guión tuvo que besar durante un año a Gabriel Soto y en el inter se enamoraron. El problema es que él era casado, pero en dos segundos arregló el problema y se divorció. Es más, si Geraldine salía a defender su matrimonio con el acta de matrimonio en la mano ¡tú dirás como estaban las cosas entre ella y Gabriel Soto!