/ jueves 18 de enero de 2024

Guatemala: por fin el 14 de Enero 

Guatemala: por fin el 14 de Enero

Maya Menchú

Maestría en Relaciones Internacionales, UNAM.

@mayamenchu

Tras la victoria electoral de Bernardo Arévalo se han vivido episodios de incertidumbre e inestabilidad nacional, poniendo en varias ocasiones entredicho si tomará o no posesión el 14 de enero de 2024. La democracia ha estado en peligro debido a los intentos golpistas desde diferentes flancos, con apoyo del llamado pacto de corruptos. Pacto que ha usado las instituciones a su servicio, principalmente las de justicia, para tratar de impedir la llegada de Arévalo. Los corruptos se sienten amenazados.

Estos hechos dieron pie a la petición nacional de la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, que sin duda está al servicio de las cúpulas corruptas de poder. Este movimiento nacional es liderado por las autoridades mayas, de los 48 cantones. Quienes convocaron al paro nacional pidiendo el respeto a la democracia y la renuncia de la Sra. Porras desde el pasado mes de octubre y que a la fecha llevan 103 días de resistencia pacífica. La manifestación pacífica de rechazo a la corrupción e impunidad acompañó en todo momento a Arévalo a la toma de posesión. Es una fortaleza cívica para el país.

La Corte de Constitucionalidad ordenó garantizar “la toma de posesión” de todos los funcionarios electos y el Tribunal Supremo Electoral declaró los resultados de los comicios como “inalterables y definitivos” en el mes de diciembre. Mientras los meses avanzaban se estaba a la expectativa del gabinete de gobierno, ¿Quiénes lo integrarían?, ¿Habrá representación de pueblos indígenas?, ¿Quiénes estarán al frente de las carteras nacionales?, ¿Cómo tomaran en cuenta a los lideres estudiantiles y la juventud?, entre muchas otras. Todas estas preguntas se fueron respondiendo el día ocho de enero con la presentación oficial del gabinete.

La primera sorpresa fue ver que el equipo del binomio presidencial estaría conformado de forma paritaria, por siete hombres y siete mujeres al frente de los ministerios que rigen la vida nacional, un evento nunca visto en el país. Sin embargo, al ver uno a uno a los personajes nos encontramos con que no son la nueva política que tanto se esperaba y de la cual Semilla parecía ser la opción. La nueva ministra de energía y minas, Anayté Guardado, puso a disposición su nombramiento ya que la ola de criticas a su persona inundaron las redes sociales, ya que tiene relación con empresas extractivistas e hidroeléctricas. En el ministerio de gobernación nombro a Francisco Jiménez, quien ya ostento el cargo durante la administración del expresidente Álvaro Colom (2008-2012), periodo en que enfrentó acusaciones de corrupción. También llamó la atención que varios de las y los ministros han trabajado con las administraciones pasadas en cargos públicos y que algunos son empresarios pertenecientes del poderoso ente empresarial CACIF.

En cuanto a la pluralidad, Arévalo debe reconocer que Guatemala es un país donde el 42% de la población es indígena, y por tanto merecían las organizaciones indígenas una mayor representación en el gabinete. Solo una hermana indígena, Miriam Roquel, integra su equipo al frente al ministerio de trabajo. El sentir general en los pueblos es de exclusión y de estar frente a un presidente igual que los anteriores. Otro sector que lo apoyo en todo el proceso electoral fue la juventud. ¿Cómo se va a representar?

La fortaleza de Arévalo está en la sociedad civil, el respaldo de los pueblos indígenas y la cooperación internacional. Ahora es tiempo de observar como el nuevo presidente responde y mantiene esa unidad nacional en búsqueda de la legalidad y el fin de la corrupción. No la tiene fácil, sin embargo, entra con un panorama social de jubilo que no se había visto en décadas, y con una expectativa alta de cambio. Hay que estar al tanto de sus primeros 100 días.


Guatemala: por fin el 14 de Enero

Maya Menchú

Maestría en Relaciones Internacionales, UNAM.

@mayamenchu

Tras la victoria electoral de Bernardo Arévalo se han vivido episodios de incertidumbre e inestabilidad nacional, poniendo en varias ocasiones entredicho si tomará o no posesión el 14 de enero de 2024. La democracia ha estado en peligro debido a los intentos golpistas desde diferentes flancos, con apoyo del llamado pacto de corruptos. Pacto que ha usado las instituciones a su servicio, principalmente las de justicia, para tratar de impedir la llegada de Arévalo. Los corruptos se sienten amenazados.

Estos hechos dieron pie a la petición nacional de la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, que sin duda está al servicio de las cúpulas corruptas de poder. Este movimiento nacional es liderado por las autoridades mayas, de los 48 cantones. Quienes convocaron al paro nacional pidiendo el respeto a la democracia y la renuncia de la Sra. Porras desde el pasado mes de octubre y que a la fecha llevan 103 días de resistencia pacífica. La manifestación pacífica de rechazo a la corrupción e impunidad acompañó en todo momento a Arévalo a la toma de posesión. Es una fortaleza cívica para el país.

La Corte de Constitucionalidad ordenó garantizar “la toma de posesión” de todos los funcionarios electos y el Tribunal Supremo Electoral declaró los resultados de los comicios como “inalterables y definitivos” en el mes de diciembre. Mientras los meses avanzaban se estaba a la expectativa del gabinete de gobierno, ¿Quiénes lo integrarían?, ¿Habrá representación de pueblos indígenas?, ¿Quiénes estarán al frente de las carteras nacionales?, ¿Cómo tomaran en cuenta a los lideres estudiantiles y la juventud?, entre muchas otras. Todas estas preguntas se fueron respondiendo el día ocho de enero con la presentación oficial del gabinete.

La primera sorpresa fue ver que el equipo del binomio presidencial estaría conformado de forma paritaria, por siete hombres y siete mujeres al frente de los ministerios que rigen la vida nacional, un evento nunca visto en el país. Sin embargo, al ver uno a uno a los personajes nos encontramos con que no son la nueva política que tanto se esperaba y de la cual Semilla parecía ser la opción. La nueva ministra de energía y minas, Anayté Guardado, puso a disposición su nombramiento ya que la ola de criticas a su persona inundaron las redes sociales, ya que tiene relación con empresas extractivistas e hidroeléctricas. En el ministerio de gobernación nombro a Francisco Jiménez, quien ya ostento el cargo durante la administración del expresidente Álvaro Colom (2008-2012), periodo en que enfrentó acusaciones de corrupción. También llamó la atención que varios de las y los ministros han trabajado con las administraciones pasadas en cargos públicos y que algunos son empresarios pertenecientes del poderoso ente empresarial CACIF.

En cuanto a la pluralidad, Arévalo debe reconocer que Guatemala es un país donde el 42% de la población es indígena, y por tanto merecían las organizaciones indígenas una mayor representación en el gabinete. Solo una hermana indígena, Miriam Roquel, integra su equipo al frente al ministerio de trabajo. El sentir general en los pueblos es de exclusión y de estar frente a un presidente igual que los anteriores. Otro sector que lo apoyo en todo el proceso electoral fue la juventud. ¿Cómo se va a representar?

La fortaleza de Arévalo está en la sociedad civil, el respaldo de los pueblos indígenas y la cooperación internacional. Ahora es tiempo de observar como el nuevo presidente responde y mantiene esa unidad nacional en búsqueda de la legalidad y el fin de la corrupción. No la tiene fácil, sin embargo, entra con un panorama social de jubilo que no se había visto en décadas, y con una expectativa alta de cambio. Hay que estar al tanto de sus primeros 100 días.